Parafraseando al profesor del IESE Alberto Ribera autor de la conferencia Emprendedor y competitivo: ¿ideal o utopía? o del artículo Felicidad, competencia y competitividad (http://www.santelmo.org/revista/n26/Claustro_AlbertoRibera.pdf )humildemente yo me atrevo hoy a hablar de Competitividad, incompetencia e infelicidad, pues muy vinculados se hallan estos conceptos a las experiencias que pueden provocarnos en la práctica experiencias que, precisamente, nos unen en este Foro Hosteltur y que, para su consecución, han de ser tan felices como competentes los profesionales de este mundo que va de lo utópico a lo real y que se llama Turismo.
Efectivamente, si en cualquier ámbito vital, la incompetencia genera una infelicidad tanto al sujeto que carece de esa falta de competitividad-¿qué otra cosa peor es la incompetencia? -como al objeto que se convierte en víctima involuntaria de esa carencia de forma mucho más latente en un campo que mucho tiene que ver con las mejores sensaciones de gustar o sentir ¿ Qué, si no es el Turismo?
En el día a día no es preciso estrujarnos en demasía el cerebro ni hacer un esfuerzo en nuestra memoria para traer a ella infinidad de lamentables experiencias vividas precisamente por una falta de competitividad en personas incompetentes que nos han provocado situaciones infelices.
¿Qué es la actual crisis sino un exceso de incompetencia frente a un defecto de competitividad?
Una crisis como lógico resultado de una ausencia de armonía entre la causa y el efecto, entre lo ideal y lo real, entre la demanda y la oferta.
¿Cómo, entonces, pretender hacer sostenible un crecimiento si no existe armonía y la sostenibilidad, precisamente, es armonía natural y en esencia?
El término “competencia” tiene dos posibles significados:
1-Rivalidad o contienda
2-Pericia y/o idoneidad.
Yo, lógicamente, apuesto por el segundo y me consta, claro que sí, que gran parte de los emprendedores de nuestro ámbito hostelero-turístico tienen este tipo de competencia como valor seguro y en alza y así trabajan por ofrecer a una demanda ávida de ellas las sensaciones más felices por placenteras, únicas y, por supuesto, sostenibles por armónicas.
Vivimos mejor pero nos sentimos peor dice Rojas Marcos según cita Alberto Ribera en su artículo y aquí yo encuentro esa excelente oportunidad en tiempos de crisis a la que Einstein, entre otros, alude porque es oportunidad que mucho tiene que ver con quienes más y mejor pueden hacer nos sentir:
Sí, por supuesto: Vivimos mejor y nos sentiremos mejor si los profesionales de la Hostelería y el Turismo, que tanto tienen que ver con las sensaciones, se sensibilizan/ nos sensibilizamos respecto a que no hay que rivalizar para anular, sino tener pericia para motivar, atraer, fidelizar y hacer felices
¿Es mucho pedir?
Profundo post Paz. Profundidad que siempre viene dada cuando tocamos de manera inteligente (como tú lo haces aquí), el complejo sentimiento humano de la Felicidad; -a caballo entre la realidad y la eterna utopía existencial-.
Y ¨discúlpame¨ por favor que en estos momentos no vaya a entrar a reflexionar en extensión algunas cuestiones de tus líneas (puesto que estoy ahora mismo accionando el << modo fin de semana en el software Daniel Suárez >>... jajajajajaj, y eso implica reservar buena parte del Sábado y el Domingo a actividades personales que no tengan mucho que ver con el día a día profesional). Pero sí una idea lanzo al aire a raíz de tu post Paz: sin personas FELICES no existiría el avance y el progreso real en este mundo! -no solo en nuestra actividad turística, en cualquiera relacionada o independiente-. Así como sin Felicidad no lograríamos nunca salir de las crisis!? (que por otro lado son casi siempre provocadas por la componente negativa, frustrada y limitada, en definitiva: infeliz!!!!!, del Alma humana en sus interacciones económicas -tanto a nivel micro como macro-). Y que la Felicidad interior es la componente principal para cualquier solución -empresarial en este caso-, como motor a la hora de generar competencia, empuje profesional y gestión productiva, eso lo afirmo desde las más sólidas de mis convicciones y experiencias. Tanto desde la teoría ¨filosófica¨ y conceptual, como desde la práctica real. Porque como muchos, me imagino, de nosotros, yo también personalmente he estado trabajando intensamente en ambos escenarios: en entornos profesionales ¨infelices¨ (por los motivos que sean, los cuales ahora no abordo aquí...); y en entornos muy, muy felices, abundantes, prósperos y espiritualmente alegres!!!!!! Y la diferencia es indescriptible y sencillamente determinante.
Gracias por tus líneas Paz. Siempre es bueno volver a reafirmar determinadas convicciones tan fundamentales.
Buen y placentero fin de semana te deseo desde Islas Canarias,
DSA
#1 Hermoso comentario el tuyo, DANIEL, en forma y fondo.Sí,la incompetencia provoca infelicidad y sin felicidad no hay progreso.
Claro que ocurre en todos los ámbitos.Precisamente, a nivel personal yo la acuso en otros ajenos al Turismo.En el fondo, pienso que es cuestión de seguridad personal, de "autoestima" palabra más de moda pero que no me convence,cuestión de actitud vital, de creer en uno mismo y, por tanto, en lo que se hace y vive.De amarle y echarle pasión, aunque no nos guste ni, de entrada, nos motive.
Ya, ya sé que es mucho pedir pero...vale la pena
No Paz, NO ES MUCHO PEDIR, cuando es el único camino, para ser feliz y hacer felices a quienes están a nuestro lado, sea en casa o en el trabajo.
Enhorabuena por tan sugerente post.
#3 Gracias,maestro. Realmente la contundencia de ese NO ES MUCHO PEDIR me reafirma y estimula.En cuanto a lo sugerente del post, lo es precisamente porque existís personas sensibles a la que os sugiere.