¿Qué es un troll?
Un «troll» de Internet es el (normalmente es un él) que siente placer al sembrar discordia en Internet. Intenta iniciar discusiones y ofender a la gente.
Los trolls ven los servicios de comunicaciones de Internet como lugares adecuados para su extravagante juego. Por alguna razón, no «captan»
que hieren a gente real. Para ellos, los demás usuarios de Internet no son del todo humanos, sino una especie de abstracción digital. Como resultado, no sienten ningún tipo de pena por el dolor que infligen.
De hecho, cuanto mayor sea el sufrimiento que causan, mayor es su logro (tal y como lo ven ellos). De momento, el relativo anonimato de la red permite que florezcan los trolls.
Los trolls son completamente insensibles a las críticas (constructivas o no). No puedes negociar con ellos; no puedes hacerles sentir vergüenza o compasión; no puedes razonar con ellos. No se les puede hacer sentir remordimientos. Por alguna razón, los trolls no sienten que estén obligados a seguir las normas de cortesía o responsabilidad social.
Quizás esto suene inconcebible. A lo mejor piensa «Sin duda habrá algo que pueda escribir que les haga cambiar». Pero un auténtico troll no puede ser cambiado mediante meras palabras.
¿Por qué importa?
A algunas personas -especialmente las que han estado conectadas durante años- no les afectan los trolls, los consideran un inevitable riesgo de usar la red. Como señala el dicho, «no puedes tener un picnic sin hormigas».
Estaría bien si todo el mundo se lo tomara con tanta calma, pero la triste realidad es que los trolls desaniman a la gente. Los contribuidores arraigados pueden dejar un foro por las discusiones que encienden los trolls, y los lurkers (gente que lee pero no escribe) pueden decidir que no quieren exponerse a estos abusos y por tanto no participar nunca.
Otro problema es que las emociones negativas despertadas por los trolls se filtran a otras discusiones. Gente normalmente afable se puede volver agria después de leer un amargo intercambio entre un troll y sus víctimas, y esto puede envenenar las interacciones hasta entonces amigables entre viejos usuarios.
Por último, los trolls crean un entorno paranoico, de modo que una crítica tranquila de un recién llegado puede provocar una réplica feroz e inapropiada.
La Internet es un recurso maravilloso que está derribando barreras y eliminando prejuicios. Los trolls amenazan que continúe nuestro disfrute de este maravilloso foro de ideas.
¿Qué se puede hacer con los trolls?

Un «troll» de Internet es el (normalmente es un él) que siente placer al sembrar discordia en Internet. Intenta iniciar discusiones y ofender a la gente.
Los trolls ven los servicios de comunicaciones de Internet como lugares adecuados para su extravagante juego. Por alguna razón, no «captan»
que hieren a gente real. Para ellos, los demás usuarios de Internet no son del todo humanos, sino una especie de abstracción digital. Como resultado, no sienten ningún tipo de pena por el dolor que infligen.
De hecho, cuanto mayor sea el sufrimiento que causan, mayor es su logro (tal y como lo ven ellos). De momento, el relativo anonimato de la red permite que florezcan los trolls.
Los trolls son completamente insensibles a las críticas (constructivas o no). No puedes negociar con ellos; no puedes hacerles sentir vergüenza o compasión; no puedes razonar con ellos. No se les puede hacer sentir remordimientos. Por alguna razón, los trolls no sienten que estén obligados a seguir las normas de cortesía o responsabilidad social.
Quizás esto suene inconcebible. A lo mejor piensa «Sin duda habrá algo que pueda escribir que les haga cambiar». Pero un auténtico troll no puede ser cambiado mediante meras palabras.
¿Por qué importa?
A algunas personas -especialmente las que han estado conectadas durante años- no les afectan los trolls, los consideran un inevitable riesgo de usar la red. Como señala el dicho, «no puedes tener un picnic sin hormigas».
Estaría bien si todo el mundo se lo tomara con tanta calma, pero la triste realidad es que los trolls desaniman a la gente. Los contribuidores arraigados pueden dejar un foro por las discusiones que encienden los trolls, y los lurkers (gente que lee pero no escribe) pueden decidir que no quieren exponerse a estos abusos y por tanto no participar nunca.
