Cuando uno es incapaz de gestionar una reunión, hacerse entender, pero sobre todo entender a los demás, o tienes un problema o eres un iluminado.
Debo estar últimamente excesivamente iluminado, si tuviera un problema, lo sabría, (no hago carrera de mi mismo), hablo y no me entienden, escucho y no acabo de comprender como se puede seguir en el siglo XXI con ideas del XVIII, escuchas tertulianos y acabas planteándote el suicidio o por el contrario todos tienen fecha de solución a la crisis que justo acabamos de asumir, mas caos al caos.
He decidido apagar televisores, radios, libros, literatura, Blogs, y concentrarme en escuchar a la “voz”, esa que nos habla cuando menos la puedes escuchar, pero que no te queda mas remedio, vive dentro de ti, se conecta cada vez que tiene una opinión acorde al momento, luego tu te haces el sordo, o no.
(Un saludo muy especial a mis queridos sordos).
Sueño que me gustaría ser un tipo cínico, que pudiera sonreír sin apetencia, asentir aun estando en desacuerdo, saber a ciencia cierta que tu interlocutor esta desfasado, pero es mejor darle una palmadita y decirle que bien , cuanto sabes, ser en definitiva aquella persona que todos admiran por su exquisita conducta educada, comedida, seria, correcta, precisa, porque usa estilos de conducta social creíbles, si además es un científico , te da potestad para que todo lo que digas este avalado por el rigor académico, todo eso, se concentra en una sola palabra, “envidia” no se si de la buena o de la mala (como el colesterol) esta palabra es precisamente la causa de lo que estamos padeciendo en la sociedad y que se empeñan en no admitir de forma oficial, la Crisis.
No se cuando acabara, ni siquiera si acabara, probablemente para los nativos digitales o los digitales directos, sea una crisis en Beta permanente (como le llaman a todo lo perenne) , tampoco me preocupa demasiado, Drucker ya dijo en su día, “no puedes predecir el futuro, pero si puedes crearte tu futuro” como siempre creo que le voy a hacer caso, si además echo mano del refranero Español, no me dará tiempo a deprimirme, “No hay mal que cien años dure”, “al mal tiempo buena cara”, etc.
En resumen, me conformo con ser el que soy con todos mis defectos e ironías, a pesar de no ser como pretendo ser en mis sueños, prefiero la realidad, el calor de los amigos, el sabor del café, la compañía de un buen vino, saberse querido, tener el respeto de mis colaboradores, la confianza de mis clientes, ¿si tengo todo eso, donde esta la crisis? No estoy dispuesto a pagar con mi salud además de mi dinero los descalabros de esta economía capitalista desacerbada porque a unos pocos se les ha antojado poner el mundo patas arriba, que les aprovechen las ganancias y la impunidad, (si los Americanos se lo permiten), sin saber quien son, acabo de soltar mentalmente un grato recuerdo a la madre que los parió.
Hola, Joan. Se puede vivir en el silencio, y en el casi silencio, sin ruidos, ni estridencias, ni ninguna de esas sensaciones con que te desayunas cada día escuchando la radio o leyendo la prensa. El mundo no dejará de estar en manos de cuatro ególatras avariciosos y descerebrados, pero al menos dejaremos de ser testigos de sus fechorías..., durante un tiempo. A los humildes lo único que les ha quedado siempre es volver los ojos hacia la puesta de sol y pensar que a pesar del ser humano, este mundo es bello. Y justo después de pensarlo, acostarse con hambre.
De cada vez más, me apetece irme a mi casa, dejar la actualidad donde está y que le den, tener gallinas, sembrar hortalizas y hacer pan. No renuncio a hacerlo, y pienso que una vuelta a los orígenes es la única solución para mantener la cordura.
Un beso.
Perdonadme, pero me niego. No a hacer pan, no a ser silencioso, no a dejar de seguir la actualidad, pero si me niego a dejar de dar guerra. Ese es el gran triunfo de estos canallas que ocupan un puesto que no les corresponde. Me niego rotundamente a que me zarandeen más de lo estrictamente inevitable, -que es mucho-, porque si dejamos de meter ruido en el sistema, esto ira a peor y más rápido.
Vamos a darles donde más duele: En el ego y en la cartera, tantas veces llena con lo nuestro. Y con lo que más duele: Con el milagro del abecedario, (Sabina dixit).
Además, espero de todo corazón que seais unos mentirosos/as, porque vosotros dos no podeis dimitir, -como el piloto de Aena-, os toca por decreto seguir recordando donde están los puntos de muchas ies.
Así que al tajo.
que pena de vida...