Tengo un amigo que es director del Departamento de Pastoral de Turismo, Santuarios y Peregrinaciones de la Conferencia Episcopal. Evidentemente es clérigo, supongo que monje benedictino como sus hermanos de Montserrat, y se Llama Josep-Enric Parellada. Es una persona simpática, vital, dinámica y curiosa, es un buen conversador y se le puede encontrar en las ferias más importantes del sector, como Fitur.
Cuando me lo presentaron tuve una especie de cruce de cables. ¿Un monje metido en esto del turismo? Me chocó a pesar de que conocía la existencia de la Pastoral de Turismo. Pero claro, tiene mucho sentido si pensamos que Montserrat, por ejemplo, o cualquier catedral, santuario o monasterio del mundo es también un punto importante de atracción de turistas y visitantes. Pensad simplemente en el Vaticano.
Me he acordado hoy de él porque he recibido el programa de las Jornadas Nacionales de Pastoral de Turismo, que llevan por título "Turismo religioso. Su necesaria conceptualización", y se celebran en Ávila los días 11, 12 y 13 de noviembre. Las jornadas prevén varias conferencias y comunicaciones y tienen como objetivo, según leo en el tríptico: "tratar de definir lo que comúnmente entendemos por 'turismo religioso". Van dirigidas a los rectores de santuarios, responsables de patrimonio, agentes turísticos, escuelas universitarias de turismo y Administración.
Leyendo el programa me doy cuenta de que, realmente, no es fácil encontrar una definición del turismo religioso que englobe todas las posibilidades y sirva a los dos términos que forman el concepto: turismo y religión. No es que sean contradictorios, creo que incluso todo lo contrario (re-ligar es unir, y el turismo también une), pero los objetivos que persiguen ambos términos quizás tengan que matizarse cuando se unen en un solo concepto. Algunos pueden pensar que el turismo religioso se limita a un disfrute artístico, histórico y patrimonial, y eso es cierto en parte, pero también tiene una dimensión espiritual para muchas personas. Como dice el programa, el turismo religioso roza tanto el turismo cultural como la peregrinación y seguramente abarca mucho más de lo que pueda parecer a simple vista.
Algunas de las conferencias tienen realmente buena pinta. Si alguno de vosotros tiene la suerte de poder llegarse hasta Ávila, nos gustaría contar con un resumen de lo que se diga en las jornadas.
Lo cierto es que lo de turismo religioso es como lo de "turismo de salud", imagino que es más un nombre que una realidad. Es decir la religión y el turismo, si tienen en común lo de unir, no lo tienen el tema comercial, -al menos en la práctica-, sin embargo hay que reconocer que grandes lugares de peregrinación como el citado por tí, Vaticano, Lourdes, Fatima....., -hablando del cristianismo claro-, al tema espiritual se le une otro mucho más prosaico, y que poco tiene que ver con la fé.
En cualquier caso, como también se le podría reconocer como "arquitectónico", "cultural" o si me apuras "de estudios", hay que reconocerle un mérito importante, porque el patrimonio artístico no creo que tenga comparación.
Carlos, sé lo que quieres decir, pero no estoy muy de acuerdo. ¿Por qué no tiene que ver con la fe comprar una estampa de la Virgen de Fátima? Claro que sí. De hecho, es con lo que tiene que ver porque un turista interesado por el patrimonio no lo hará, lo que hará es poner una moneda para ver el Moisés de Miguel Ángel, y esto tampoco esta reñido con la fe.
Además, ese patrimonio artístico debe mantenerse, restaurarse, hacerse accesible..., ese "tema prosaico" como tú dices es simplemente la necesidad de mantener en pie un patrimonio que es de todos. Para un creyente, imagino que visitar Belén será algo significativo, igual que peregrinar hasta Santiago. Y si se compra una imagen del santo, pues genial, nadie está obligado a hacerlo y también para entrar en un museo se paga una entrada..., pienso que tenemos algunos prejuicios al respecto, y es verdad que el mercantilismo está instalado en todas partes, pero eso no le quita importancia a la motivación espiritual que pueda tener un viajero para ir hasta Lourdes, o Fátima o la Kaaba. De hecho, ahora pienso que el turismo religioso es más global que el de golf o el náutico o el de nieve!!
Admite Esther que además es tu confesor personal...
Sobre el tema, creo que todos estos tipos de 'turismo' -religioso, de salud- inclusive el otro día leí sobre turismo electoral, el que genera topda esa masa entre observadores, periodistas, políticos que s emovilizan por un tiempo determinado a un país durante un proceso electoral, creo que son más bien actividades que involucran gasto turístico, o en las infraestructuras turísticas, si bien no son en sí actividades turísticas propiamente dichas pero obviamente gastan en hoteles, en restauración, en souvenirs y quizás no en conocer lugares turísticos a menos que se den una escapada.
