Buenas,
Así definen los kazajos a su nueva y reluciente capital: Astana. Situada en el centro de Kazajstán, la ciudad tiene muy poca historia, como el mismo país de hecho, que se independizó de la antigua URSS en 1991. Lo que hace a Astana especial no es su ubicación geográfica, enmedio de una estepa muy parecida a la nada: una inmensa explanada sin vegetación apenas y sin árboles, aunque con un río. Tampoco es su gente, tan acogedora, haciedo honores a su pasado nómada, aunque guerrero. Ni su comida, exquisitas verduras y carnes, aunque su plato nacional sea a base de carne de caballo. Lo que hace especial a Astana es su propia existencia: un núcleo de cristales brillantes y altos edificios en medio de la nada, producto de un sueño quizá algo delirante del presidente vitalicio del país Nursultan Nazarbayev.
Norman Foster, Kisho Kurokawa y otros aquitectos de prestigio internacional están diseñando edificios para esta ciudad mastodóntica. Parece una maqueta a escala gigantesca, con pequeños coches y pequeños seres humanos caminando por sus calles, amplísimas avenidas, desmesuradas plazas. Astana no tiene un barrio antiguo, bueno, sí lo tiene, un barrio con apeñas unos años de vida. Alguien que vive aquí nos dijo, nada más llegar: “Astana es una ciudad sin alma”, una oportunista que llega con los bolsillos llenos de dinero procedente del petróleo y de los créditos internacionales. Es fruto de los pensamienos megalómanos de su presidente, que ha decidido construir un centro administrativo único, una ciudad fantasma cuyos edificios son ministerios, sedes varias del Gobierno, algún hotel igualmente mastodóntico, embajadas y similares. Una pirámide que desea compararse a las de Egipto, un palacio presidencial que quisiera estar en París, un ‘mall’ primo lejano del de Washington..., Astana es como la mansión lujosa y poco elegante de un nuevo rico: cuanto más grande, más dorada, más brillante, mejor.
El 'mall' de Astana, con la torre y el sol dorado, y al fondo la residencia presidencial.
No tiene alma porque las ciudades nacen históricamente de la gente, de su actividad alrededor de un mercado, de una plaza, con una bodega, un herrero y quizá una casa de citas. Esas cosas forman el alma de las ciudades, a base de siglos de actvidad, pero nunca se ha creado alrededor de la residencia oficial del presidente y del ministerio de defensa, ni alrededor de edificios imposibles y llamativos diseñados por grandes arquitectos.
Astana no tiene alma. El centro de la ciudad está ocupado por una alta torre coronada por una gran circunferencia dorada, alegoría de la leyenda del dragón que se traga el sol y así hace avanzar los días y las estaciones. Dentro de la circunferencia dorada, en la parte más alta, kazajos venidos de todo el país visitan con emoción una especie de tarima, se suben a un escalón y ponen su mano derecha encima de un triángulo metálico. También los niños, y hasta los bebés, ayudados por sus madres o abuelas. Y se hacen fotos con la mano derecha reposado ahí. Es porque ahí está la huella en metal de la mano derecha del presidente, y todos quieren poner su mano en la de él. En esa postura piensan un deseo (que se supone va a ser cumplido, no sé muy bien si por el presidente o por otro ser superior!).
En Astana no hay colas del paro, claro, tanta es la actividad de construcción, con larguísimas avenidas pobladas de esqueletos de edificios y grúas. Y aún ahora afectada por la crisis también la economía kazaja, no hay desempleados: siempre encuentran una explanada de tierra que converir en jardín, o en plaza, en acera o en calle a ninguna parte...
¿Conseguirá ser Kazajsán un destino turístico de nivel? Éso es lo que busca su presidente, y por ello se celebra en Astana la XVIII Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo.
Pero Almaty, la antigua capital, seguirá siendo el alma del país aunque el Sr. Nazarbayev se empeñe ahora en que el corazón se traslade a Astana. A pesar de la hospitalidad -auténtica- de sus habitantes, la flamante capital no tiene calidez humana, es un decorado de cartón piedra, vacío y desproporcionado. Y es que hay cosas que no pueden ser, y que además son imposibles.
Muy bueno Esther, gracias por hacernos viajar hacia esta ciudad. Sólo el tiempo y las personas que vayan naciendo allí, irán moldenado los edificios de tal forma que el corazón de Astana comenzará a latir.
Pues si, Noelia, asi sera seguramente dentro de un par de generaciones. Es increible lo que los humanos podemos hacer si nos lo proponemos. Esta terminando el gran concierto ofrecido para celebrar la inauguracion de la Asamblea General. Los kazajos son grandes musicos, y han actuado varias sopranos y tenores con voces realmente bellas, ademas de varias orquestas y cuartetos sorprendentes.
He podido ver in person al famoso y querido presidente Nursultan, y realmente su presencia impresiona y sus palabras convencen. Entiendo que los kazajos le vean como a un lider, casi como al padre de su nacion recien estrenada. Esta gente sabe lo que es reinventarse despues de mucho tiempo sin existir, sin identidad propia...
Manana (teclado sin nuestra letra favorita, sorry!) os cuento mas, porque hay mucha tela que "contar" sobre ese pais....
Hasta manana!
Hasta han creado un equipo de ciclismo galáctico, al estilo Florentino Perez que se lleva paseando por Europa un par de años con los mejores,incluyendo al renacido Lance Armstrong. Su última victoria en el tour de France, de la mano del super hombre Alberto Contador...
Un saludo Esther.
Hola Esther, un poco tarde pero no quería dejar de leer tus posts sobre Kazajstán! Me surge una pregunta en esta historia sobre Astaná. Parece que hay muchos países por el mundo construyendo ciudades de la nada, sobretodo en la región de oriente medio con todos los petrodólares. Es Kazajstán un caso parecido? Leo algo sobre el dinero de los petrodólares en tu post. Así que pod ahí deben de ir los tiros, no? Cuéntanos algo de su gobierno (bueno, quizá lo haces en los siguientes post y estoy hablando por hablar). También tiene el equipo de ciclismo que lleva el nombre de la capital. Es todo la ciudad un capricho del gobierno?
No, Blanca, no es un capricho del gobierno sino de su presidente, un viejo dirigente regional soviético que es ahora presidente vitalicio de su país. Astaná es su sueño, su proyecto y su gloria terrenal, y los habitantes realmente lo veneran como padre de la patria.
Es un país muy interesante, por su pasado, su presente, y ese futuro con el que sueña, pero la verdad es que están haciendo las cosas bien y están gastando mucho dinero en construirse esta ciudad excesiva, pero también en mandar a jóvenes a estudiar fuera.
Sigue leyendo y descubrirás otras cosas..., y si quieres más info, me lo dices, que me encanta escribir sobre esto!!!
Me temo que no van a conseguir nada sólo con dinero. Un destino turístico no se crea a golpe de talonario y lo que sobra por ahí son ciudades con edificios de arquitectos famosos. El viajero busca otras cosa y de momento les faltan muchos años para conseguirlo.
Un saludo desde http://todohosteleria.blogspot.com