Con el tÃtulo del post reflejo el pensamiento de una parte importante de la población que visita nuestras bodegas. Cuando comentas a tus conocidos, cuando dices en público que te dedicas al enoturismo, la mayor parte de la gente te pregunta: ¿ Pero hay gente que se desplaza expresamente a una denominación de origen sólo para probar vinos?.
La realidad es que, mucha de la gente que se desplaza y planifica una estancia en un territorio vinÃcola, muchas veces, sale descontenta del destino: descontenta de no encontrar ningún establecimiento abierto en dÃas festivos, de que no te den de comer más tarde de las diez, de que vistas tres bodegas todas las visitas sean iguales, aburridos de no poder hacer otra actividad aparte de descansar.
Esto es debido, básicamente, a que muchas Denominaciones de Origen vinÃcolas no son territorios turÃsticos. Carecen de infraestructuras y deservicios idóneos, y los horarios de apertura de los establecimientos no son los adecuados. En definitiva: les falta la conciencia turÃstica del destino.
Tener una bodega no significa tener un recurso turÃstico. Una bodega es, en esencia, un recurso vitivinÃcola. Pero una bodega también es un recurso turÃstico potencial que tenemos que poner en valor, para que resulte interesante a nuestros visitantes. Este es uno de los puntos donde radica el gran problema del turismo del vino.
Los bodegueros han de tomar conciencia de que, dedicarse al enoturismo, supone trabajar otro sector, otro mundo con el cual no están familiarizados, y que muchas veces desconocen. Los bodegueros deben aprender a trabajar turÃsticamente, lo que  supone abrir sus instalaciones cuando los otros están de vacaciones. Dedicarse al turismo es comercializar servicios, y cada uno de ellos tiene su intrÃngulis propio.
Los bodegueros deben empezar a poner en valor sus instalaciones:
- Han de proyectar un centro de acogida del visitante y diseñar un espacio de compra atractivo e interactivo para que los visitantes turÃsticos se conviertan en consumidores enológicos.
- Han de crear pequeños proyectos museÃsticos alrededor de la bodega y el viñedo que la rodea.
- Han de empezar a diseñar un itinerario y articular diferentes visitas según el perfil de visitante que tengamos delante.
- Han de valorar el patrimonio intangible del lugar: las historias de familia, las leyendas, las fábulas... Todo este material no debe ser desdeñado, pues les ayudará a articular productos propios y diferenciados.
- Tienen que de articular productos turÃsticos claramente posicionados en sus bodegas, y buscar la diferenciación para ser únicos, innovadores, y creativos. Y,  ante todo, tienen que aprender a ser buenos anfitriones.
 Te invito a pasear por mis terruños on line: http://carlesmera.blogspot.com/2010/04/la-comunicacion-pieza-clave-de-la.html#more
Creo también que el patrimonio intangible (las historias, leyendas, tradiciones etc) es de gran importancia para las bodegas, pues de este modo pueden articular un relato diferenciador. Pero hay que saber explicarlo bien, claro, con gracia.
De acuerdo con lo que dice pero una bodega cualquiera deberÃa plantearse abrir sus puertas para la enoturista siempre y cuando su terrritorio este preparado para el enoturismo con un oferta de alojamiento, restaurantes, actividades enoturÃsticas, museos, vinotecas......
Vaya por delante mi enhorabuena por el post, que toca de lleno una de las debilidades del sector enoturÃstico nacional. Sin embargo, quisiera realizar algunas matizaciones al respecto.
En primer lugar, y por la información que recibimos de las encuestas a los turistas del vino, son minorÃa los visitantes cuya motivación principal es la visita a bodegas, la degustación y compra de vino. La mayorÃa ven en el enoturismo un complemento de gran interés a un viaje de ocio. En todo caso, ese segmento denominado "enoturistas cientÃficos" está en crecimiento.
Por otro lado, si bien es cierto que las bodegas han de ser creativas e innovadoras, asà como profesionales en la gestión del área enoturÃstica de su negocio, también se ha de decir que en España contamos con experiencias excepcionales que nada han de envidiar a otros paÃses. Bodegas del Penedès, Somontano, Rioja o Jerez, por citar algunos territorios, cuentan con departamentos especÃficos y ven como año tras año se incrementa la venta de vino y de otros servicios de ocio complementario.
