Como he tenido el gusto de participar en Fiturtech gracias a Jimmy Pons y a los amigos del ITH, hablando sobre la experiencia de HOSTELTUR con el 2.0, os pego aquí más o menos lo que comenté (al menos, lo que había escrito para un frustrado proyecto de e-book con otros bloguers, y que me vino genial para la ocasión). Bon profit!
Este artículo no es fruto de sesudas reflexiones sobre el presente y futuro de los medios de comunicación online, ni tampoco es fruto de muchas lecturas y foros. Es, simplemente, fruto de la propia experiencia, de lo que nos hemos ido encontrando en una redacción como la de HOSTELTUR, especializada en la información profesional del sector turístico y con una cabecera en papel (la revista mensual) y el diario online –además de la Comunidad -, y que seguramente es lo mismo que se estarán encontrando muchas otras redacciones si permanecen con los ojos y los oídos abiertos y no tienen miedo a los cambios.
COMO UNA EMPRESA MÁS DEL SECTOR
En el caso de Hosteltur.com, un diario nacido en internet hace ocho años, está evolucionando poco a poco hacia el modelo 2.0, con un nuevo diseño y utilidades todavía en fase beta. No sólo el medio lo está haciendo, con él está adaptándose a la nueva situación, revisando los conceptos profesionales y redefiniendo la labor diaria toda la empresa: redacción, marketing, diseño, administración, departamento comercial, gerencia..., porque el 2.0 no es simplemente añadir un espacio de blogs a tu portal y comunicarte directamente con los lectores, sino que va mucho más allá.
Es curiosa la experiencia que hemos tenido en la redacción de HOSTELTUR. Empezamos a oír hablar del 2.0 en 2006. Entonces era algo que empezaba a conquistar terreno en los foros más avanzados del sector turístico. La web del diario tenía un espacio para blogs, aunque no se le prestaba mucha atención por parte de los propios redactores. Allí entraban una serie de profesionales del sector a escribir artículos y ponerse opiniones los unos a los otros, un grupo de siete u ocho personas como mucho. En febrero de 2007 dedicamos nuestro reportaje central de la revista de Fitur (número 156, descargable en el diario) a la comercialización online, con el subtítulo “El cliente es el rey”. Era nuestra primera aproximación al 2.0, y por lo que pudimos comprobar, también la primera aproximación de muchos de nuestros lectores. Ese reportaje marcó un antes y un después y durante todo ese año siguió siendo citado en multitud de ponencias y tomado como materia de estudio en varios centros universitarios con escuela de Turismo. El reportaje estaba muy bien, pero cuento todo esto porque el momento era clave y apenas algo estaba naciendo en el sector. Viendo el éxito de la revista, y gracias a que el reportaje central nos llevó a conocer no pocos bloguers y blogs turísticos, decidimos abrir una sección más en el diario llamada “Turismo 2.0”. El interés del sector, o al menos la curiosidad, por ese “nuevo” concepto estaba claro: todas las noticias de esa sección eran siempre de las más leídas del diario, aunque no de las más comentadas, lo que indicaba que el sector estaba leyendo pero no tenía mucho que decir al respecto. Estaba tanteando, aprendiendo.
Crear esa nueva sección e incorporar los blogs a la información no era una decisión sin consecuencias. Equivalía a revolucionar cómo había trabajado la redacción hasta entonces. Se trataba de un cambio de concepto integral. Nuestras fuentes habituales –fuentes conocidas, legitimadas, de confianza, habitualmente investidas de una autoridad reconocida en el sector: presidente de..., director general de..., consejero delegado de....-, se vieron ampliadas: los bloguers (Edu William, Juan Sobejano, Nando Llorella, Albert Barra, Jimmy Pons, Joan Gou y muchos otros), los profesionales del sector turístico que tenían un blog leído por otros profesionales como ellos pero no por el sector en general, se convertían en fuentes de nuestras noticias. Parece algo intrascendente, pero no lo es en absoluto. La fuente legitima la veracidad de la información, hasta el punto de que publicamos noticias sin citar la fuente a veces, por motivos varios, nos basta con el hecho de saber que es fiable.
