Posts 11600 posts Fotos 8851 fotos Camara 1531 videos Comment 86 podcasts Author 6419 usuarios Grupos 235 grupos Bulb 493 ideas
Rincón web de JMiguel77
Juan Miguel Rodríguez Rodríguez

A bordo del HMS Beagle...

Como Darwin, me embarqué en un navío sin saber donde me llevaría...y empecé a descubrir el origen de todo. De la Historia al Turismo y sigo descubriendo...

Juan Miguel Rodríguez Rodríguez
Publicado por JMiguel77 el 16 de Abril de 2010

Vengo observando últimamente la galería de temas morbosos que asoman por nuestros medios de comunicación y me pregunto como afecta en la psycología del turista de a pie. Sexo, muerte, violencia, escándalo,....cualquier serie o programa de televisión que aspire a una cuota relevante de share debe contener unas gotas de "morbo": ya sea un concurso de baile al servicio de la explotación de la figura (juguete roto) de una exnovia de un torero o ya sea a la hora de mostrar la crudeza de los restos de los fallecidos en un atentado en un metro de estaciones de marmol. Todo vale. Todo es información.

Inevitablemente, estas tendencias han modificado los valores sociales (o quizás sea al reves: primero cambiaron los valores y se reflejaron en estas tendencias...) y hemos dejado de jugar a Sonic o Mario Bros. para pasar a ser soldados en juegos de intensa realidad como "Medal of Honor", etc. Lo mismo ocurre en el cine, ya no se nos sugiere: ahora se muestra. Nadie llora hoy día con la muerte de la mamá de Bambi, quieren ver a Bambi sufrir y después hacer un "talk-show" o una "run-table" sobre ello, donde opinen los que a falta de profesores de algo son aprendices de todo.

Los niños no juegan con juegos de niños, juegan a ser adultos y lamentablemente (y repugnantemente) algunos adultos parece que cada vez se divierten más "jugando" con niños. De nuevo el talk-show, los contertulios y la audiencia.

Y bien, ¿cómo se refleja esta tendencia en el turismo? Los turistas viajamos, seguimos acudiendo a la playa, a la montaña, al campo. Solo que ahora llevamos una cámara de varios megapixeles en nuestro movil para cazar la instantanea del cuerpo desnudo de la vecina en la arena de la playa; la misma cámara incorpora video para grabar como el alud de nieve se lleva por delante a los esquiadores en la montaña y al campo no sabemos acudir sin un gps (en nuestro movil, claro) a grabar actos sexuales en la tienda de campaña de mi amigo/a. Bendito movil, bendita tecnología. Y bienaventurados los morbosos que la tienen a su disposición para sus fines a costa del resto.

Pero no es ese el tema de mi post. He querido exagerar e ironizar, obviamente, pero lo que me llama la atención son las motivaciones que impulsan a algunos turistas a visitar tal o cual destino. No dejo de pensar que como seres humanos, hay un gran peso del concepto "morboso" en dichas motivaciones.

Visitando el campo de concentración de Dachau a las afueras de Munich, no pude sino quedar impresionado por los pequeños barracones y las minúsculas camas-cuna de madera para los reclusos deportados allí. La larga exposición de objetos y fotos de las víctimas impresiona y sin embargo, allí, rodeado de tantas huellas de horror, todavía recuerdo como todos (me incluyo) buscabamos la foto junto a la puerta del campo, en la que forjada en hierro se puede leer la frase "Arbeit macht frei" (el trabajo os hará libres)...y el chiste fácil surgía al instante: "Esto lo pondría yo a la puerta de mi trabajo"...etc., etc. Incluso la gente sonríe en las fotos. Menos gracia generan las visitas a los Killing Fields de Camboya donde, en dichos campos todavía se muestran apiladas las calaveras de cientos, si no miles, de víctimas del régimen de Pol Pot. incluídos en itinerarios turísticos.  

Un compañero de trabajo, recientemente me confesó que lo que le había impulsado a hacer el año pasado un viaje de vacaciones por Normandía era visitar los campos de batalla influenciado por los videojuegos de la Segunda Guerra Mundial.

Me cuesta encontrar gente que haya ido o esté planeando ir a Tailandia y no me mencione el espectáculo de las pelotas de ping-pong (el Ping-pong show district) sin ni siquiera mencionar la edad media de las niñas ejerciendo la prostitución por las calles (sin descontar tema de enfermedades, etc.)

