Es curioso en lo que desencadena la letra de una canción en una persona que tiene más edad y que por lo tanto ha vivido más, leido y aprendido más de la vida.
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Estaba yo escuchando una canción de un grupo español que ya tiene sus añitos y cuya letra comienza asÃ:
" Me han abrigado/ llegaba al colegio/ 1960 ya va haciendo tiempo/sentados frente a una cruz y a ciertos retratos/entre bostezo y bostezo.. gloriosos imnos pesados/ despertamos en pupitres de 2 en 2/ aún recuerdo el estrecho bigote de Don Ramón....", seguro que algunos conocéis al grupo (es que no quiero poner el nombre del grupo no vaya a ser que alguien lo asocie a alguna ideologÃa polÃtica...).
 Al caso, mi padre escuchó la letra y ni corto ni perezoso me dijo: "apaga eso que te voy a contar y explicar cómo vivà yo durante esa época". Apagué y escuché.
Fue muy interesante cómo lo analizó. No pintó ni a Franco ni a perico de los palotes (por favor entiendase que le daban igual los bandos) ni como el malo ni como el bueno. Simplemente me dijo: "yo he salido del campo, y de lo que me tenÃa que preocupar era en ayudar a mi familia; mis obligaciones eran: trabajar la tierra, vender las hortalizas y estudiar donde los curas. No me faltaba de nada, tenÃa un sitio para dormir y tenÃa para comer". A lo que añadió: "¿qué os ha pasado? ¿Por qué ahora los intereses de los jóvenes han cambiado? ¿Por qué ahora sois tan egoistas? Tenéis que entender que España es lo que es ahora por el sacrificio que vosotros, los jóvenes, nunca haréis y que nosotros sà hemos hecho y sosis vosotros los que la echaréis a "perder"."
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No sabÃa qué decirle, ¿de verdad somos tan egoistas? ¿Tanto han cambiado los valores inculcados? ¿Nos han dado tanto que no sabemos apreciarlo? o... ¿me puede explicar alguien cómo se ha llegado a éste punto por favor? Lo único que se me ocurrió decir fue: "pero si yo a ti nunca te he pedido nada". (Jejejeje muy ingenua yo).
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Todo venÃa por un artÃculo que estaba leyendo sobre cómo un ministro holandés hacÃa referencia a calvino de un periódico atrasado. Leà el artÃculo. En concreto me llamaron la atención las frases que pego a continuación:Â
1.- "Pensamiento a largo plazo, ahorrar para futuras generaciones, sobriedad y ética profesional": todas estas lecciones, ha dicho, las ha aprendido del gran reformista protestante y las considera indispensables para salir de la actual crisis económica. Para el polÃtico holandés, esta crisis "es también de carácter moral y ha sido creada por la avaricia, la preocupación por el dinero y el egoÃsmo"
2.-Â El gran paÃs de los comerciantes y de los manufactureros, el lugar donde reinaron la austeridad y el culto al trabajo, la capacidad de ahorro y las buenas artes para reinvertir las ganancias.
3.-Â ... al rigor de Calvino frente a todos esos capitalistas de pacotilla, amigos del derroche y la avaricia. No tanto egoÃsmo como austeridad y ascetismo.
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Ahora lo entendÃa todo, lo entiendo, y recapacito sobre muchas cosas, sobre cómo vivimos y sobre cómo hacemos que nuestros hijos piensen qué es y cómo es la vida.
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Hola Laura, ni se me ocurre meterme en un debate entre hija y padre!, sólo decirte que lo más positivo es que se produzca ese diálogo.
No sé la edad de tu padre, pero no será mucho mayor o menor que yo, con lo que hemos vivido probablemente la misma etapa. Cada generación tiene elementos comunes propios de la misma (guerra, postguerra, transición, democracia, internet...), otros comunes con otras generaciones y otros que son más propios del entorno personal, pues no todos tenemos las mismas vivencias y las generalizaciones generacionales (¡Vaya trabalenguas!) pueden caer en prejuicios; en ese sentido ni todos los nacidos en la postguerra o en mitad del fraquismo las pasaron canutas, ni todos los jóvenes actuales son unos malcriados.
Yo vivà la transición y era lo que un amigo mÃo llama "anarcopijo", es decir un niño bien con ideas revolucionarias. Vivà intensamente la transición y como tantos otros nos empapamos de idealismo, de contracultura, de ilusión por salir de un franquismo atenazante, pero otros muchos de mis compañeros preparaban oposiciones, se casaban por la Iglesia y consumÃan todo lo que el mercado ofrecÃa, si su economÃa se lo permitÃa y otros curraban de lo lindo, estudiaban y se casaban muy jóvenes y con 25 años eran padres de familias numerosoas. De todo habÃa.
Ahora hay una libertad (en minúsculas) que os permite a los más jóvenes hacer cosas impensables para nosotros a vuestra edad, pero creo que algunos luchábamos por la Libertad (en mayúsculas) pero nos han dado gato por liebre y muchos paradigmas negativos del pasado ahora están acrecentados aunque convenientemente maquillados de modernidad. Por ejemplo -sin considerar la lacra de las agrexiones de hombres a mujeres- ahora vivimos un machismo camuflado donde la mujer tiene aparentemente más oportunidades profesionales o sociales y más libertad (a excepción de las inmigrantes de algunos paÃses), pero a su vez es prisionera de la moda y de una determinada estética como nunca.
Y, sÃ, efectivamente como comentas, no es extraño que lo que comentas provenga de un paÃs contradictorio como Holanda, donde conviven corrientes de pensamiento muy dispares: desde las representadas por la libertad de consumo y venta de algunas drogas y fenómenos como el Barrio Rojo de Amsterdam, junto a un mercantilismo potente y, a la par, algunos de los movimientos filosóficos (esotéricos, humanistas, siguiendo por ejemplo la tradición de Erasmo de Rotterdam, gnósticos, etc.) y cristianos, más importantes del mundo.
Coincido con algunos de los apuntes del ministro holandés, haciendo referencia a su rica tradición protestante, tan importante para la construcción de la Europa más socialmente avanzada, y pienso que lo peor de la crisis no está en la parte económica, sino en que igual que cayó el comunismo soviético, el modelo capitalista occidental está tocando fondo y está lleno de contradicciones cada vez más insostenibles. El consumismo a ultranza como sostenedor del crecimiento económico, junto con las locuras colectivas del pan y circo en versión S-XXI (leáse fútbol, famosos, cantantes, TV...), la voracidad de las distintas administraciones públicas en gastar y endeudarse y, sobre todo, la demolición de los Valores del Clan (el respeto a los ancianos como portadores de sabidurÃa, la separación de los roles entre hombres y mujeres, y entre jovenes y mayores, los ritos iniciáticos, la importancia y le poder de de la religión, la lealtad al Grupo, la obediencia al lÃder, el respeto casi reverencial a médicos y maestros...) puede suponer una mayor libertad para el individuo, libre de tantos condicionantes, pero el problema es que no han sido sustituidos por nada sólido y la crisis de valores es infinÃtamente más preocupante que la económica...
Ójala que la humanidad (especialmente en este caso la ocidental y la occidentalizada) sea capaz de encontrar un rumbo y construir unos valores sólidos que sustituyan a los que nos han mantenido, con todas sus miserias e imperfecciones, vivos como especie. Igual renacemos como una especie nueva o nos vamos para el carajo!
JAjajaja Carlos, yo creo que nos vamos al carajo!!!!
Llevas mucha razón, se han eliminado unos valores pero sin sustituirse por otros sólidos. Asà acabaremos mal.
Gracias por tu punto de vista!