¿Qué es un destino?... no nos quedemos en lo práctico, pensemos: ¿Qué es un destino? ¿Alguna vez hemos pensado mas allá de lo que todos sabemos?Â
Quien puede negar que un destino es un conjunto de sensaciones, de vivencias, de experiencias, de momentos, de segundos, que quedan en nosotros grabadas para siempre como un lugar del que recordamos hasta el punto de hacernos escapar una sonrisa, una lágrima, o un escalofrÃo: eso es un destino.
Podemos estar años y años intentando hacer ciencia de un destino, de sus estacionalidad, e incluso transformar como medibles, todas aquellas variables que nos ayuden a comprender sus movimientos, afluencias y picos.
Las pernotaciones, las estadÃsticas de ocupación y visitantes, podemos compararlas, podemos hacer benchmarking, podemos intentar aplicar las mayores técnicas jamás utilizadas en medición de estacionalidad turÃstica. Podremos hacer "case studies" de estrategias de éxito de otros muchos lugares, de acciones estratégicas, de oferta complementaria única, pero nunca podremos parecernos a otros destinos a la hora de desestacionalizarnos.
Un destino siempre será las sonrisas de los turistas que pasaron por ahÃ, un cruce de miradas entre dos personas que se han encontrado y conocido allÃ, una sensación única al disfrutar de una comida al lado del mar o en plena montaña; siempre tendremos que valorar, que nuestros destinos dependen de los seres humanos, y los seres humanos estamos definidos por unas caracterÃsticas no medibles: el amor, el deseo, las expectativas, el valor que damos a variables si medibles como un hotel, la atención de un recepcionista, la calidad de una comida, las vistas de un atardecer sin o con grandes carteles de publicidad haciendo que ese sitio sea paradisÃaco o cero sostenible.
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El turista siempre podrá cambiar de decisión en un momento determinado, en el último momento, al entrar en la agencia de viajes cuando se encuentre con alguien y le diga, no, no, ves a este otro sitio, por diversos motivos, seamos realistas, porque ahà se liga mas, porque te va a encantar sus paellas, porque tiene mejores playas en esta época, porque tiene un castillo maravilloso mejor que donde querÃais ir, porque hace un festival de música que os va a encantar..., cuando nuestro turista tenga claro que irá con su familia, amigos, novio, novia a ese lugar en el que quieren compartir ese recuerdo de un verano anterior, de otro momento vivido, de una sonrisa cómplice, todo puede cambiar en un segundo y siempre se nos escapará la medición de esos factores.
Profesionalicemos, midamos y analicemos todo lo que esté en nuestra mano, estadÃsticas, pernoctaciones, visitas, estrategias, tenemos herramientas por las que hubieramos dado todo hace muchos años, gracias a los profesionales de este sector, etc, ... pero jamás olvidemos que hay factores no medibles ni analizables: las decisiones, los deseos, las motivaciones y las expectativas de nuestros turistas, únicamente podemos trabajar en un sentido, y no es otro que en recordarles a nuestros turistas y visitantes lo que vivieron, soñaron, rieron y lloraron y las sensaciones que hacen recordar nuestro destino, ofreciéndole oportunidades interesantes de revivirlo, de una manera inteligente, trabajando nuestra oferta complementaria.
Estamos de acuerdo en trabajar la calidad de esa oferta mediante el benchmarking, pero lo que hace nuestro vecino o competidor, son otras sensaciones, otras vivencias, nunca será lo mismo, trabajemos en ser profesionales, pero también en todo aquello que nos hace únicos y nos hizo únicos para nuestros turistas y visitantes, en recordar la esencia de nuestro destino a lo largo de todo el año, haciendo que esos instantes vividos, esas senaciones, esas sonrisas, esas lágrimas, esas imágenes grabadas en nuestras retinas y cómo no, en nuestras cintas de video, es decir, todo eso vivido que algún dÃa queremos volver a vivir, lo sea en épocas no estacionales, todo el año, trabajando en lo que somos como destino, trabajando en sus emociones y sus recuerdos.
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 Puede que veamos la utopÃa de la desestacionalización al final del horizonte y cuando realizamos medible, profesional y analÃtico, un buen trabajo en definitiva, estamos caminando hacia ella, pero aún asà cada dos pasos que damos, se aleja otros diez; y podemos pensar, .. entonces ¿Por qué lo hacemos?: lo hacemos porque sabemos cómo es nuestro destino, y todo lo que podemos ofrecer a esas personas que una vez vinieron y aún recuerdan los escalofrÃos y las experiencias, y de esta forma, sin darnos cuenta, vamos apartando del camino hacia la desestacionalización todos los retos y defectos en oferta complementaria, que nos muestra la desestacionalización.
