La crisis económica está desembocando en una crisis de valores que nos exige un replanteamiento de cómo actuamos y hacia donde nos dirigimos, es cada día más evidente según se alarga la crisis y vamos conociendo mas detalles de la situación económica.
El estilo de vida moderno impuesto en los últimos lustros basado en las prisas, comida rápida, consumismo a raudales, imponiendo el valor de lo económico e inmediato en detrimento de lo natural y saludable (entre otras características) debería de hacernos recapacitar sobre dónde estamos y donde queremos dirigirnos.
En el interesante reportaje de Mercedes de la Rosa: Consumo. El trueque del siglo XXI publicado en el país con fecha 21/02/2010 se reflexiona sobre la crisis de valores y como nuevos movimientos surgen como alternativa al “Rat Race” de los últimos tiempos.
Algunos de los nuevos o no tan nuevos movimientos son:
Slow: pretende desacelerar el ritmo de vida que nos hemos impuesto. El objetivo es que cada individuo pueda controlar su propio periplo vital, con la revalorización de los afectos, la realización de actividades placenteras, comer saludablemente (slow food), tener una educación adecuada (slow education) y disfrutar del sexo (slow sex), entre otras muchas cosas. http://movimientoslow.com/es/filosofia.html y www.slowmovement.com/
Logotipo oficial Slow Food:
Take back your time: denuncia cómo las largas jornadas laborales y el sobreesfuerzo en el trabajo amenazan la salud, las relaciones familiares y hasta el medio ambiente. Apuesta por una recuperación del tiempo como solución para poder vivir a un ritmo más tranquilo y sin poner en peligro lo que nos rodea. www.timeday.org
Downshifting’: actitud de vivir sin necesidad de trabajar tantas horas y con tanto estrés. Quienes apuestan por esta vía renuncian a sueldos cuantiosos por trabajar menos horas y dedicar más tiempo a las cosas que consideran importantes (familia, amigos, salud…). Consumir menos ayuda también a reducir el impacto medioambiental. www.slowmovement.com/downshifting.php.
En el ámbito del turismo, se puede incorporar como alternativa al turismo tradicional de sol y playa, el Ecoturismo. Actividades que se convierten en experiencias, como alojarte en un agroturismo o casa rural de una zona tranquila y tradicional donde contar con la posibilidad de conocer y valorar el entorno, la gastronomía o cultura local, ofrece sin lugar a dudas, una posibilidad de viajar distinto, donde valores como la tranquilidad, el conocimiento, lo saludable, la responsabilidad social, el respeto al medio ambiente y culturas locales etc. Conviven en armonía y consonancia con los nuevos valores y movimientos.