Otro problema es que las emociones negativas despertadas por los trolls se filtran a otras discusiones. Gente normalmente afable se puede volver agria después de leer un amargo intercambio entre un troll y sus víctimas, y esto puede envenenar las interacciones hasta entonces amigables entre viejos usuarios.
Por último, los trolls crean un entorno paranoico, de modo que una crítica tranquila de un recién llegado puede provocar una réplica feroz e inapropiada.
La Internet es un recurso maravilloso que está derribando barreras y eliminando prejuicios. Los trolls amenazan que continúe nuestro disfrute de este maravilloso foro de ideas.
¿Qué se puede hacer con los trolls?
Cuando sospeche que alguien es un troll, puede intentar responder con un mensaje educado y suave para ver si simplemente es alguien que está de mal humor. Los usuarios de Internet dejan a veces que sus pasiones se liberen al sentirse seguros sentados delante del teclado. Si ignora su elevado tono de voz y les responde de una manera agradable, normalmente se calman.
Sin embargo, si la persona se empeña es ser bruta, y parece disfrutar siendo desagradable, la única postura efectiva se resume en lo siguiente:
La única manera de tratar con trolls es limitar su reacción a recordar a los demás que no respondan a los trolls.
Si intenta razonar con un troll, él gana. Si insulta a un troll, él gana. Si le chilla a un troll, él gana. Lo único que los trolls no pueden aguantar es que se les ignore.
Sin embargo, si la persona se empeña es ser bruta, y parece disfrutar siendo desagradable, la única postura efectiva se resume en lo siguiente:
La única manera de tratar con trolls es limitar su reacción a recordar a los demás que no respondan a los trolls.
Si intenta razonar con un troll, él gana. Si insulta a un troll, él gana. Si le chilla a un troll, él gana. Lo único que los trolls no pueden aguantar es que se les ignore.
Qué no hacer
Como ya se dicho, es inútil intentar «curar» a un troll de su obsesión. Pero quizás simplemente no pueda aguantar el ambiente hostil que crea el troll y quiera irse un tiempo.
Si lo hace, por el bien de los demás usuarios del sistema, no envíe un dramático mensaje de despedida. Esto convencería al troll de que está ganando la batalla. El mensaje más dañino que pueda escribir en un foro es quizás el anuncio de que lo deja por la hostilidad que el troll ha encendido.
Si siente que debe decir algo, un discreto mensaje al operador del sistema (y a algunos de los demás usuarios, si tiene sus direcciones de correo electrónico) es lo mejor que puede hacer. A propósito, si escribe la carta en un estado de agitación, es buena idea esperar una hora y después darle un último repaso antes de enviarla realmente. Eso le puede ahorrar el dolor de decir cosas que no piensa realmente a gente que le gusta.
Suplantación
Una técnica que usan los trolls para generar caos es hacerse pasar por una persona bien considerada. En algunos sistemas no hay nada que impida que alguien firme con su nombre un mensaje de mal gusto. En otros sistemas puede que el troll tenga ser un poco más astuto, quizás cambiando un carácter por otro. Éstos son varios ejemplos de varios trucos para engañar que se podrían usar contra una persona llamada Brenda Q. O'Really:
Brenda Q. O"Really Brenda Q. 0'Really Brenda Q O'Really
Brenda Q. O'Rea11y Bredna Q. O'Really 8renda Q. O'Really
Nota: «Brenda Q. O'Really» es un nombre inventado para ilustrar el engaño y no pretende hacer referencia ninguna persona concreta.
Si usted reacciona con enfado, el troll gana. Así que si ve en algún foro un mensaje suplantándole, simplemente escriba una respuesta a él titulado «Ése no era yo» y escriba solamente esto: Yo no escribí ese mensaje; es una falsificación.
Por supuesto, en ocasiones encontrará que la gente que le conoce bien ya haya identificado el mensaje como una falsificación y lo haya etiquetado como tal. Después de todo, uno de los objetivos del troll es darle mala imagen. Si usted tiene una buena reputación, la gente tendrá un indicio claro si un mensaje aparentemente escrito por usted está totalmente fuera de tono.
Se sabe que a los trolls les ha fastidiado tanto ver sus falsificaciones identificadas que han aprendido a escribir en el estilo de otra persona. Pueden acabar escribiendo un mensaje inteligente que sea indistinguible de sus propias palabras. Si sucede tal cosa, ¡siempre puede dejar el mensaje y atribuírselo a sí mismo!
