Actualmente se dan tres circunstancias que, combinadas entre si, no presagian nada bueno para los intereses de los viajeros en lo que se refiere al precio de los billetes de aviación. En primer lugar está el queroseno de aviación, que es uno de los elementos importantes del coste operativo de las aerolÃneas y cuyo precio sube en paralelo al del barril de crudo. A fecha de hoy, no hay nada que permita aventurar que a corto plazo se va a producir un descenso en el precio del combustible, sino todo lo contrario. En segundo lugar nos encontramos con una contracción de la demanda. No se trata únicamente de que se vuele menos, que también, sino de que algunas empresas han empezado ya a recortar los viajes en clase business, que son los que, por su elevado precio, permiten subvencionar el coste de los billetes de turista. O bien se exige una mayor duración del vuelo para poder acceder a volar en business o bien se prohibe a los empleados, lisa y llanamente, viajar en esa clase. Cuanto menor sea lo ocupación en business, tanto mayor será el precio de los billetes de turista. Last, but nos least, los procesos de fusión que se vislumbran tampoco contribuyen, precisamente, a ser optimistas. Tomemos, por ejemplo, el caso de las dos low cost españolas, Vueling y Clickair, dos aerolÃneas que acumulan pérdidas económicas y que actualmente están discutiendo un proceso de fusión por absorción aparentemente muy adelantado. No hace falta ser un lince para darse cuenta de que, en virtud de un elemental principio de racionalización, si la fusión llega a buen puerto las dos aerolÃneas dejarán de competir en aquellas rutas en las que actualmente lo hacen y que eso representará una subida inmediata de tarifas. La era de los billetes de avión realmente baratos, de la que hemos disfrutado durante los cuatro o cInco últimos años, está llegando a su fin a toda velocidad. Fue bonito mientras duró. Pero tampoco es de extrañar, porque hay algo inaprensible en el hecho de que un billete de avión de Barcelona a Sevilla pueda costar más barato que la carrera de un taxi desde el centro de Barcelona al aeropuerto. Yo, francamente, no alcanzo a comprenderlo
Licencia: Reconocimiento
Coincido contigo en que hay aerolÃneas que han ofrecido precios que rayaban lo imposible, aunque si luego comenzamos a escarbar comienzan a salir subvenciones encubiertas de destinos y aeropuertos que explican muchas cosas.
En cualquier caso está claro que el segmento aéreo va a vivir un reajuste a nivel de lÃneas y compañÃas que va a afectar de manera muy importante al bolsillo de los usuarios. A nivel de de destinos domésticos, esperemos que la expansión del AVE permita contener los precios. Digo esto sin mucha esperanza, ya que algunas de las ampliaciones de la red responden más a intereses polÃticos que a la búsqueda de un servicio realmente útil y eficaz para el usuario. Pero eso ya es otra historia.....