En el pintoresco lenguaje de la aviación comercial, un vuelo directo no es lo mismo que un vuelo non-stop. El primero es aquel que para ir de A hasta B realiza una o varias paradas intermedias, siempre que el pasajero no tenga que cambiar de avión. El vuelo non-stop es el que va directamente de A hasta B, sin paradas intermedias de ninguna clase. No se deje confundir, porque los despegues y aterrizajes añaden tiempo extra de viaje, aumentan el riesgo de incidentes y provocan fatiga fÃsica. Y que conste que se de lo que hablo: hace unos años, con ocasión de un viaje a Lima, una (mala) agencia de viajes me reservó un billete con este recorrido: Barcelona-Madrid-San Juan de Puerto Rico-San José de Costa Rica-Bogotá-Guayaquil-Lima. Todo el viaje lo realicé en un vetusto DC-10 de Iberia, con el mismo número de vuelo y sin cambiar de aparato y llegué a Lima hecho papilla. Ni que decir tiene que la (mala) agencia de viajes perdió mi cuenta. Una curiosidad: en la página web de Iberia, dentro de la pestaña flota histórica, no he sabido encontrar ni una referencia a un avión que la compañÃa mantuvo en servicio durante 27 años.
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