Los trolls también escribirán alguna vez un «Ése no era yo» después de un mensaje genuino, intentando obtener un desmentido.
Realmente no hay razón para darle lo que quiere, puesto que una advertencia «Ése no era yo» simplemente le recuerda a la gente que sea escéptica. Es decir, no tiene transcendencia real si alguien no está seguro de que usted haya escrito un mensaje normal, dado que a largo plazo son las ideas las que son importantes.
El reto del webmaster
Cuando los trolls son ignorados, redoblan sus ataques, buscando desesperadamente la atención que ansían. Sus mensajes se vuelven más
y más groseros, y los envían más que nunca. Otra alternativa es que afirmen que se está recortando su libertad de expresión (más sobre esto más adelante).
El moderador de un foro puede no ser capaz de borrar inmediatamente los mensajes de un troll, pero su trabajo se hace mucho más duro si también tienen que leer numerosas respuestas a trolls. También se ven forzados a decidir si borrar o no los mensajes de gente bien intencionada que tengan el efecto no pretendido de animar al troll.
Algunos webmasters tienen que aguntar que usuarios concienzudos les digan que están «actuando como dictadores» y que nunca deberían
borrar ni un solo mensaje. Esta gente puede estar mal informada: pueden haber llegado a su opinión sobre el troll basándose en los mensajes que ven, sin darse cuenta jamás de que el webmaster ya ha borrado su material más horrendo. Recuerde que un troll tiene de hecho una alternativa si tiene algo de valor que decir: hay servicios en la red que facilitan sistemas de mensajes gratuitamente. De modo que el troll puede crear su propio foro, en el que puede tomar sus propias decisiones sobre el tipo de contenido que va a tolerar.
¿Exactamente cuánto podemos esperar de un webmaster cuando se trata de preservar los principios de la libertad de expresión? Algunos trolls se toman como un deporte el averiguar cual es el límite de resistencia del operador de un foro concreto. Pueden enviar una docena de mensajes, y que cada uno de ellos contenga 400 líneas de la letra «J». Eso es una forma de expresión, sin duda, ¿pero consideraría usted que es su obligación alojar a una persona así?
Quizás el reto más difícil para un webmaster sea decidir si tomar medidas contra un troll al que algunas personas encuentran entretenido. Algunos trolls tienen una chispa creativa y han decidido desperdiciarla perturbando. Hay un cierto placer perverso en observar a algunos de ellos. En última instancia, sin embargo, el webmaster debe decidir si
el troll se preocupa de montar un buen espectáculo para los participantes usuales, o si simplemente actúa para una audiencia de una persona: él mismo.
¿Qué pasa con la libertad de expresión?
Como ya se dicho, es inútil intentar «curar» a un troll de su obsesión. Pero quizás simplemente no pueda aguantar el ambiente hostil que crea el troll y quiera irse un tiempo.
Si lo hace, por el bien de los demás usuarios del sistema, no envíe un dramático mensaje de despedida. Esto convencería al troll de que está ganando la batalla. El mensaje más dañino que pueda escribir en un foro es quizás el anuncio de que lo deja por la hostilidad que el troll ha encendido.
Si siente que debe decir algo, un discreto mensaje al operador del sistema (y a algunos de los demás usuarios, si tiene sus direcciones de correo electrónico) es lo mejor que puede hacer. A propósito, si escribe la carta en un estado de agitación, es buena idea esperar una hora y después darle un último repaso antes de enviarla realmente. Eso le puede ahorrar el dolor de decir cosas que no piensa realmente a gente que le gusta.
Suplantación
Una técnica que usan los trolls para generar caos es hacerse pasar por una persona bien considerada. En algunos sistemas no hay nada que impida que alguien firme con su nombre un mensaje de mal gusto. En otros sistemas puede que el troll tenga ser un poco más astuto, quizás cambiando un carácter por otro. Éstos son varios ejemplos de varios trucos para engañar que se podrían usar contra una persona llamada Brenda Q. O'Really:
Brenda Q. O"Really Brenda Q. 0'Really Brenda Q O'Really
Brenda Q. O'Rea11y Bredna Q. O'Really 8renda Q. O'Really
Nota: «Brenda Q. O'Really» es un nombre inventado para ilustrar el engaño y no pretende hacer referencia ninguna persona concreta.
