El blog de Luis Simpson

Hace rato quería escribir del tema, pero por razones X ó Y, no cobraba esa deuda. Al parecer el momento ha llegado…Estoy en el acto de la escritura y razón es, que ya no me aguanto.

Premeditadamente, la intensión se enfocaba hacia una evocación artística…Escribir un cuento de esos raros y filosóficos, que a medida que avanza la lectura, el lector va descubriendo el misterio oculto en las palabras y el trasfondo del mensaje, que por momentos se vuelve confuso y se nos antoja, por todos los medios, desembarazar la monserga que nos muestra el autor.

La inteligencia se asienta en juego en cada alegato y como todos los lectores lo somos, quiero decir, inteligentes, invariablemente descubrimos y desentrañamos cada uno de los puntos tejidos por el escritor. No incumbe si al final sellan lo contrario. De ser paradójico, el cuento no cuenta,…desde nuestra perspectiva, ó simplemente el autor fue incapaz  y forzó el desenlace.

Pero, no, creo que en definitiva, no soy un escritor de esa talla, como para mantener la tensión de los lectores a ese punto y sorprender…, por lo que no será un cuento.

También lo pensé en más de 6 ó 7 formas disímiles e hilvané mentalmente, diversas noticias, para llegar con la idea,…, pero no, tampoco fue así.

Sin embargo, ahora escribo y todo sale de carretilla, como si todo lo que está en mis adentros, manifestase una inmensa urgencia por emerger al espacio cibernético y enredado…sin detenerse…

Palabra tras palabra, brota sin cavilar. Los dedos disponen y dictan, mi cerebro es inconsciente a cada impulso del teclado, que con sus toques de percusión, entonan una bella y compleja melodía… ¿Serán también códigos como los que estamos recibiendo inconscientemente en toda la net…?

Discúlpenme, desconocen aún de los códigos…

Es una simbología secreta de la tentación…Todos somos presa de ello…

Otórguenle espacio al pensamiento para escuchar que tal silva y esparce sus sílabas en la atmósfera,…”La crisis”…

¿No resuena como una gran tentación?

Ojeen y hojeen, repasen y lean periódicos, revistas, circunvalen las páginas de todo, naveguen, surfeen o naden en las profundidades, de cualquier ente… ¿Cuál es el argumento obstinativo?  “la crisis…”

Todo excursiona, contorneando la crisis, lo bienhechor y lo maléfico. Si hay festividad, esparcimientos y reposos, viajes, todo lo indisolublemente adjunto a la felicidad, siempre habrá una muestra, un espacio reservado donde  relucir  la crisis….

Todos pecamos de culpables…La sostenemos y nutrimos, le apaciguamos la sed leyendo y transmitiendo, leyendo y considerando, leyendo y escudriñando soluciones…leyendo y leyendo y ulteriormente , cantándole y coronándole.

Cada día surgen un sinfín de materiales sobre el tema, que impresiona, que embute desasosiego y horroriza……Se afianza en su trono por cada reafirmación, de su existencia.

No será muy duradera si todos lidiamos en su contra

… ¿Cómo subyugar e imponerse a esta endemoniado encantamiento?

Su malicia fue engendrada en y de pura especulación…y prospera, asciende y empina con otra versión especulativa…

No intuyo que sucumbirá de igual manera. No distingo fallecimiento tal, así.

Lapidemos la especulación, esta vez, de la palabra. Facturémosla al ayuno…Depurémosla…

Renunciemos a hostigarnos por la tentación a que nos transborda “La crisis”. Hagámosle mutis a su esencia y utilicemos la inteligencia colectiva para dar vuelta a sus códigos…

En definitiva, categórica e irreversiblemente ¡LA CRISIS  TERMINÖ! …

Desfiló y cruzó la tribuna tiempo atrás y hoy respiramos sus secuelas y todo lo que aporta la resaca de un banquete de negativos pensamientos.