Blog del grupo Liberta de Expresión

He tenido la oportunidad de desvirtualizar a muchos de los colegas de la Comunidad y, al parecer ha habido una sorpresa por lo “agradable que soy” en persona. Comentarios que se me trasladó en varias ocasiones.

Ello me ha hecho reflexionar y dar traslado a algunas explicaciones que intenten mejorar, en lo posible, el entendimiento del contenido de mis escritos y mis relaciones con la mayoría de los Comuneros. Parafraseando a Abraham Lincoln no puedo agradar a todo el mundo todo el tiempo.

En primer lugar deseo confirmar que no soy nada parecido a Mr. Hyde y Dr. Jekyll. Poseo una sola personalidad y esa es la que se vio en los encuentros que tuve con todos los Comuneros el jueves noche y el viernes a mediodía. Tengo mis virtudes y mis defectos, como todo ser humano. ¿Cuando me preguntan yo suelo contestar que ni siquiera el Bueno de Dios es perfecto (ahí tenemos el terremoto de Haití), como va NADIE a ser perfecto o a tener razón el 100 por cien de las veces?

Por consiguiente, yo voy a equivocarme. Voy a cometer errores. Voy a decir tonterías. Por qué? Sencillamente porque no soy perfecto. Y me gustaría que se me juzgara por el conjunto de mis comentarios y no por uno en particular. Como yo hago con TODOS LOS COMUNEROS. Todavía está por venir que yo apriete una sola vez el botoncito de “spam”. Y pondría las dos manos en el juego para confirmar que no creo que lo haga jamás en el futuro. Mi forma de ser no me lo permite.

Bien. Ahora yo os ruego que reflexionéis y penséis si alguno de aquellos a los que ha disgustado alguna vez mi/s comentario/s puede tirar la primera piedra y afirmar que sus comentarios son siempre perfectos y que utilizan la libertad de expresión con absoluta escrupulosidad para no herir la sensibilidad de nadie. De ser así, ruego que me tiréis tantas piedras como deseéis. De lo contrario, os ruego me perdonéis mis imperfecciones, igual que yo, de antemano y siempre, perdonaré vuestras imperfecciones.

Para finalizar, confirmar que no tengo jamás la intención de molestar a nadie. Y si alguna vez aparentemente lo he hecho que sepáis que es sólo en apariencia porque no soy Mr. Hyde y el Dr. Jekyll, soy Eduardo, el Pepito Grillo de la Comunidad, por decisión de mi amigo Jaime López – Chicheri, con el que no estoy en desacuerdo, por mi estilo de pluma, imperfecta como la de todo ser humano, pero con la voluntad de hacer el bien a la mayoría.

Ha sido un verdadero placer conoceros a tantos y debo decir que todos me caéis súper bien. No he encontrado a  ningún Pinocho.

Besitos y abrazos, Eduardo (el amistoso Pepito Grillo)