Conocida como la “isla redonda” por su forma circular, es una isla volcánica caracterizada por escarpados barrancos que le procuran un paisaje pintoresco y rico en contrastes.
Es considerada como un pequeño continente en miniatura por la variedad de ambientes naturales que ofrece: playas, acantilados, desiertos, valles, montañas y picos rocosos, donde se puede encontrar una fauna diversa y plantas exóticas.
Su mar y la naturaleza que la rodea, son algunos de los principales recursos que han contribuido a su fuerte impulso turístico, sin olvidar la antiquísima cultura de los guanches, cuyas tradiciones sobreviven en las costumbres locales y las artesanías.
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