Si usted reacciona con enfado, el troll gana. Así que si ve en algún foro un mensaje suplantándole, simplemente escriba una respuesta a él titulado «Ése no era yo» y escriba solamente esto: Yo no escribí ese mensaje; es una falsificación.
Por supuesto, en ocasiones encontrará que la gente que le conoce bien ya haya identificado el mensaje como una falsificación y lo haya etiquetado como tal. Después de todo, uno de los objetivos del troll es darle mala imagen. Si usted tiene una buena reputación, la gente tendrá un indicio claro si un mensaje aparentemente escrito por usted está totalmente fuera de tono.
Se sabe que a los trolls les ha fastidiado tanto ver sus falsificaciones identificadas que han aprendido a escribir en el estilo de otra persona. Pueden acabar escribiendo un mensaje inteligente que sea indistinguible de sus propias palabras. Si sucede tal cosa, ¡siempre puede dejar el mensaje y atribuírselo a sí mismo!
Los trolls también escribirán alguna vez un «Ése no era yo» después de un mensaje genuino, intentando obtener un desmentido.
Realmente no hay razón para darle lo que quiere, puesto que una advertencia «Ése no era yo» simplemente le recuerda a la gente que sea escéptica. Es decir, no tiene transcendencia real si alguien no está seguro de que usted haya escrito un mensaje normal, dado que a largo plazo son las ideas las que son importantes.
El reto del webmaster
Cuando los trolls son ignorados, redoblan sus ataques, buscando desesperadamente la atención que ansían. Sus mensajes se vuelven más
y más groseros, y los envían más que nunca. Otra alternativa es que afirmen que se está recortando su libertad de expresión (más sobre esto más adelante).
El moderador de un foro puede no ser capaz de borrar inmediatamente los mensajes de un troll, pero su trabajo se hace mucho más duro si también tienen que leer numerosas respuestas a trolls. También se ven forzados a decidir si borrar o no los mensajes de gente bien intencionada que tengan el efecto no pretendido de animar al troll.
Algunos webmasters tienen que aguntar que usuarios concienzudos les digan que están «actuando como dictadores» y que nunca deberían
borrar ni un solo mensaje. Esta gente puede estar mal informada: pueden haber llegado a su opinión sobre el troll basándose en los mensajes que ven, sin darse cuenta jamás de que el webmaster ya ha borrado su material más horrendo. Recuerde que un troll tiene de hecho una alternativa si tiene algo de valor que decir: hay servicios en la red que facilitan sistemas de mensajes gratuitamente. De modo que el troll puede crear su propio foro, en el que puede tomar sus propias decisiones sobre el tipo de contenido que va a tolerar.
¿Exactamente cuánto podemos esperar de un webmaster cuando se trata de preservar los principios de la libertad de expresión? Algunos trolls se toman como un deporte el averiguar cual es el límite de resistencia del operador de un foro concreto. Pueden enviar una docena de mensajes, y que cada uno de ellos contenga 400 líneas de la letra «J». Eso es una forma de expresión, sin duda, ¿pero consideraría usted que es su obligación alojar a una persona así?
Quizás el reto más difícil para un webmaster sea decidir si tomar medidas contra un troll al que algunas personas encuentran entretenido. Algunos trolls tienen una chispa creativa y han decidido desperdiciarla perturbando. Hay un cierto placer perverso en observar a algunos de ellos. En última instancia, sin embargo, el webmaster debe decidir si
el troll se preocupa de montar un buen espectáculo para los participantes usuales, o si simplemente actúa para una audiencia de una persona: él mismo.
¿Qué pasa con la libertad de expresión?
Cuando los trolls ven que sus esfuerzos están siendo resistidos con éxito, a menudo se quejan de que se está infringiendo su derecho a la libertad de expresión. Examinemos esa alegación.
Si bien la mayoría de la gente en Internet son ardientes defensores de la libertad de expresión, ésta no es un derecho absoluto; hay limitaciones prácticas. Por ejemplo, no se puede gritar «¡Fuego!» en un teatro abarrotado de gente, y no se puede bromear sobre bombas mientras se espera para embarcar en un avión. Aceptamos estas limitaciones porque admitimos que sirver para un bien mayor.
