La realidad 2.0 del turismo

Antes de nada decir que para mí es un honor pertenecer a esta comunidad y que he aprendido muchas cosas de sus integrantes como lector.

Espero y deseo desde la humildad, aportaros algo ahora desde la óptica de participante activo.

Bueno al grano ; )

Me gustaría abordar en este, mi primer post, un tema de pura actualidad y que sin duda ha levantado, tal vez demasiadas ampollas. No quiero mencionar nombres ni citar reacciones o comentarios; simplemente quiero poner de manifiesto la necesidad de encontrar el equilibrio. Me explico. En esta nuestra profesión, al igual que en el resto de órdenes de la vida es prioritario evitar caer en la radicalización de cualquier idea, concepto asumido o creencia. Las corrientes de opinión extremas son muy peligrosas y terminan siendo autodestructivas. Tanto la historia antigua como la contemporánea han dado buena fe de ello en múltiples ocasiones.

Por eso, resultando tal vez demasiado osado, llamo a la reflexión a todos y cada uno de nosotros. Probablemente, estéis pensando que el único que exagera soy yo. Tal vez estéis en lo cierto,  pero lo que pretendo es evitar que nuestra pasión por la realidad 2.0 del turismo entre en una espiral de la que sea difícil salir. No podemos pretender que las personas que estén ancladas en conceptos de turismo pasados tengan una evolución sin paliativos hacia lo que nosotros defendemos. Es demasiado complicado a pesar de que existan casos de personas que se han adaptado perfectamente a esta nueva tendencia. En nosotros radica la importante misión de que nuestra fe tangible, aunque parezca una incoherencia, permanezca y no se convierta en una moda pasajera. La asunción de esa fe ya es cuestión de cada uno.

También considero importante que la antigua escuela no caiga en la crítica destructiva y en la acusación de brujería. Ya existió un Tribunal de la Santa Inquisición y fue nefasto. Ni somos brujos, ni son dinosaurios.

La coexistencia de ideas contrapuestas o si lo queréis así, no complementarias, es magnífica para el debate y para el crecimiento profesional y personal de cada uno de nosotros. No obstante, conviene evitar caer en la asunción de un modo personal de las críticas vertidas. Es esencial ver las cosas y considerarlas con la suficiente perspectiva.

Aprendamos los unos de los otros y consideremos que nuestra verdad también puede albergar parte de mentira o de error. Creo sinceramente que ahí está la clave.

Bueno, hasta aquí mi primera contribución. Espero que sea bien recibida y me disculpo de antemano si he provocado que algunas de las ampollas de las que hablaba al principio se hayan reventado

Saludos desde Alicante.