Citar a los bloguers como fuentes de noticias era algo nuevo, revolucionario, arriesgado. “¿Pero éste quién es?”..., respuesta: “Un bloguer, tiene un blog muy interesante sobre marketing turístico”.., “ya, pero quién es”..., la pregunta siempre se refería a si esa persona ostentaba algún cargo en una empresa turística o un organismo importante y conocido. Un “simple” bloguer subía, de repente y por voluntad nuestra, al Olimpo de las fuentes y se colocaba en cuanto a credibilidad, veracidad y difusión al lado de los grandes del sector. Y no sólo se le citaba: se introducía en la noticia un enlace a su blog! Toda una revolución.
Y todavía implicaba otro cambio para los redactores: añadir los mejores blogs del sector, a nivel nacional e internacional, entre sus fuentes de consulta cotidiana. Buscar una noticia se convertía así en un reto que traspasaba las fronteras de las empresas y sus despachos y se trasladaba a la red. Unos bloguers muy bien informados, curiosos, con grandes conocimientos y desde dentro mismo del sector, podían aportar informaciones interesantes para el resto, para otras empresas y profesionales fuera de esa avanzadilla 2.0. Debíamos encontrarlos, leerlos, interpretarlos, contactar con ellos y servir a nuestros lectores el fruto de su trabajo mezclado con el nuestro. El bloguer obtenía una difusión mucho mayor a la que le posibilitaba su propio blog, y HOSTELTUR incrementaba cualitativa y cuantitativamente sus fuentes de información.
Llegando el verano de 2007, los bloguers que utilizaban habitualmente nuestra sección de blogs en el diario abrieron de repente su propio espacio bloguer en Google -incluso antes de Turismo 2.0-. Alarmados, nos pusimos en contacto con ellos: necesitaban herramientas que nuestra página no les proporcionaba, explicaron. Y era verdad, porque en el 2.0 se crea inteligencia colectiva y se comparte conocimiento, pero todo eso se sustenta en unas herramientas tecnológicas que avanzan muy rápido. En ese momento empezamos a ser conscientes de que algo estaba cambiando realmente, y de que si nos habíamos pasado unos meses hablando de cómo las empresas del sector tenían que aprender a convivir con internet y con los retos que ofrecía el 2.0 –no todos buenos a juicio de la mayoría- ..., quizás había llegado el momento también para nosotros.
En ese momento apostamos por situar a HOSTELTUR a la cabeza de los medios profesionales del sector en la aplicación y difusión del 2.0, igual que años antes lo había sido en la entrada en internet. Nos fijamos dos frentes de actuación: por una parte, convertir el diario en un diario 2.0 -algo que se está haciendo en estos momentos-, y por otra, construir una plataforma social para que aquéllos bloguers y otros profesionales del sector pudiesen efectivamente compartir conocimiento y experiencias, disponiendo de las herramientas que necesitaran. A este segundo proyecto le dimos prioridad, nos parecía necesario y queríamos poner esas herramientas a disposición de nuestros lectores, que irían aprendiendo a utilizarlas casi al ritmo en que lo hacíamos nosotros como medio de comunicación social. Queríamos adaptarnos a la nueva situación y no sólo informar al sector, sino también serle útil, abrirle puertas que pudieran llevarle a mejorar sus procedimientos, objetivos y competitividad. Lo que ya está claro es que en internet uno nunca acaba de llegar, y que el cambio y la adaptación deben de ser constantes.
EL PERIODISTA
Así como el 2.0 transforma el medio, el “producto” periodístico, también transforma el trabajo del periodista. Éste tiene que ser muy hábil –tanto como quienes vayan a interactuar con él-, necesita muchas fuentes, mucho criterio para discernir. Su papel se transforma en alguien que además de generar contenidos debe saber valorarlos, recogerlos, discriminarlos, recordarlos. Debe ayudar a que toda esa información, todo ese contenido, pueda convertirse en conocimiento y pueda ser útil. En realidad, lo que cambia no es en si el papel del periodista, necesita disponer de las mismas habilidades clásicas de la profesión, sólo que ahora multiplicadas por cien porque se expone más directamente a ser contrastado (y rebatido, criticado o incluso, burlado!).