Otro ejemplo útil es el control del espectro de radiofrecuencia. Quizás desee montar una potente emisora de radio para difundir sus ideas, pero no puede hacerlo sin solicitar una licencia. De nuevo, ésta es una limitación práctica: si todo el mundo emitiera sin restricción, las repercusiones serían molestas en el mejor de los casos, y con riesgo de vidas en el peor.
El ejemplo de la radio es útil por otra razón: con innumerables personas con una necesidad legítima de usar comunicaciones por radio, es importante asegurarse de que nadie esté monopolizando el canal. Solamente hay un número limitado de canales claros disponibles en cada banda de frecuencia, y se deben compartir.
Cuando un troll ataca un foro, generalmente envía un montón de mensajes. Incluso si sus mensajes no son particularmente incendiarios, pueden ser tan numerosos que ahogen las conversaciones normales (esto es conocido como flooding, inundación). No hace falta decir que no se puede permitir que las opiniones de una persona monopolicen el canal.
La respuesta definitiva al argumento de la libertad de expresión es éste: aunque podemos tener derecho a decir más o menos lo que queramos, no tenemos derecho a decirlo donde nos dé la gana. Quizás sienta intensas emociones sobre el hecho de que su vecino no haya cortado el cesped desde hace dos meses, pero eso lo da derecho a reprenderlo en su propio cuarto de estar. De modo similar, si un webmaster le dice a un troll que no es bienvenido, el troll no tiene «derecho» a quedarse. Esto es especialmente cierto en los numerosos servicios de comunicaciones gratuitos que se ofrecen en la red. (En los sistemas de pago, el troll puede estar en el derecho de solicitar un
reembolso).
¿Por qué lo hacen?
Afirmación.
Los usuarios habituales de la red saben lo delicioso que es que alguien responda a algo que ha escrito uno. Es un encuentro de mentes, lo que es un estremecimiento intelectual, pero también es un reconocimiento del valor de uno, y eso puede ser una recompensa emocional muy satifactoria.
Los trolls ansían atención, y no les preocupa si ésta es positiva o negativa. Ven la Internet como un espejo en el que pueden mirarse en un éxtasis narcisista.
Si quiere un análisis más profundo, quizá un psicólogo puede emitir algo más de luz sobre el asunto.
Si bien la mayoría de la gente en Internet son ardientes defensores de la libertad de expresión, ésta no es un derecho absoluto; hay limitaciones prácticas. Por ejemplo, no se puede gritar «¡Fuego!» en un teatro abarrotado de gente, y no se puede bromear sobre bombas mientras se espera para embarcar en un avión. Aceptamos estas limitaciones porque admitimos que sirver para un bien mayor.
Otro ejemplo útil es el control del espectro de radiofrecuencia. Quizás desee montar una potente emisora de radio para difundir sus ideas, pero no puede hacerlo sin solicitar una licencia. De nuevo, ésta es una limitación práctica: si todo el mundo emitiera sin restricción, las repercusiones serían molestas en el mejor de los casos, y con riesgo de vidas en el peor.
El ejemplo de la radio es útil por otra razón: con innumerables personas con una necesidad legítima de usar comunicaciones por radio, es importante asegurarse de que nadie esté monopolizando el canal. Solamente hay un número limitado de canales claros disponibles en cada banda de frecuencia, y se deben compartir.
Cuando un troll ataca un foro, generalmente envía un montón de mensajes. Incluso si sus mensajes no son particularmente incendiarios, pueden ser tan numerosos que ahogen las conversaciones normales (esto es conocido como flooding, inundación). No hace falta decir que no se puede permitir que las opiniones de una persona monopolicen el canal.
La respuesta definitiva al argumento de la libertad de expresión es éste: aunque podemos tener derecho a decir más o menos lo que queramos, no tenemos derecho a decirlo donde nos dé la gana. Quizás sienta intensas emociones sobre el hecho de que su vecino no haya cortado el cesped desde hace dos meses, pero eso lo da derecho a reprenderlo en su propio cuarto de estar. De modo similar, si un webmaster le dice a un troll que no es bienvenido, el troll no tiene «derecho» a quedarse. Esto es especialmente cierto en los numerosos servicios de comunicaciones gratuitos que se ofrecen en la red. (En los sistemas de pago, el troll puede estar en el derecho de solicitar un
reembolso).
