La idea de lamentarse en estos tiempos dificiles es tan inutil como ir en bicicleta a la luna, todo tiene su origen y este somos nosotros. No son tiempos de crisis los que vivimos, sino de desacuerdos que llevan a situaciones de mala gestión, dÃcese de la polÃtica, empresariado y entorno socia, todo en un mismo paquete. Todos somos culpables de esta situación ya que el ser humano desde que existe nunca ha conseguido en ponerse de acuerdo, no solo con su entorno sino también consigo mismo, la búsqueda del bienestar social, asà como de la ambición a todo precio son conceptos que no se llevan porque son incompatibles, si empezamos desde aquà ya nada tiene sentido en seguir dando más ejemplos porque serian inútiles, nada se arregla con ellos. Dejémonos de lamentarnos y de criticar a lo que creemos es el causante de las crisis, ya que esta siempre existirá en mayor o menor medida, y seamos conscientes de una vez por todas de que el origen una vez mas somos nosotros.
Licencia: Reconocimiento
Lamentarse no sólo es inútil sino contraproducente. Mientras nos lamentamos, no sólo no avanzamos sino que atraemos más de lo mismo. Nosotros somos el origen de la crisis, sÃ, aunque unos sean más responsables que otros. Pero como dices, no vale la pena perder tiempo y energÃa en quejarse ni en responsabilizar a nadie sino en ver cómo nos las arreglamos para salir de ésta... Lo mejor está por venir.
Lo que debe darnos coraje es lo siguiente, al hilo de tu razonamiento, Manuel: si el origen de la crisis somos nosotros mismos (en lo cual coincido plenamente, nosotros como género humano y como individuos), la solución de la crisis también somos nosotros mismos.
Por lo tanto, como dice RocÃo, dejemos de lamentarnos y actuemos. Porque salir de la crisis está claro que vamos a salir, la cosa es no sólo cuándo, sino cómo, a coste de qué.
Saludos!