Por último, como bien dicen Carles y Anthony, una bodega es un recurso pero requiere de que el conjunto del territorio se crea que es turÃstico. En esta lÃnea estoy convencido de que el modelo de desarrollo de las Rutas del Vino de España es el más adecuado por cuanto favorece la cooperación público-privada y apoya a las empresas desde un enfoque de mejora continua.
Coincido con casi todo lo que comentais, sobre todo contigo David. Nos queda bastante para llegar al nivel de Burdeos-Saint Emilion, pero hay experiencias muy desarrolladas en La Rioja y en un territorio donde ha tenido ocasión de trabajar recientemente: Rias Baixas.
El problema que tienen en RB es que cuentan con tantos recursos e infraestructuras turÃsticas, que todavÃa no han podido integrar como se merece la oferta que proporcionan las bodegas. Es lo contrario de lo que ocurre en otros teritorios, en los que tal como estáis comentando, la bodega es una isla en medio de la nada (turÃstica).
Os recomiendo que visiteis la zona del albariño, sobre todo El Salnés.
Un saludo
Post espléndido por lo bien que tocas el tema. Me encantaria que Manel nos pudiera dar su punto de vista, porque tuve la suerte de leer un documento suyo sobre las tipologias del turista consumidor de enoturismo y aunque el estudio lo elaboró hace tiempo, lo encontré plenamente vigente.
Siguiendo la lÃnea de tu post, disfruto muchÃsimo más con la visita a bodegas pequeñas, en las que te enseñan sus testimonios de abolengo con más autenticidad: sólo he visto una vez una bota madre, y fue en una de estas pequeñas bodegas. Y estaba en un rincón, acompañada por una desnuda bombilla, muchÃsima más atractivo que si la hubieran colocado en un lugar destacado, con mucho protagonismo. La historia de esa bota, con ese escaparatismo para nada forzado, contribuÃa al buen hacer de la bodega en muchÃsimos puntos.
Aunque entiendo que el enoturismo, no sólo atañe a la bodega en sÃ, cierto.
Espero que algun dia sea bien dificil encontrar diferencias a las diferentes bodegas. Hoy por hoy como dice Montse, prefiero buscar los detalles, las leyendas, las singularidades que hacen de eso vino algo romantico, entrañable, valorable y curioso para nuestros visitantes.
Aqui creo que esta el valor que ofrecemos a nuestros clientes. Por eso hace tiempo que en nuestros Dias de Vino, Escapadas o Ruras solo ofrecemos experiencias, es nuestro valor añadido y creo que es lo que el cliente percibe.
No hace mucho una agencia de viajes receptiva nos pedia un diseño especial para 30 profesionales del vino, alemanes.
Se molestó porque no le dimos los nombres de las bodegas.
Estabamos hablando de un presupuesto que entregamos en menos de 24 hrs.
El conocimiento adquirido durante casi 7 años de experiencia no lo podemos vender ni regalarlo a quien aun no es ni tan siquiera un cliente.
por no reproducir mi ultimo post donde explico nuestra experiencia en el territorio del Penedes, os adjunto un link
http://gastronomicum.ning.com/profiles/blogs/vi...
Estuve en O Salnes dando unas charlas hace ya muchos años... entonces me presentaron como un caso de exito, dejé claro que de exito nada...
Solo habÃa mucho trabajo y que aun nos faltaba mucho trabajo por hacer todavñia
Mirando hacia atrás creo que poco a poco si me considero que estamos llegando al exito que nos marcamos cuando empezamos
EL EXITO NO ES HACER LO QUE UNO QUIERE SINO AMAR LO QUE UNO HACE.
Espero os aproveche mi enlace creo que va en la linea de lo que Anthony explicaba, aunque creo que mientras no pensemos en que TODOS SOMOS UNO, no conseguiremos cambiar las cosas.