¿Por qué lo hacen?
Afirmación.
Los usuarios habituales de la red saben lo delicioso que es que alguien responda a algo que ha escrito uno. Es un encuentro de mentes, lo que es un estremecimiento intelectual, pero también es un reconocimiento del valor de uno, y eso puede ser una recompensa emocional muy satifactoria.
Los trolls ansían atención, y no les preocupa si ésta es positiva o negativa. Ven la Internet como un espejo en el que pueden mirarse en un éxtasis narcisista.
Si quiere un análisis más profundo, quizá un psicólogo puede emitir algo más de luz sobre el asunto.

Conclusión
La próxima vez que esté en un foro y vea un mensaje de alguien que usted crea que es un troll, y sienta que debe responder, simplemente escriba un mensaje de respuesta titulado «Alerta troll» y escriba solamente esto:
La única manera de tratar con los trolls es limitar su reacción a recordarle a los demás que no contesten a los trolls.
Al enviar un mensaje como éste, le hace saber al troll que usted sabe lo que es, y que no va a ser arrastrado a su pequeña y retorcida afición.
La Internet es una colección espléndidamente caótica de material tanto serio como estúpido. Al ser tan libre, está obligada a tener problemas. Pienso que podemos disfrutarla mejor si tratamos con todo lo que pasa en la red con una irónica sonrisa abierta y un encogimiento de hombros preparado.
por Timothy Campbell (2001)
traducido por Quique Matías
La próxima vez que esté en un foro y vea un mensaje de alguien que usted crea que es un troll, y sienta que debe responder, simplemente escriba un mensaje de respuesta titulado «Alerta troll» y escriba solamente esto:
La única manera de tratar con los trolls es limitar su reacción a recordarle a los demás que no contesten a los trolls.
Al enviar un mensaje como éste, le hace saber al troll que usted sabe lo que es, y que no va a ser arrastrado a su pequeña y retorcida afición.
La Internet es una colección espléndidamente caótica de material tanto serio como estúpido. Al ser tan libre, está obligada a tener problemas. Pienso que podemos disfrutarla mejor si tratamos con todo lo que pasa en la red con una irónica sonrisa abierta y un encogimiento de hombros preparado.
por Timothy Campbell (2001)
traducido por Quique Matías
Licencia: Reconocimiento
Increíble tu análisis. Saludos
Muchas Gracias por compartir este texto Bernat.
Es fantástico.
Tendré pesadillas con los Trolls jejej.
Un besote
Joh
De nada, me encanta compartir conociemientos, experiencias o cualquier cosa que encuentro y considero interesante por la red.
Cabe destacar que este texto no es mío, sino de Timothy Campbell y traducido por Quique Matías.
Bernat, muy útil e instructivo. Sobre todo para los que estamos aprendiendo a gestionar un poco el tema de las redes sociales.
Es increible en la cantidad de situaciones no previstas en las que te puedes llegar a encontrar a diario, y que te suponen preguntas a las que no siempre tienes respuestas.
Para mí, todo lo que aquí has transcrito, va a suponer una guía del buen hacer en muchos aspectos.
Me lo guardo para un futuro próximo, me temo.
Bernat, fantástico, cada uno puede tener una idea o creer que tiene una idea de cómo gestionar actitudes, pero verlo en un soporte escrito afianza las reflexiones y también da pistas de cómo actuar, tanto a gestores como a usuarios.
Desgraciadamente, se producen situaciones complicadas con perfiles que encerrados en sí mismos, no ven ni las oportunidades ni las ventajas de interactuar de forma responsable y constructiva para uno mismo y para los demás. Una pena... Sin duda, la gestión de personas, actitudes y en este caso, trolls, no es para nada tarea fácil. Muchas gracias, este post es de recomendada difusión!
La foto me ha dado un poco de yuyu :-)
¿Dónde vive un troll? En su caverna.
No hase falta disir nadamás.
