Incendios, Paisaje y Turismo
Como estamos en verano (en nuestro hemisferio norte), hace calor, la vegetación está muy seca, mas crecida que otros años, por las lluvias de los meses anteriores y como todos los años, se produce el misterioso fenómeno de los incendios forestales o más bien la quema indiscriminada de cualquier espacio verde o de campo.
Es más que evidente, que la quema de un área natural, por muy antrópica que sea, conlleva un perjuicio tremendo a la industria turística, que vive de este recurso paisajístico y para su uso recreativo, produciendo graves daños en su proceso productivo, de creación de experiencias y productos turísticos: ¿ O alguien lo duda?
Pues, este año, como todos los años, vuelven los incendios, que aun no teniendo los datos a mano, como siempre la gran mayoría son intencionados, con objetivos diversos, pero poco racionales, salvo para quien los provoca.
El paisaje posterior a un fuego, es siempre desolador y salvo por el interés ecológico, que pueda tener el estudio de la evolución de las especies pioneras y su adaptación al medio, la verdad, es que pocos beneficiarios hay, en concreto cuando hablamos de terrenos públicos, en los que no se producirán ni cambios de cultivo, ni reclasificación urbanística (especialmente, desde que la burbuja del ladrillo, estalló, hace pocos años), ni algún otro motivo, que ahora mismo no llego a calcular.
Lo cierto es que cuando hablas con la gente de los pueblos, existe una especie de tolerancia, que no se comprende desde fuera, salvo el cierto recelo de una justicia, que no actúa, correctamente, bien por falta de evidencias, bien por una legislación muy “light”, donde las perdidas ambientales o de Patrimonio Natural, no se saben calcular y por tanto los daños, son tan subjetivos, que se basan en las pérdidas humanas (edificios, equipamientos, vidas,….) y no precisamente en el coste que supone, por ejemplo, a una industria turística, que se basa en el entorno natural y rural, que por otro lado se quiere promocionar. Una importante contradicción.
Pero me gustaría y mucho agradecer, tremendamente al 112 y lo digo en especial por mi última experiencia en la comarca de La Vera (Extremadura), donde día si y día también, se repetían los incendios, por doquier, que gracias a la intervención de los bomberos, los incendios apenas duraban 1 o 2 horas.
Los helicópteros y camiones de bomberos, actúan de una forma coordinada, eficaz y muy rápida, evitando así una perdida tremenda del medio natural.
Siendo testigo directo de un fuego a unos 500 m. de mi propia casa, que afortunadamente fue extinguido por el servicio de bomberos del 112 de Extremadura, me alarmo, como casi simultáneamente se producían otros conatos de incendios en puntos diferentes, que obligaban a los bomberos estar movilizados y perder así cierta efectividad.
Pero para resumir o concluir, las empresas turísticas y la administración local, debería intervenir más en la planificación y gestión del territorio, en función de anticiparse a cualquier impacto ambiental y por tanto turístico, provocado por incendios.
Sería importante concienciar a las poblaciones locales, de la relevancia del Patrimonio que tienen a su alrededor y apoyarlas para contrarrestar y evitar acciones negativas, que al final todos pagamos, de una u otra forma.
Un cordial saludo
Arturo Crosby