Tal vez haber empezado muy pronto nos ha hecho picar piedar a puñetazos, pero ahora pensamos tenemos un conocimiento sumamente enriquecedor para todo aquel que quiera ser cliente nuestro.
Coompartir, cooperar, orientarser a resultados, tener objetivos comunes, eso es lo que falta, romper moldes y ataduras, volver a los origenes.
Un enfoque distinto que junto con los post de Manel sobre el tema, ayudan a tener una visión más amplia de unos recursos turÃsticos complementarios dentro del tradicional turismo cultural y el masivo de sol y playa.
Parece mentira que los hoteleros de determinadas comarcas, no se den cuenta de la importancia que tendrÃa para su cuenta de resultados cooperar en el desarrollo y fortalecimiento de este incipiente recurso que les podrÃa permitir, crear forfaits con servicios complejos que además de los propios del hotel, incluyan los de recursos complementarios que creen mayor valor añadido.
Para empezar os pido perdón por no haber contestado antes a vuestros comentarios, pero he tenido un problema con las notificaciones en mi blog.
Veo que todos vosotros os dedicáis profesionalmente al enoturismo. Las visiones son diferentes según la perspectiva del espectador, todos vosotros sabéis lo que llega a costar que un bodeguero invierta en enoturismo, dedicar recursos tanto económicos como humanos, es tarea arduo difÃcil.
Últimamente, no sé si debido a los problemas del consumo y venta del vino, muchos de ellos están viendo una oportunidad en el enoturismo, pero les cuesta entender el funcionamiento del mundo turÃstico, les cuesta entender que vender turismo es vender servicios.
La semana pasada organizamos un workshop vinculado con una ruta del vino. Nos quedamos sorprendidos por la numerosa participación de las bodegas. Pero cual fue mi sorpresa cuando me acerque a varias mesas para oÃr las negociaciones entre los diferentes agentes, y observe que no estaban vendiendo servicios turÃsticos, que estaban aprovechando la acción para vender sus vinos y su marca. Con esta acción creo que esta todo explicado los bodegueros todavÃa ahora, no tienen claro que es un producto turÃstico y como se comercializa un servicio, y siguen desconfiando de las empresas externas que pueden ayudarlos ha hacerlo
Acabo de llegar del Priorat y la Conca de Barbera, he estado dando una charla antre 30 bodegueros de Rioja Alavesa, la intención era provocar un debate dentro de un viaje formativo donde iban a ver diferentes experiencias, han visto claro modelos muy distintos de visita, han visto claro otras "visitas".
Siempre los he admirado, el numoer de asistentes no deja de ser un indicador de su interes por formarse y por abrir su conocimiento a otras posibilidades, creedme que ha sido realmente muy enriquecedor, espero que para ellos también lo haya sido...
#9 Vinexus Una bodega no deberÃa estar en un workshop para TTOO/AAVV. ´Más eficaz serÃa la participación de Oficinas de turismo que represetan a todo un conjunto de servicios enoturÃsticos. También deberÃan estar presentes las empresas que comercializan el enoturismo, es decir los in-coming. DÃficilmente una bodega va a vender visitas hacia su bodega si no hay un apoyo detrás.
SerÃa interesante saber quién ha sido el organizador del evento workshop , es decir quién se les ha vendido la moto.
Respondiendo a Anthony: Para empezar el workshop que se organizo fue un workshop interno, entre los miembros de la misma ruta del vino, ya que detectamos que la mayor parte de los asociados no se conocÃan entre ellos. La finalidad del “workshop†fue la de crear sinergias entre las empresas que desarrollan actividades turÃsticas complementarias, con la intención de establecer vÃnculos entre ellas.
Quizás el termino workshop lo tenemos asociado siempre al tema de venta de servicios, pero en este caso no estuvo orientado hacia la comercialización. Por cierto el que vendió la moto fue Vinexus.
En cuanto lo que dice Manel estoy de acuerdo contigo, yo creo que las cosas están cambiando podrÃamos analizar mil y un motivos, las bodegas los destinos están sensibilizados en el tema enoturÃstico, y se empieza a pensar de otra manera.