Gracias por compartir este texto, Bernat, nos será muy útil a todos. Después de todo es cierto que internet no es tan distinto del mundo offline, y seguro que todos habéis detectado a algún troll (con otro nombre, claro) en el trabajo, en el gimnasio, en le mercado, en la familia..., alguien dijo una vez que es gente necesitada de cariño y atención, y seguramente será cierto. Por mi parte tengo la teoría de que en el mundo hay gente que construye y gente que destruye..., y de estos últimos cuanto más lejos, mejor. Com dices, no hay que intentar cambiarles: es imposible, están en el mundo para ponernos a los demás a prueba. Los documentales de naturaleza de La 2 son muy instructivos!!
Un beso!
Entre Alicia en Wonderland y este texto el foro esta convirtiendose en algo muy literario jeje,
Gracias por el txt Bernat !!
Saluts
Me llamo la atención el hecho de que me lei el relato de Joh acerca de Alicia en Wonderland y su referencia a los Trolls, y luego me encuentro por internet este texto que creo que explica de forma muy completa el perfil de estas personas...
Totalmente de acuerdo con vosotros ante la afirmación que hay gente que solo busca la confrontación sin una razón o argumentación de peso fuerte. Si hay que hacer una crítica, que sea con educación y constructiva
¿Os acordais de E-Bcn y su comentario en Hosteltur.com? Jeje. Un claro ejemplo de Troll (lo que al final entre todos conseguimos lo que él queria)
Bernat.... fantástico! un 10 :)
Gracias por compartir, Bernat. Hagamos entre todos que el texto llegue al mayor número de personas posibles.
Un abrazo.
bufff como esta el cyber-mundo! doy gracias a que no me he encontrado con muchos a lo largo de mi vida virtual. Me encontré con uno en un articulo de la edicion digital de la revista Hosteltur, que pena que no recuerde cual era para enlazarlo. Quizás lo recordeis, era uno que llamaba friki de manera despectiva a todos los que participamos en este y otros proyectos de manera desinteresada, de hecho se crearon algunos posts en la comunidad haciendo referencia a este sujeto.
Ya lo recuerdo!
El articulo era el siguiente:
http://www.hosteltur.com/noticias/60982_como-cr...
y uno de los posts que se creo al respecto fue este
http://comunidad.hosteltur.com/post/2009-05-23-...
¿e-BCN es un ejemplo de troll?
En relacion a esto me viene a la cabeza un tema al que llevo dando vueltas un tiempo; La diferencia entre quien comenta en la Comunidad Hosteltur y quien comenta en la version digital del diario.
No se si es casualidad pero el 99 % de los comentarios en la comunidad aportan, no atacan, son constructivos y educados mientras que cada vez que veo comentarios en el diario digital suelen ser negativistas, algunos groseros e insultantes. ¿teneis la misma percepcion que yo?
Buen texto. Gracias por compartirlo!
Así es Jaime, hay cierta diferencia en el tono de los comentarios. Opino que el hecho de que sea obligatorio registrarse en la Comunidad crea barreras a muchos Trolls, por lo que acuden al diario Hosteltur.com para hacer de las suyas...
Si no hubiera que registrarse, la CH sería un campo de batalla!
Hola!!
A ver, chicos, es que no tienen nada que ver la Comunidad y el área de Opinión del diario Hosteltur. La Comunidad es para lo que la utilizamos y todos sabemos lo que es, en cambio, el área de Opinión del diario es para opinar sobre la actualidad, comentar noticias, rebatir de forma rápida y no necesariamente reflexiva, de alguna manera mostrar el latir segundo a segundo de muchos profesionales del sector que no son ni mejores ni peores por el hecho de que opinen allí y no generen conocimiento aquí. Fijaos la diferencia que hago: opinar y generar conocimiento. Son dos objetivos muy distintos, y también el formato lo es. En el diario se puede entrar con un calentón producido por la lectura de una noticia, o por un puro del jefe, y soltar lo que llevas dentro en ese momento. De hecho muchas veces se nota esa amargura, o cansancio, o frustración..., ése es el objetivo, es un termómetro del sector segundo a segundo, y sobre noticias concretas. También el anonimato facilita la agilidad de la sección, y por eso lo permitimos, aunque revisemos todas las opiniones que se cuelgan. Las hay con más o menos gracia, que aportan más o menos contenido, más o menos duras, pero eliminamos las que llevan insultos, las que faltan al respeto o a la integridad de las personas, etc...., ya digo, que son espacios muy diferentes.