La unión hace la fuerza, trabajemos en nuestra oferta complementaria de éxito, en la profesional, la medible y diversa, pero, casi con mas pasión y profesionalidad, en toda nuestra oferta complementaria, en la endémica y propia, que para nuestros turistas nos hace únicos y les pone la piel de gallina recordándo esos momentos, y por supuesto, necesitando volver.
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Gracias por tu participación y suerte.
SLDS
jijiji, me ha encantado la foto del de sombrero de paja! Oye, estas imparable eh?
lástima que lo que mas te guste del post sea el hombre del sombrero de paja, ;) saludos
ah nonononono, yo no he dicho eso, me ha gustado el post, si no no lo hubiera votado solo por el señor del gorro!
Jjeejejej Paula me parece a mi que se te ha visto el plumero, jijijij
A mi me encantado!!!!
Hola Jonatan, estoy de acuerdo, esa es la idea: ser únicos para nuestros clientes por la vÃa de las sensaciones, emociones, recuerdos, deseos, motivaciones, expectativas, experiencias... y todo unido a una muy buena calidad y a un servicio fantástico. Eso es ideal y si todo sale bien tendremos muchas posibilidades de fidelizar a ese hipotético cliente del que hablas, pero el cliente cambia y la próxima cerveza (junto con todas las sensaciones) la querrá tomar en otra isla del Mediterráneo o en El Caribe...en cuaquier lugar del mundo.
Tomando tu analogÃsmo yo preferirÃa que el cliente se fidelizara con la cerveza (y el resto de sensaciones) antes que con el lugar o destino. En la industria de la titularidad compartida lo que intentamos hacer es precisamente eso: vendemos una semana de una unidad en un complejo (da igual siempre que cumpla determinados parámetros de calidad y servicios), es decir, la cerveza, y le damos la posibilidad de que se la beba en cualquier lugar del mundo. De esta manera conseguimos beneficios en dos direcciones: 1) el cliente está dentro de una organización que le ofrecerá servicios de primera en cualquier lugar del mundo a un precio muy razonable, y 2) el promotor del complejo que ha vendido derecho de uso al cliente obtiene ingresos incrementales por dos vÃas: la venta de la semana y la cuota de mantenimiento.
En definitiva me gusta tu planteamiento y es totalmente necesario actuar en nuestros destinos al nivel que propones, pero creo que es importante también tomar cierto control de la situación (desde el punto de vista hotelero) utilizando fórmulas de distribución que enfoquen directamente al cliente y que no nos hagan depender tanto de los grandes TTOO o de los grandes distribuidores on-line.
estoy completamente de acuerdo contigo si lo extrapolamos al segmento hotelero, la visión que querÃa dar en este post era referida al destino como ente integral, ya que creo que la estacionalidad por desgracia es coyuntural desde el punto de vista turÃstico, y afecta a todos los servicios que directa o indirectamente tienen relación comercial o social con la estacionalidad.
de todas formas, desde el prisma hotelero, estoy de acuerdo, gracias por la opinión
Hola!.Me ha gustado tu post y el video esta muy chulo.Yo hubo una temporada que trabaje en una inmobiliaria y cuando venian clientes interesados en una casa intentaba que se imaginase ya en su casa,decorada a su manera y practicamente acababan comprandola.Ahora que trabajo en un hotel hago lo mismo.Cuando los veo un poco indecisos resalto lo mas bonito del hotel e incluso les hago imaginarse cómo seria la estancia si accediesen a quedarse con nosotros.Eso se llama PsicologÃa.Creo que hay que saber la necesidades de un cliente y saber ofrecerles justo lo que necesitan o buscan.Es saber escuchar y saber ofrecer.Es muy bonito lo que has contado lo de los recuerdos.Pero yo creo que una persona que ha tenido experiencias agradables en un destino,cuando quiere volver no hay que hacer mucho esfuerzo en "convencerlo!.
De todas maneras,me ha gustado mucho y te felicito por recordarnos que detras de los destinos,las expectativas,estadisticas,etc...hay personas,personas reales que sin ellas el turismo no existiria.