En cierto modo, es una vuelta a los orígenes de la profesión: salir de los gabinetes de prensa, las agencias y las notas oficiales, y patearse la calle, aunque ahora se trate de las extensas avenidas de la información online. En la era digital el periodista debe convertirse en un experto husmeador de la red en busca de contenidos y fuentes, y en muchas ocasiones ya no sólo entra en competencia con los demás medios, sino con los bloguers y hasta con sus propios lectores!
En la prensa especializada, como es el caso de HOSTELTUR, la sinergia entre periodista y bloguer puede llegar a ser total..., y la competencia también. Al tratarse de profesionales del sector, personas con mucha información y conocimiento que a su vez también dedica mucho tiempo a las pesquisas online, colocan en la agenda informativa muchos temas que después serán tratados por el diario digital como noticia. En ese aspecto está claro que ellos son más rápidos para llegar según dónde!
Pero es que además, los lectores cuelgan comentarios a todas las noticias y en muchas ocasiones aportan datos que el periodista ignoraba. Se trata de un intercambio muy rico de información, pero también significa que el periodista debe encajar la crítica o, simplemente, el hecho de no haber pensado en algo que un lector de la información sí que ha tenido en cuenta. Eso es construir inteligencia colectiva, y quien ponga por delante a su ego no ha entendido el significado de compartir conocimiento. No voy a ponerme aquí a defender el papel del periodista, está claro que es y seguirá siendo necesario, pero lo bueno de la nueva situación es que a su papel tradicional se suman ahora dos nuevos aspectos: todo el potencial que significa trasladar a la red ese papel, más las aportaciones valiosas de otros profesionales no periodistas pero expertos en el tema tratado. Lo más de lo más.
COMUNIDAD HOSTELTUR
Esa sinergia es perfectamente visible en la Comunidad , la red social creada por HOSTELTUR para los profesionales del sector turístico. Este proyecto significó un nuevo reto a nivel periodístico: la redacción debía convertirse en bloguer, conocer las herramientas de una comunidad social y utilizarlas, ser capaz de generar interés y conocimiento, velar por la calidad de contenidos, advertir cuáles de ellos podían convertirse en noticia, contactar con los demás miembros de la Comunidad para plantearles preguntas o para que fuesen fuente de otras informaciones y reportajes...
La Comunidad no es un medio de comunicación clásico como el diario, pero también es un medio de información y comunicación! Este concepto también ha cambiado gracias a internet y al 2.0, porque en ese ámbito se pone más énfasis en la comunicación -que implica a más de una parte-, que en la información -que es unidireccional-. Como dice Juan Sobejano, tecnológicamente hablando estamos en la sociedad de la conversación y eso es lo que pretende la Comunidad HOSTELTUR, una conversación múltiple trasladada a la red para generar inteligencia colectiva, conocimiento útil y aplicable en concreto para los profesionales y empresas del sector turístico.
Estamos viviendo un momento apasionante y en la redacción nos sentimos pioneros. Muchos dilemas que se nos plantean tienen que ser resueltos por primera vez, estamos haciendo algo para lo cual no podemos utilizar la muleta de la experiencia. Y en parte mejor, porque los nuevos tiempos necesitan imaginación y nuevas soluciones. La experiencia no es lo suficientemente rápida para resolver las nuevas cuestiones, y los nuevos retos a los que nos enfrentamos necesitan nuevas habilidades, talento y osadía. Además de la voluntad de seguir disfrutando del viejo oficio de contador de historias, ahora todavía más interesante y retador que nunca porque la audiencia se levanta y participa. Contar historias útiles es la mejor profesión del mundo. Si encima de leerte, el receptor interactúa, te cuestiona, aporta información y la comparte, mucho mejor. El poder del “storyteller” se eleva hasta el infinito. Cierto que la historia dejará de ser suya, pero viajará, cambiará, pasará a ser de otros..., seguirá viva! exactamente el sueño de todo cuentacuentos desde el año cero.