A parte de ése que comentáis, y de algún otro, tampoco en el diario me he encontrado con muchos trolls (uno o dos, la verdad, exactamente como aquí)..., y en cambio sí con muchos profesionales cabreados..., es una pena.
Un saludo!
Gracias por la aclaración Esther, la tarea de un webmaster no es nada sencilla en este aspecto. Menos mal que velais por nosotros y no permitis que los Trolls crucen las murallas de la Fortaleza Hosteltur! Jeje
#15 Esther, antes de que existiera la comunidad yo comentaba en las noticias del diario y aunque no los denominemos trolls en muchos casos el tono era negativo y desagradable. Por eso agradeci tanto que se creara la comunidad. Ahora leo las noticias, leo los comentarios pero ni se me ocurre participar!
Bueno, Jaime, como yo lo entiendo, alguien que escribe un comentario en tono negativo no tiene por qué ser un troll!! Es que el mundo es así para mucha gente, y más concretamente: su trabajo es así.
Lamento mucho que me digas eso, porque pienso que alguien con tu forma de ver las cosas podría hacer una "pedagogía" muy importante en el área de Opinión, como pienso que la hacen muchos profesionales que opinan habitualmente y no lo consideran algo feo, o de inferior categoría, sino un espacio con libertad para opinar, quejarse, criticar, tener sentido del humor o demostrar mal humor. Y muchos de los profesionales que opinan allí a pesar de todo esto son también miembros de la Comunidad. Igual que un reportaje es diferente de una entrevista y de una crónica, una Comunidad como esta es diferente de un área de opinión de un diario. Ni mejor ni peor, sino diferente. Y os lo digo a todos con sinceridad, vuestras opiniones pueden generar mucho bien en el diario, son muy necesarias, por una simple cuestión numérica. Lo que llamamos "el sector" está cada día en Hosteltur.com. Aquí somos todos unos convencidos, la gran tarea está en los lectores del diario. Lo que me gustaría es que entendierais la importancia de opinar también allí, porque es lo que llega a TODO el sector CADA DÍA, al margen de edades, de ser o no nativo digital, de saber o no lo que es el 2.0. Éso sí es hacer pedagogía!!
Cada uno de vosotros es fundamental para mejorar el sector y si queremos que algo cambie, no basta con repetirnos las fórmulas entre nosotros. Puede que en el diario haya opiniones de poca trascendencia o que generen poco contenido, pero cada día, cuando me pongo a hacer de "señora de la limpieza" allí, pienso que son profesionales de esta industria que cada día se levantan esperando que las noticias no sean tan malas como las de ayer.
Saludos de nuevo!
Rectifico:
Participo pero menos:
1.- Por las razones ya citadas
2.- Porque hay tantas plataformas donde opinar (blogs, redes sociales generales, redes sociales profesionales diarios digitales etc.) que alguno hay que dejar de lado.
Pero está claro que si encuentro interesante una noticia y que en esta puedo aportar algo opino, que si "me enfrento" con otro lector en un debate sano debato, y que si la cosa se pone tensa (como ocurre en algunos casos) hago "mutis por el foro"
la ultima frase de mi comentario "ni se me ocurre participar" ¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿ estaria todavía con la legaña pegada!
Esther..que gran intervencion! de verdad, no me habia parado a pensar en la importancia que pueden tener los comentarios en el diario, y en que realmente quien opina alli puede llevar una dosis de realismo mucho mayor a todos los lectores y no necesariamente con el afán de molestar, solo de tener un sitio en el que debatir, quiza de forma anónima o no, lo que por otro lado entiendo en muchos casos (acabo de escribir un post sobre la gestion del miedo).
Creo que es super importante la matizacion que has hecho, y me sigue pareciendo increible, como tu has dicho, la capacidad de crear conocimiento que tiene esta comunidad, y como de un tema aparentemente didactico, se pueden sacar muchas conclusiones aplicables a otros temas.
Un abrazo, y de ahora en adelante me paseare mas por la seccion de opinion del diario.
Gracias.
Gracias por compartirlo Bernat! Si que es bueno!
Offtopic: El troll ese me recuerda un poco a los de David el Gnomo! :D