“una historia que pone a prueba al ser humano, llevándolo al límite de su existencia, consumiéndolo poco a poco, desafiándolo a cada momento, como padre, como amigo, como marido y sobre todo como persona”
¿ Son las empresas las que con su marca dan valor a sus trabajadores o son estos con su sacrificio, entrega, compromiso, honestidad, trabajo, fidelidad y lealtad los que dan prestigio a las mismas ? Desde siempre he creído que trabajar para una gran marca era lo que me iba a aportar valor para el futuro, aparte de la seguridad y estabilidad laboral. He sido y soy un hombre de empresa, fiel y leal, trabajador entregado y defensor hasta la muerte de los principios y valores de las empresas para las que he trabajado. Con una actitud así siempre he pensado que la empresa se preocuparía y cuidaría de mí; soy un trabajador leal y fiel, me dejo la piel por mi empresa y le soy rentable, mi empresa nunca prescindirá de mí. Que equivocado estaba.
Con el tiempo me voy dando cuenta de que el amparo de las marcas no es lo más importante, lo más importante son las personas que forman parte de ellas, personas que en su día a día se entregan en cuerpo y alma dejándose la piel y parte de la salud por alguien que en un momento dado no tendrá ningún tipo de contemplación a la hora de prescindir de ellas. Personas que no dudan en anteponer los intereses de las empresas a los propios familiares, aceptando destinos remotos, jornadas de trabajo interminables y otros muchos sacrificios que solo los que hemos trabajado en este sector sabemos. Los hombres de la compañía, fieles a su empresa y a lo que esta les ordene. Imprescindibles y valorados durante un tiempo, hasta que dejan de serlo. The Company Men.
Genial película que describe la situación actual de millones de personas, lo digo por experiencia propia, directivos que disfrutaron de un nivel de vida y un status social medio-alto y que hoy se ven obligados a prescindir de todo lo que tuvieron y disfrutaron para apenas poder subsistir, una historia que pone a prueba al ser humano, llevándolo al límite de su existencia, consumiéndolo poco a poco, desafiándolo a cada momento, como padre, como amigo, como marido y sobre todo como persona. Un resumen bastante real de lo que conlleva un despido y a donde lanzamos a las personas que despedimos en tiempos como los actuales, donde remontar un despido es casi una hazaña bélica. Una vez has sido despedido de una empresa importante y tienes cierta edad, se te cierran muchas puertas, hasta las más pequeñas.
La película describe perfectamente lo que es un despido y sus lamentables consecuencias. La rabia inicial y la impotencia, el no querer cambiar de estilo de vida porque crees que va a ser algo temporal, el paso del tiempo y sus nefastas consecuencias, las primeras entrevistas post despido y sus negativas por estar sobre cualificado o pretender ganar algo más de 30.000 €, empezar a buscar empleos básicos, el bloqueo mental, la negación de la evidencia, vivir con lo mínimo, el choque con la realidad, empezar a desprenderte de activos como el coche o la casa, la pérdida de tus amigos y círculo social, la separación o el divorcio, el irte a vivir con algún familiar cercano y hasta los pensamientos de suicidio. Para los que no hayáis pasado por esto os puedo decir que no exagero en nada, los que han pasado o están pasando este momento entenderán lo que digo.
Una película que te hace pensar si verdaderamente merece la pena luchar tanto por una empresa de "marca". Sacrificar por ella parte de tu vida, tu matrimonio, tus amigos y tu familia. Porque nadie te garantiza que a pesar de que lo hagas tu puesto en ella va a ser eterno, hasta que la muerte o la jubilación os separé. Hoy en día, en que la experiencia se ha visto sacrificada en favor de los Directores low cost. The Company Men hace que te replantees tu vida y que te preguntes si es mejor seguir insistiendo en trabajar en empresas de “marca”, centrarte en empresas más pequeñas y más humanas o emprender tu travesía en solitario o acompañado de algunos, que como tú, se encuentran a la deriva. Da que pensar, porque mañana te puede tocar a ti, nadie está a salvo. Pero me pregunto si realmente saben o sabemos a donde envian o enviamos a las personas cuando se ejecuta un despido hoy en día, y si de saberlo lo hubieramos llevado a cabo o no. Gran dilema.
Chema, totalmente de acuerdo contigo. las personas que llevamos mucho tiempo en esto, hemos vivido y conocido demasiado.
Lo que ocurre es que mientras estás, es preferible creerte cuanto menos necesaria, para poder hacer el trabajo correctamente, por supuesto, teníéndo claro, que un día puede llegar el despido.
He vivido muy de cerca, no despido pero si, quitar de un plumazo a una persona del cargo que ocupaba y bajarle el sueldo, con la amenaza que si no aceptaba tendría peores consencuencias.
Gracias,
Supongo que las peores consecuencias serían un despido inmediato. Hay que fastidiarse, te dejas la piel por la empresa, incluso rechazas ofertas de otras empresas por fidelidad y luego, zas, de un plumazo fuera. Hay que ser más egoista y pensar más en uno/a.
