Vuelta del verano y despues de algunas semanas poniendome al dÃa  he encontrado un minuto para volcar un nuevo post en este pequeño, y poco aprovechado blog.Â
El tema es sobre como viajar con niños, sobre todo para que ellos se lo pasen en grande y nosotros, los padres, podamos descansar!!.Â
Les cuento. Este verano he conocido una cadena hotelera en Austria (Kinder Hotels), la cual se creó hace casi 20 años como una corporación empresarial entre varios propietarios de casas alpinas y pequeños hoteles a lo largo de ese paÃs. Con el paso de los años se han ido incorporando muchos más hoteles, hasta tener en la actualidad más de 70 en su cartera de negocios. Esa unión de propietarios puso en marcha un negocio enfocado a ofertar actividades para las familias, tanto en invierno como en verano, en donde los niños pudieran jugar, relacionarse y conocer todo el entorno de naturaleza que rodeaba cada hotel. Algunos de ellos ofrecen también granja con animales, en donde todos los niños cuidan, dan de comer y aprenden como se vive en una granja. También se puede aprender a montar a caballo o a pony (dependiendo de la edad de cada uno) en el verano, mientras que en invierno se enfoca más hacia deportes de nieve. Pero en todos ellos prima algo por encima de cualquier otra cosa, y es la atención que se presta a todos los niños sin importar la edad de cada uno.
En estos hoteles las actividades están coordinadas por pedagogos, sino no se entiende que se pueda mantener entretenidos a multitud de niños de diferentes edades (desde un año hasta los 15) durante 10 horas al dÃa, sin que se repitan juegos y actividades a lo largo de una semana.
Hablando con los propietarios del hotel, me indicaron que su nivel de ocupación anual estaba en torno al 80%, y que el Ãndice de clientes repetidores llegaba al 70%. Con esos números no necesitas campañas de comercialización, sólo una buena marca que sea reconocida por los niños.
Lo que hace también atractiva a esta cadena es que han integrado antiguas granjas y casas familiares,  en zonas y pueblos que no tenÃan casi oferta turÃstica, en un negocio con futuro, por lo que la recomendación de la empresa a sus hoteles es “no construyas nada que no esté directamente relacionado con lo que conoces y ya tienesâ€. Lo que es común en todos ellos son los lugares para jugar, las actividades a realizar y los juguetes que ofertan (desde tractores de pedales, hasta todo un set para jugar a las cocinitas en una inmensa casa de muñecas).
La venta de este producto se hace bajo tarifas de Todo Incluido, lo que permite a nuestros hijos coger helados sin tener en cuenta a los padres. Tampoco habÃa problemas para tomar jugos de frutas o refrescos a cualquier hora (la Coca-Cola quedaba fuera del paquete con la idea que los niños puedan dormir cuando llegue la hora).
En Canarias he conocido un hotel (Princesa Yaiza Suite Resort Hotel) que ofrece un producto muy similar, pero adaptado al tamaño del mismo (más de 430 habitaciones). Toda la zona infantil-juvenil está en lugar separado de las instalaciones generales del hotel, y es que soportar durante todo el dÃa a más de 300 niños puede convertirse en una pesadilla en vez de unas vacaciones. Aquà tienen muy bien delimitadas las actividades para los niños en función de su edad. Y al igual que en Austria, su Ãndice de clientes repetidores es muy alto.
Ahora que estamos todos pensando en como reinventar nuestro producto turÃstico para conseguir nuevos clientes y fidelizar, aún más si cabe, a los que ya nos conocen, la opción de turismo familiar es algo a tener en cuenta. Pero para ello hay que definir el producto familiar con ayuda de especialistas en trato con niños, ya que el pequeño espacio que se reservaba en los hoteles para el Mini Club, y los dos o tres trabajadores de animación dedicados a ellos, deben ser parte del pasado.
Hablamos de que nuestros hijos son cada vez más difÃciles a la hora de complacer con nuevas actividades. Les ofrecemos de todo y están perdiendo el interés por las cosas. Piensan que todo se consigue sin esfuerzo y por eso las vacaciones con ellos dejan de ser una experiencia para descubrir, y se convierten más en un quebradero de cabeza para los padres que buscan un tiempo de descanso y esa parte tan importante para nuestros hijos que es la ilusión.
Si queremos enfocar nuestro producto hotelero hacia el turismo familiar, tendremos que asesorarnos con especialistas en temas infantiles, ya sean sicólogos, pedadgos o incluso profesores. Ellos sà que saben como tratar a los "pequeños mounstros" que tenemos en casa, y lograr con ello un servicio de muy alta calidad que sea altamente valorado por quienes lo van a utilizar, los niños.