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Rincón web de ne0bi0
Carlos Buj

Viaje a la sostenibilidad

Actualidad del turismo responsable, como medio para salir de las crisis económica pero también medioambiental y social

Carlos Buj
Publicado por ne0bi0 el 13 de Mayo de 2011

El turismo responsable significa combinar la preservación del patrimonio natural y cultural con el desarrollo socioeconómico tal como promueve la Declaración de Ciudad del Cabo sobre Turismo Responsable de 2002. Se trata de minimizar los impactos negativos del turismo y maximizar los positivos, a través de un desarrollo inteligente a largo plazo que tengo en cuenta el entorno natural y la comunidad local.

Aragón tiene la suerte de contar con un gran patrimonio cultural y natural, que debería ser explotado turísticamente, sí, pero de forma sostenible. Sin embargo, en los últimos años, se ha priorizado en España el desarrollo turístico basado en el ladrillo. Si los campos de golf no tenían mucha rentalibilidad, sí lo tenían los apartamentos que se construían a su alrededor. En Aragón podemos sustituir golf por esquí, pero la ecuación es la misma. Tampoco las estaciones de esquí, no son tan rentables: el negocio está en las urbanizaciones de alrededor. La construcción de segundas viviendas genera empleo y plusvalías a corto plazo pero para mantenerse se necesita continuamente construir, llegando a depredar el poco territorio virgen que nos queda. Los apartamentos ocupados unos pocos días al año apenas dinamizan ni vertebran el territorio pero sí erosionan el paisaje cultural y natural, que es lo que atrae a los visitantes en primer lugar. Aunque la crisis ha evidenciado la fragilidad de este modelo especulativo, seguirmos reincidiendo en el error, sacrificando ahora el valle virgen de Castanesa para el esquí o hiperurbanizando Albarracín.

Castanesa

Castanesa, en los Pirineos aragoneses

El turismo es paradójicamente causante y víctima del Cambio Climático, cuyos cambios deterioran los destinos turísticamente. En el caso del esquí, no se ha tomado en cuenta el Calentamiento Global, que inevitablemente contribuirá a acortar la temporada de nieve. Las compensaciones de carbono que algunas aerolíneas venden para aliviar la culpa que cada vez más turistas sienten al viajar en avión, no sirven para mucho. En lugar de promocionar el transporte más sostenible como el tren, no sólo le quitamos los impuestos a la aviación sino que subvencionamos con dinero público líneas aéreas deficitarias. En el aeropuerto de Huesca tenemos la evidencia de este error.

Está claro que lo anterior no es el camino a seguir: la actividad turística debería preservar el propio valor turístico del destino si no quiere “matar la gallina de los huevos de oro”. Una idea simple pero a menudo traicionada.

Hemos entrado en una dinámica que requiere continuamente construcción, grandes eventos e infraestructuras que se nutren de dinero público y que muchas veces no son reutilizables, mientras se desprecian iniciativas más modestas, pero que sí crean empleo como el rafting, el cicloturismo, las vías verdes, etc. Démonos cuenta de que ninguna industria es capaz de vertebrar y dinamizar el territorio de inmediatamente. El turismo tampoco.

Dejemos de mirar solamente el número de turistas internacionales, el número de vuelos, o el número de pernoctaciones y miremos también qué hacen esos turistas, cuánto gastan y dónde lo hacen, y por qué no, cuáles son sus impactos sobre el territorio.

Para finalizar, quiero hacer una llamada a los turistas y viajeros, que también tienen su parte de responsabilidad ya que como consumidores se puede también cambiar las cosas. Ya no vale tener fe ante cualquier cosa que tenga el prefijo “eco” o “bio”; ser un turista responsable significa tener en cuenta cosas como la huella ecológica, las emisiones de CO2, la relación del producto turístico con la naturaleza y a la comunidad local. La realidad es que muchos productos turísticos se venden igual que una hamburguesa, con marketing masivo, ofertas 2×1. Como viajeros y turistas, tenemos la responsabilidad de preguntar a las agencias de viaje y otras empresas turísticas en general por las cuestiones mencionadas.

Tags: turismo, aragón
Añadir comentario 3 comentarios
Roy Ortiz Hintz
#1 royortiz dice:

Muy buen post Carlos! estoy muy de acuerdo con lo que comentas, Debemos tratar de reducir la estacionalidad del turismo en zonas rurales a traves de promocionar actividades y experiencias en diferentes épocas del año! Además es vital como bien indicas enfocarnos a la calidad y no cantidad, aumentar el gasto por turista y de esa manera el impacto en el entorno será menor y los ingresos se aumentan! Nos leemos!

Escrito el 20 de Mayo de 2011, hace más de 2 años
Miguel Angel Campo Seoane

Carlos, un post que debiera hacer meditar a más de uno, precisamente no hace una semana que publique el post Turistas vs. población local y territorio, http://comunidad.hosteltur.com/post/2011-05-14-... del que creo que tu post es un buen complemento.
En respuesta a la pregunta con la que titulas este post, conociendo un poco Aragón, tierra en la que he pasado una de las etapas más largas de mi vida profesional, te diría que el turismo podría ser sostenible y sobre todo rentable, si no se depredase el territorio, por parte de constructores y políticos locales que no piensan en hacer un negocio turístico, si no en dar un pelotazo en unos pocos años, porque esas, en algunos casos, mega urbanizaciones que se hacen o se pretenden hacer, alrededor de un campo de golf o una estación de esquí, más que una fuente sostenible de turismo, representan en más de un caso la ciénaga en la que se hunde el futuro de ese turismo, en el que sus promotores no creen, y que solo utilizan como reclamo para conseguir sus fines de especulación.
En Aragón hay muchos pueblos abandonados, en los que podrían crearse espléndidos burgos turísticos, por medio de los cuales podría fijarse una población que volviese a dar vida a muchos de esos pueblos, como Lanuza, los pueblecitos abandonados alrededor del pantano de Bubal, muchos de ellos, supongo que a estas alturas totalmente abandonados, dado que hace mas de veinticinco años que no los he vuelto a visitar, y que tenían posibilidades de un turismo de montaña en verano y disponer de una oferta de esquí en Panticosa y Formigal, entre otras muchas zonas del pirineo Aragonés, y que decir de Albarracín y sus alrededores.
El problema es el poco interés de los políticos para cohesionar el territorio de forma que pueda ser fuente de vida de un territorio maravilloso, en lugar de obligar a emigrar a sus pobladores por no darles facilidades para que puedan hacerlo sostenible en el tiempo.
Enhorabuena por este post.

Escrito el 20 de Mayo de 2011, hace más de 2 años
Carlos Buj
#3 ne0bi0 dice:

gracias por vuestros comentarios.

Escrito el 19 de Julio de 2011, hace más de 2 años