Supongo que es un terreno en el que nunca me ha defraudado ninguna empresa, porque nada esperaba de ellas, la razón mas im portante por la que he huido de las grandes cadenas, para trabajar en hoteles independientes o en pequeñas cadenas, e incluso en estas, sabiendo que mi tiempo de permanencia estaba limitado, ver el post: http://comunidad.hosteltur.com/post/2009-05-10-... y los cuatro de la serie http://comunidad.hosteltur.com/post/2009-07-10-...
Como dice Cachema "Hay que ser más egoista y pensar más en uno/a.", aunque yo cambiaria la palabra egoista por la de "pragmático".
Como siempre poniendo la guinda al pastel Miguel Angel, totalmente de acuerdo contigo y con lo que comenta Chema en su post, puede que mis "varapalos" hayan venido por esperar más de la cuenta o por querer creer que "todo el mundo es como yo". Un saludo.
Y que razón tienes maestro. Las cadenas son una buena "universidad" donde aprender pero malas para el desarrollo de cada uno como trabajador y persona.
de acuerdo de principio a fin con tu reflexion.. es una realidad inexorable con quienes puesto alma vida y corazon en las empresas...
Esto ya lo he escrito en algún otro post, pero recuerdo un excelente profesor durante mis estudios de Dirección Hotelera, Ex Vicepresident F&B de Hilton International (la americana, luego llamada Conrad Hilton y luego absorbida por Hilton la Inglesa), que tras una acalorada discusión en primer año, sobre la actitud en la empresa y nuestro idealismo sobre fidelidad, planes de carrera, etc. Nos dijo, "qué equivocados estáis, uno ha de ser tan fiel a las empresas, como estas lo son contigo".
;)
Me encanta tu frase Eduardo, me la apunto
En mi opinión personal creo firmemente en que es mejor trabajar en una empresa pequeña con ese contacto más humano y personal que en ellas se tiene. No obstante hay grandes empresas muy buenas y que luego te responden pero a mayor tamaño más voces de decisión existen y el trabajador suele salir desvalorizado. En empresas pequeñas o la que tu montes tu trabajo es tu satisfacción personal o la de tu jefe que suele ser el dueño de la empresa.
No esperes a que te llamen a la puerta, tu experiencia es un valor añadido que muchas veces asociándote con la gente adecuada se conseguirán grandes cosas.
Saludos
Lo positivo de todo esto es lo que aprendes aunque lo malo es tener que aprenderlo así. Cuando estás "enamorado" de tu empresa como yo lo estaba de la mía te crees todo lo que te dicen. Recuerdo cuando me ofrecieron el destino de Baqueira Beret, "la empresa te proporciona una vivienda y a tu mujer (que se tuvo que dejar el trabajo en Murcia para venirse) le daremos trabajo, la empresa ayuda en estos temas". Creo que no hace falta comentar como era la "vivienda" ni como fue el "no trabajo" de mi mujer... grandes empresas incumpliendo pequeñas promesas.
Pero de esto se aprende...
Y si Luis, cada día estoy más convencido de que en las pequeñas empresas se es más feliz, yo lo fui cuando dirigía el Meliá Palacio de Tudemir de Orihuela, Alicante, bajo la franquicia de Meliá. Y en esa búsqueda me encuentro.
Eduardo, cuanta razón tenía tu profesor. Ni una lágrima por alguien que no te quiere, está claro. Fiel sí, mientras que tu también lo seas. Muy bueno.
Muy de acuerdo con tu post Chema, y en cuanto a la peli tiene muy buena pinta, hace mucho que no me acerco al cine, este puede ser un buen motivo para volver.
Yo siempre he pensado, y ahora lo estoy llevando a la práctica, que el esforzarse y sacrificarse en tu trabajo no es solo en post del beneficio de la empresa a la que perteneces, sino mera coherencia para los que pensamos que en el trabajo, como en la vida, uno debe ser honrado y leal consigo mismo y con lo que hace.
Un saludo!!
Gracias Javier, espero que te guste. A mi me dio que pensar acerca de si son las empresas las que bajo su marca dan prestigio a sus trabajadores o es al contrario. Soy mejor Director de Hotel por trabajar bajo la marca Meliá? O soy yo el que a través de mi compromiso, trabajo, entrega, lealtad, fidelidad, honestidad, principios y valores, etc., el que da prestigio a la empresa?
Yo creo que las empresas las hacen sus empleados, asi que en resumen eres tu y cada uno de los que forman una empresa la que determina el valor, imagen y prestigio de la misma, ¿no?.
No obstante la lealtad y el compromiso son una camino de doble sentido, al menos así lo entiendo yo, entiendo que otra gente no lo vea así y luego sean los culpables de que nos llevemos alguna decepción.
Un saludo!