En España es sabida la importancia que ha tenido hasta ahora el modelo de “sol y playa”, un modelo enfocado fundamentalmente a explotar el atractivo de nuestras costas, nuestro ambiente y nuestro clima, todo ello ha sido un éxito gracias en gran medida al precio de dicha oferta, muy barato para el tipo de turista que se siente atraido por la misma, es por lo tanto lógico que aquellos establecimientos que basan su oferta en este modelo, en un entorno de crisis como el actual centren sus estrategias en la bajada de precios, sin embargo esta dinámica afecta a dos aspectos esenciales; el tipo de cliente que se atrae, y la calidad del servicio que se ofrece, hasta crear un modelo totalmente degradado que nos lleva a situaciones como las que se estan viviendo en los últimos dias en Salou. (Recomiendo leer el post recientemente publicado por EAG al respecto).
¿Merece la pena por tanto, sacrificar la imagen y el prestigio de todo un sector para poder colgar el cartel de completo?, o por el contrario, ¿ no sería mejor reinventarse, dar paso a la innovación, no ceder en los principios basicos de hospitalidad, calidad y confort e intentar competir con los nuevos destinos turísticos de sol y playa que tanto en el norte como en el sur del Mediterraneo nos están empezando a ganar terreno?, sin duda creo que sería más interesante esta última opción, la cual permitiría potenciar un modelo que durante decadas ha constituido el motor del sector turístico español y que hoy en dia corre serio riesgo de, en primer lugar, perder el tren de la competitividad con los grandes competidores emergentes y por otro lado hundirse en la degradación y abandonar los principios fundamentales que han regido el mundo de la hotelería desde sus comienzos sin darse cuenta que los beneficios que se obtienen a corto plazo no compensan el daño que se produce a largo plazo.
Gracias a Dios existen ejemplos importantes en España de apostar por un turismo de calidad, que busca la excelencia y que contribuyen a crear una imagen de la industria hotelera española digna de su nivel, sin renunciar al atractivo de sol y playa, es ese el camino que ya abierto, se debería seguir.
Estamos en un mometo dificil, es por tanto la ocasión de crear ideas, diseñar proyectos que permitan al modelo posicionarse en la élite que merece estar, no es momento de soluciones a c/p ni de esperar a dejarnos llevar por una posible recuperación sin llevar a cabo los cambios necesarios que nos aguadan, es momento de ser valientes, asumir retos y actuar, en definitiva dejar las medidas coyunturales y apostar por reformas estructurales.
Acertada o equivocada os dejo aquí mi opinión.
Un saludo a todos.
Buenas noches Javier,
Obviamente, estoy de acuerdo contigo. A ver si conseguimos algo entre todos.
Por cierto, gracias por recomendarme.
Un saludo,
Estefanía
Javier, las ideas son buenas, y la solución nunca vendrá a un país desarrollado, por medio de la competencia, con los paises en vias de desarrollo e incluso alguno que otro en plena situación de subdesarrollo, ya que nunca podremos competir con ellos en precio.
Un hotel en España, con una buena gestión podrá necesitar de ocho a diez años para amortizarse, muchos años más en el caso de aquellos por los que se han pagado precios no acordes con su verdadero valor, en momentos de fuerte especulación inmobiliaria y del suelo.
En Brasil, y algunos otros paises de Centro y Sudamérica, del Caribe, Africa, o extremo oriente, de acuerdo con país y modelo de gestión la amortización se puede lograr en tres a cinco años, si no se realizan locuras inversoras del modelo español de los últimos veinte años.
Dificil lo tenemos, mientras no se profesionalice el sector turístico en su conjunto, y mas dificil todavía si pensamos que puede venir alguna ayuda por parte de la Administración, porque a mi juicio, la mejor ayuda que podría darnos la Administración, sea del estado, autonómica o municipal, es dejar hacer a los profesionales, dentro de unas reglas del juego consensuadas, mejorando la seguridad tanto de turistas como nacionales, en nuestras ciudades y destinos turísticos, sin irracionales ideas sobre tasas turísticas o subidas de impuestos que poco pueden ayudar a economías en recesión.
Un ejemplo de lo que no debe hacerse, y a lo que no debe ayudar la Administración, es a potenciar la negativa imagen que de nuestro país, pueden generar actividades como las que en plena temporada de Semana Santa, se han producido en Salou, y cuando hablemos de profesionalidad, tampoco podemos pensar en personas que tienen negocios de hostelería, incluso cargos representativos en sus asociaciones, y son capaces de defender en un programa de televisión, la procedencia de determinadas formas de promocionar el turismo, porque si es ese el turismo que queremos, los problemas de esta industria, la que mas aporta al PIB de nuestro país, no tienen solución.
Habría mucho, mas que decir, pero sería objeto de un nuevo post.
Un saludo
Totalmente de acuerdo con su comentario, poco más que añadir, esperemos que se tienda a desarrollar un modelo en el que se oferte calidad y excelencia y no borracheras y fiestas.
Es evidente que no todo vale para conseguir alta ocupación y más cuando nos jugamos el prestigio de todo el sector y la imagen del pais, lo que es preocupante es que como usted dice, haya todavia representantes del sector que no vean a lo que lleva a m/p o l/p defender y fomentar determinadas practicas.
Un saludo.
Enhorabuena por tu estreno! gran post al que hay poco que añadir :)