Pues no, no lo es, pero no dudo de que si necesito confesión algún día, puedo recurrir a él. Estoy contenta de contar con varios buenos amigos dentro de la iglesia católica. La moda del laicismo no tiene que ver con la amistad, ni todo esto con el motivo de este post, que es el turismo religioso.
Vale, vasle, era sólo una broma, tampoco era el tema central de mi comentario...
No estoy de acuerdo con vosotros, Carlos y Diana, cuando habláis de los turismos de salud y religioso entre comillas o como tipos de turismo más ficticios que reales. Cuando se habla de los orígenes del turismo, precisamente los viajes de tipo religioso y de salud son los que aparecen a lo largo de casi todas las etapas de la historia, empezando por los Juegos griegos y por las termas, mucho antes de que nadie conceptualizara el término de turismo, pero no por eso inexistentes. En el caso del de salud, además, los destinos neogénicos en torno a baños termales y los balnearios de Vichy y demás, se encontraban de moda en los albores del nacimiento de una gran clase media, esa masa de gente que reúne las características que propician el turismo de masa.
Además, cuando el turismo se conceptualiza, entre los tipos de turiismo que se definen mediante esas coletillas que acompañan al término turismo, se encuentran el de salud y el de religión como dos motivaciones igual de importantes que el de ocio o negocios. otra cosa será que ahora las modas sean otras y parezca que estos términos estén tan ligados al de turismo que unir turismo con cualquier otra palabra nos plantee la necesidad de redefinir el propio término de turismo para que lo demás tenga sentido.
Y tampoco creo que el elemento de unión entre turismo y religión (en este caso concreto) sea la mercantilización. El turismo es algo que genera transacciones económicas o, por lo menos, esa es la idea y uno de los impactos positivos. Pero no es ese su elemento definidor. Una persona que visita a sus familiares y amigos y se queda a dormir en casa de estos, está haciendo turismo y no se está dejando una pela más que en transporte si es que no quiere.
Yo estoy de acuerdo con Blanca, creo que el religioso es un tipo de turismo en sí mismo, de hecho hay ciudades como Sevilla que ya han hecho promociones para fomentarlo, además pienso que mueve a mucha gente, como ejemplo, jeje, cuando en mi pueblo se organiza algún viaje a Lourdes no veas la que se monta, van todos!!. Además a mucha gente le interesa conocer la cultura religiosa de un lugar independientemente de ser creyentes o no.
Estoy absolutamente de acuerdo con Blanca y con Esther. No hay mucho más que aportar a vuestros comentarios. Y en cuanto al turismo electoral que menciona Diana, ¿no estaría incluido en el turismo de negocios o corporativo?.
Por otra parte, el turismo religioso abarca mucho más que todos esos destinos que mencionáis, a los que la gente acude movida por su fe. La Semana Santa sevillana o la zamorana, por poner un ejemplo, atraen a numerosos turistas de todo el mundo, católicos o no, practicantes o no, aparte de aquellos que viven interiormente cada procesión, claro. La dimensión espiritual del turismo religioso, va más allá de la adhesión a una fe concreta. Se me ocurre el ejemplo de aquellos que viajan por el sudeste asiático recorriéndose todos los templos budistas o aquellos cuya intención del viaje sea, por encima de todo, un viaje interior.
Vaya que existe el Turismo religioso.La ciudad donde viví gran parte de mi niñez.Se potenció hace muchisimos años gracias a la construcción de una Basilica.Da la casualidad que esa virgen es la patrona de la Argentina.Todos los fines de semana la ciudad esta llena de "peregrinos".Creo que más del 50% de los ingresos provienen de eso.
En el caso de España.Bueno el caso del camino de Santiago es bastante claro .¿No ?.
Saludos.
Es que no se niega su desarrollo posterior como turismo, pero de que empezaron como actividades muy específicas también es cierto. Así, efectivamente se desarrolló como turismo el de convenciones y congresos, incorporabdo la llamada agenda social que ha permitido desarrollar a la industria turística en las ciudades que son sedes de congresos. Lo mismo está ocurriendo con el turismo religioso y con menos desarrollo el de salud, pero en principio son activiaddes que generan gasto turístico,. Por supuesto depende como los destinos aporvecehen esta oportunidad. Por eso ponía el ejemplo de lo que en algunos países comienzan a denominar 'turismo electoral'.