En París, los aprendices de poetas frustrados, los corazones rotos, y imitadores de Dorian Gray visitan en el cementerio de Père-LaChaise la tumba de Jim Morrison, de Edith Piaf o de Oscar Wilde. Los tres con vidas trágicas, marcadas por el escándalo, por el exceso, y no dudo que por la genialidad. Y en Europa hay rutas turísticas de cementerios.

Siguen las peregrinaciones a Graceland, en Menphis (EE.UU.) para recordar a Elvis Preysler y muchos, cuando visitan New York, se hacen una foto delante del edificio Dakota, donde vivía John Lennon cuando lo mataron y se había rodado unos años antes La Semilla del Diablo de Roman Polansky.

Algunos se aventuran a visitar la América profunda de Kansas tras leer la crónica de los asesinatos allí cometidos y relatados por Truman Capote en A sangre Fría y por supuesto, ¿qué decir de la visita obligada a la Zona Cero donde tuvieron lugar los terribles atentados del 11 de septiembre?

¿Es el morbo un motor de búsqueda de destinos?, ¿es simplemente un elemento más del destino a tener en cuenta en su explotación? ¿es ético? con un mundo tecnológico que permite colgar en la red cualquier cosa, ¿se está respetando la integridad y la privacidad de aquellos que dieron un significado trágico a dichos destinos? ¿atrae el respeto o atrae el morbo? ¿sirve para guardar la memoria de una masacre con el fin de que se valore y no vuelva a suceder o para decir "mira, yo estuve aquí" tan sólo? ¿es lícito hacer negocio con ello?

 

 

Tags: morbo, motivación turística, ética, turismo de la muerte
Licencia: Reconocimiento
Añadir comentario 7 comentarios
Magdalena Camps
#1 mcamps dice:

Uau…un post para leer y reflexionar.... Creo que hay grados y grados y lo que para unos podría ser una experiencia- actividad morbosa o curiosidad perversa para otros sería una experiencia, quiero entender que planteada con respeto. Puede ser que en el fondo tengamos la necesidad innata de tocar las cosas con las manos, de tomar conciencia físicamente de sucesos históricos, de “comprobar” que es verdad y que de alguna forma hemos podido ser testimonio de ello, a nuestra manera y espero que la mayoría con respeto. Con esto no quiero descartar que para muchos el morbo acabe siendo la motivación real del viaje, porque es así y porque hay de todo en el mundo....
Este post que no deja indiferente…

Escrito el 16 de Abril de 2010, hace más de 3 años
Montse Ferrer Sans
#2 montse dice:

Qué velocidad de sensaciones, a golpe de párrafo. Y todavia he echado de menos el barrio rojo de Amsterdam o sus coffee shops, y cierto cementerio en Cuba también.
Sí, quizás debemos verlo para acabar de creerlo.
Pero el morbo es una obsesión, y la curiosidad no. Tú planteas donde está la frontera?

Escrito el 16 de Abril de 2010, hace más de 3 años
Xavier Canalis
#3 canalis dice:

Algunos especialistas llaman a este fenómeno Dark Tourism. En Hosteltur publicamos un artículo al respecto, citando un interesante estudio de los profesores Philip Stone y Richard Sharpley, de la Universidad de Central Lancashire, Reino Unido. Os paso el enlace:

http://www.hosteltur.com/noticias/59849_dark-to...

Escrito el 16 de Abril de 2010, hace más de 3 años
Manuel Colmenero Larriba
#4 manel dice:

a vece no podria ser un cierto homenaje a algo que admiraso te conmueve, no creo que haya nada de morbo en visitar un campo de concentración o un campo de batala, o la zona cero... si yo fuera seria para recordar el horror y no olvidarlo jamas, recordar que el hombre es el unico animal que tropieza dos veces en la misma piedra

Escrito el 16 de Abril de 2010, hace más de 3 años
Juan Miguel Rodríguez Rodríguez
#5 JMiguel77 dice:

@Magadalena: normalmente la gente actúa con respeto pero he podido comprobar que un segmento de esa gente muestra ese respeto porque es lo que socialmente está instaurado o supuestamente es "lo que dicen que hay que hacer", pero no porque salga de ellos mismos. Y te das cuenta en cuanto afloran chistes, o cuando se fijan en lo irrelevante frente a la presencia inevitable de las huellas de un acontecimiento horroroso.
@Montse: pensé en lo de Cuba, pero no quería alargarme con el post,....me interesa ese apunte que dás sobre esa línea imaginaria entre morbo y curiosidad. Precisamente ahora, en el mundo de internet, esa línea es cada vez más difusa. Al haber más libertad, es el propio individuo quién debe poner esa línea y ello acarrea asumir mayor responsabilidad.
@Xavier: a ver si reviso tu enlace, pero ya había oído hablar de ese Dark Tourism y de hecho, fue uno de los elementos que me impulsó a escribir el post. No he leído a Philip Stone y a R. Sharpley pero en cuanto lo haga, opino al respecto.
@Manuel: Auschwitz puede conmoverte y la motivación no tiene porqué ser forzosamente morbosa pero otros ejemplos como el Barrio Rojo de Amsterdam (que indicaba Montse) se definen por el morbo básicamente. Y se acepta. Imagina una pequeña ruta por los barrios rojos de las principales ciudades europeas.....cada uno a su estilo, con sus burdeles, con su submundo, etc....parecería de mal gusto a una mayoría pero tendría su cuota de mercado (en Inglaterra había un programa televisivo que trataba el tema llevando a su reportero cada semana a una capital a explotar las posibilidades de ocio extremo y de exceso: drogas, alcohol y prostitución). Evidentemente, la mayoría no nos movemos por un morbo oscuro pero como expone Montse, ¿somos capaces de situar la frontera entre morbo y curiosidad? ¿especialmente en una sociedad que es tremendamente visual y que cada vez se apoya más en el "aquí y ahora"?
Dicho lo cual, soy el primero que entiende las motivaciones de carácter histórico y el primero que las comparte dado que la historia es algo vivo y no solo muerto en un libro.
Gracias por vuestros comentarios.

Escrito el 16 de Abril de 2010, hace más de 3 años
Miguel Angel Campo Seoane

Pudiendo reconocer que haya turistas movidos por el morbo, tambien es cierto que una mayoría, por lo menos así lo quiero pensar, visitan determinados lugares, en los que han ocurrido tragedias, sin duda con curiosidad, pero también con respeto y un cierto sentimiento, de que aquello nunca debió ocurrir.

Con respecto al cementerio de Cuba, me imagino que es el de La Habana, creo que como fué mi caso, mas que el morbo, lo que impulsa a visitarle es el placer de ver verdaderas obras de arte en muchos de sus maravillosos panteones.

Si alguna vez vuelvo a Cuba, no dudo de que una visita obligada sera a ese cementerio y no por morbo alguno, si no por puro placer estético.

Escrito el 16 de Abril de 2010, hace más de 3 años
Montse Ferrer Sans
#7 montse dice:

Es muy interesante lo que planteas en este post. Sé que los casos de rutas morbosas de la mujer, suele rondar una cierta misoginía cultural que si alguien ha tenido la oportunidad de leer a "Las hijas de Lilith" de Erika Bornay, incluso quizás se asuste de comprobar lo misógino que una persona cualquiera puede llegar a ser. Y es uno de los ensayos sobre el tema más ampliamente contrastados y objetivo.
Este es un post de raíces antropológicas creo yo. Y he buscado algo de información y he encontrado este pdf de antropología turística, que narra un curioso caso.
En la pagina 7, nos habla del caso de Tana Toraja, en el centro meridional de la isla de Sulawesi,cuya vida social del lugar se desenvolvía alrededor de los rituales funerarios (confieso que en zonas de Guatemala me era muy curioso ¿? ver a la gente con su propio ataúd, todos de colores, ahora llevandola al pintor a pintarlo, ahora a repararlo al carpintero...).
Pues bien resulta que irrumpe el turismo en los años 60-70, atraído por ese morbo.Este hecho, que en un prinicipio pudiera considerarse como beneficioso para su turismo, resulta que provocó numerosas mutaciones en su estructura socioecnómica. Se perdió la finalidad ceremonial de los entierros, pasándose a espectáculos más o menos circenses: el turismo étnico/mortuorio de Toraja consiguió desvirtuar el fuerte contenido de sus tradiciones locales convirtiéndose en su principal fuente de ingresos y las tradiciones se adaptaron a los tiempos y a los acontecimientos.
Si os interesa el documento completo (nueve páginas) se encuentra en http://bit.ly/aCPgZA

Escrito el 17 de Abril de 2010, hace más de 3 años