eventonomía

Hace unas semanas asistí como invitada a un acto de presentación de un servicio y la sensación que tuve -y que ha perdurado-- es !lástima, que estuviera tan mal organizado! Y sí, fue una lástima, ya que la secretaría técnica fue muy eficaz y la atención comercial excelente, pero la organización global falló, me atrevería a decir que estrepitosamente.

Muchas veces como OPC -organizadores profesionales de congresos- hemos dicho a nuestros clientes  que lo importante de un acto o reunión es su "meollo", el contenido de éste, lo que se quiere comunicar y que una buena organización va a contribuir a destacar ese contenido; una organización mediocre probablemente no aporte un gran valor al acto, pero una mala organización echa por tierra todo el interés del contenido por muy bueno que este sea.

En el caso que estoy comentando el local era claramente inadecuado: estrecho, iluminación excasa, con un escalón a lo largo de toda la sala, con una valla para marcar el escalón, mesas muy grandes y bancos corridos, prácticamente sin sitio para que los invitados siguieran de cerca la presentación;  se eligió -me lo dijo el anfitrión- por estar ubicado en un entorno muy atractivo, "con tirón" como dijo exactamente-.

A tenor del desarrollo de la presentación el invitado principal se retrasó un poco y se indicó a los invitados que podían pasar por el buffet: a partir de es fácil  imaginar lo que sucedió, la presentación pasó a un segundo plano, discursos, imágenes, presentaciones quedaron absolutamente desdibujadas.

Me gustaría saber quién de los presentes se fue con una idea clara de lo que la presentación quería comunicar... o si estuvieron más entretenidos disfrutando del entorno y en la cola del buffet...