Hace apenas unos días, durante el panel de la OMT en el evento EURO-AL (Europa - América Latina) que tuvo lugar en Torremolinos (Málaga, España), cuando me presentaron, una de las referencias se refería a mi experiencia en medio ambiente, que luego el propio Armando de Lucas, corrigió, para afirmar, que se refería también al ambiente entero…..Parece que siempre se confundió el termino semántico de “medio” en vez de por su significado de entorno por su valoración, justo la mitad de…
Pues si fuese verdad, todo lo que se menciona en los diferentes medios de comunicación, tanto desde el sector público, privado como del resto de la sociedad, me atrevería a decir que el medio ambiente ya se ha convertido en entero, por su nivel de importancia social.
Es obvio, que el turismo nunca ha podido separarse del tema ambiental, aunque en un principio, si trato de hacerlo, pero la realidad se impuso y desde hace alguna década, lo ha incorporado como factor estratégico, de alguna forma, dependiendo de la tipología de turismo y de su localización física y geográfica, amén de su target de demanda.
Cuando en turismo se habla de calidad, es impensable no tener en cuenta la calidad ambiental, tanto a nivel estético (paisajes, estado de conservación, limpieza, ruidos….), como de madurez del ecosistema, que nos indica obviamente la biodiversidad (pueden ver algunos términos ambientales en nuestro diccionario de www.forumnatura.org). Si bien, hay que ser consciente, que la demanda turística, mayoritariamente solo percibe la estética ambiental, pero que esta estrechamente ligada al “contenido” o estado de conservación y madurez. Aunque lo cierto, es que también se puede camuflar este contenido, creando una especie de paisajismo, que camufle las brechas, pero esto tiene sus propias limitaciones.
Cuando hablamos de turismo, se debe tener en cuenta la respuesta de la demanda y esta, cada vez más, presiona a la oferta para que tenga en consideración el factor ambiental, especialmente cuando se habla de segmentos de un mercado maduro, con expectativas y motivaciones, bien definidas. Las mejoras ambientales que se han producido en los destinos turísticos, no solo han beneficiado a la demanda que acogen, sino también a la propia oferta y por ende a la comunidad o sociedad local, que en gran parte, gracias al turismo, las Autoridades locales, han reaccionado más rápidamente. El negocio, y en este caso el turístico, ha debido de dar respuesta a esta demanda social, que por otra parte también beneficia al propio sector, aunque sea más difícil de percibir, en una primera instancia.
Este es el caso del proceso evolutivo del programa europeo de Banderas Azules, que tuvo un fuerte rechazo municipal en sus orígenes, ya que implicaba una auditoria de playas, bajo dominio y gestión publica, y que haría salir a la luz, su estado ambiental. AL mismo tiempo, todavía no había una concienciación fuerte por parte de la demanda. En el caso de España, si no recuerdo mal, fue la Comunidad Valenciana, la pionera en implementar este sistema, logrando transformar una amenaza en una oportunidad, utilizando este programa como una destacada herramienta de marketing turístico. La realidad, es que desde hace más de una década, no hay playa que se precie, que no quiera tener dicha bandera azul, que sin duda otorga un grado de confianza a los consumidores y ciudadanos.
También, sería importante mencionar, que la industria turística, aquella denominada “sin chimeneas”, ha causado y causa impactos negativos en el medio, ya que presiona espacios naturales, donde antes, apenas existía presión antrópica. Pensar que esto es frenable, podría ser si existiese, una fuerte presión social y política y un nivel de desarrollo, suficiente, para evitar argumentos fáciles y ligeros de empleabilidad y riqueza, versus conservación.
Al menos en turismo y más concretamente en áreas rurales y naturales, es completamente impensable un desarrollo sin tener en cuenta la preservación del entorno (del medio y entero ambiente), sustento clave para la creación de productos y experiencias turísticas.
Y permítanme terminar, recordando también el tema del cambio climático (temática actualizada en nuestro portal www.forumnatura.org), que cada vez mas esta influyendo en la industria turística e independientemente de su nivel de impacto, es cierto esta tremenda dependencia ambiental, tanto a nivel físico, como perceptual.
A diferentes escalas, ya sea micro o macro, se puede y debe actuar, con el fin de obtener beneficios de nuestra inversión, y sin duda la ambiental, también.
Arturo Crosby