Ya que está de homenaje, se me ha ocurrido traer este textito que aparece en el último libro de Carlos Fuentes, La voluntad y la fortuna.
La comida mexicana nos aproxima peligrosamente a la diarrea; la norteamericana, al retortijón; la británica, al estreñimiento. Sólo la mediterránea asegura un equilibrio sano entre lo que entra por la boca y sale por el culo, como si el aceite de oliva y el vinagre de Módena, el producto de las huertas de MediodÃa, los duraznos y los higos, los melones y los pimientos, supieran por adelantado que el gusto de comer debe compensarse con el gusto de cagar, muy de acuerdo con las prosas de Quevedo: "Más que quiero que una buena gana de cagar".Â
No querrÃa yo opinar sobre culturas ajenas y mucho menos ofender a nadie. Simplemente me pareció curioso y divertido y, sobre todo, una buena ocasión para hablar del arte de cocinar.
Que la dieta mediterránea es buena ya lo hemos oÃdo, y que tenemos cocineros muy reconocidos, también. Incluso, la gastronomÃa se plantea muchas veces como un buen recurso de diversificación. ¿Creéis que España ha sabido sacar provecho de su gastronomÃa tradicional adecuadamente como recurso turÃstico? ¿No hay una gran brecha entre nuestros grandes gurús y la cocina que le ofrecemos al turista? Â
Â
Â
el problema es el de siempre Blanca...no solo tienes que hacer las cosas bien, sino que los demás se enteren.
Nos pasa con la gastronomia, con el idioma, con el turismo, y un sin fin de cosas...el problema es que nunca nos hemos sabido vender como los franceses, o los americanos (por poner un par de ejemplos)
ese mismo comentario le hacÃa yo a Gluco en un post de Esther. Pero querÃa saber si es sólo mi apreciación o vosotros también lo veis asÃ.