HOSTELTUR ha puesto en marcha hoy una campaña que reclama la creación de un Ministerio de Turismo. Seguramente en los próximos dÃas escucharemos argumentos a favor y en contra.
Como sabrán muchos lectores, yo trabajo en Hosteltur como periodista. No puedo ser imparcial, pero sà puedo ejercer de abogado del diablo dentro de mi propia organización.
A continuación expongo tres argumentos en contra... Y sus tres respectivas réplicas:
1) Si el Turismo consigue tener un Ministerio propio, otros sectores también podrán reclamarlo. El resultado final serÃa un Gobierno hiperinflado de ministerios y poco eficiente.
2) En España las competencias en planificación, ordenación y promoción del turismo están transferidas a las Comunidas Autónomas. Por tanto un hipotético Ministerio de Turismo apenas tendrÃa competencias reales en estas áreas claves.
3) La creación de un Ministerio de Turismo supondrÃa un sobrecoste para las arcas del Estado en un momento de grave crisis económica y necesidad de reducir déficit público.
Réplicas:
1) El Turismo no es un sector económico en sÃ, sino una actividad transversal cuya evolución depende de otros ministerios: Trabajo (contratos laborales), Exteriores (visados turÃsticos); Fomento (infraestructuras y servicios de transporte); Cultura (utilización del Patrimonio); Medio Ambiente (gestión de playas), etc. Tener voz y voto en el Consejo de Ministros permitirÃa influir en la toma decisiones con mucha más efectividad. Estamos hablando además de una actividad cuyas ventas a ciudadanos extranjeros la convierten en el sector exportador nº1 de la economÃa española.
2) Las Comunidades Autónomas han desplegado una multitud de normativas y leyes de Turismo en la defensa legÃtima de sus intereses pero sin haber fijado entre ellas un consenso mÃnimo. La falta de dicho consenso ha acabado por crear desconfianza entre los inversores. Un Ministerio de Turismo podrÃa ejercer el liderazgo necesario para coordinar las CCAA y recuperar una unidad de mercado que redundarÃa en beneficio de todas ellas.
3) No necesariamente la creación de un Ministerio de Turismo deberÃa suponer un importante sobrecoste, pues el Gobierno central ya posee una secretarÃa general de Turismo asà como un organismo veterano con experiencia en planificación y promoción turÃstica, Turespaña, que podrÃa ser la columna vertebral de dicho ministerio. En todo caso, el sobrecoste deberÃa ser auditado junto con los beneficios que reportarÃa la creación del Ministerio de Turismo a corto, medio y largo plazo.
La razón principal para el no es la número 2.
Las comunidades autónomas tienen transferida la ordenación del turismo en su territorio. Punto y final.
Para más inri, las propias comunidades autónomas no tienen al turismo en la parte superior del organigrama de departamentos o consejerÃas, caso Madrid o Cataluña por ejemplo. No, lo tienen a imagen y semejanza del estado, como direcciones generales.
Un caso similar serÃa el ministerio de sanidad, con muy poco peso; a su vez éste tiene un "Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud", para cohesionar los distintos sistemas autonómicos. En turismo, nos encontrarÃamos con organismos de ese tipo, un consejo interterritorial turÃstico, que posiblemente no encontrarÃa consenso debido a lo variopinto de las regiones españolas.
En agricultura también está casi todo transferido a las CC.AA,, aunque es verdad que ahà la negociación con la UE da más peso al Ministerio. La PolÃtica AgrÃcola en la UE es muy importante; la polÃtica turÃstica europea es insignificante.
¿Cómo se embrida el desmadre de las CC.AA.? Ese es el meollo de la cuestión en éste y otros muchos asuntos trascendentes para nuestro futuro.
El problema no es el sistema autonómico en sÃ, como concepto, sino como práctica, es decir, el abuso que se ha hecho del mismo: empezó siendo parte de la solución, ahora es parte del problema, porque nos hemos pasado "varios pueblos", y es difÃcil reconocerlo.
El razonamiento de fondo es simple: si el turismo es la principal industria nacional, de las pocas que funcionan razonablemente bien a escala global y que nos puede sacar del apuro/hoyo profundo en el que estamos, todos, también la administración pública, debemos orientarnos a apoyar al máximo este sector tan transversal de nuestra economÃa. Estaremos locos si no lo hacemos. Como dice un amigo irlandes que lleva mucho tiempo afincado por aquÃ: "Starving the goose that lays the golden eggs". Esto es lo que estarÃamos haciendo: "crazy", ¿no?
El Turismo no es un sector más, es el sector motor de nuestra economÃa, que este sector no tenga representación en el gobierno no tiene sentido alguno, tampoco me explico como nos llevamos las manos a la cabeza ante la incapacidad para crear una marca fuerte y una gestión de destino eficaz si el Estado central no tiene competencias al respecto.
La razón más pesada de todas es las 2 sin duda... no es posible un Ministerio por uqe las competencias están transferidas pero si que es necesarios declarar TURISMO COMO SECTOR ESTRATÉGICO. Próximamente publicaré un post escrito por Manuel Figuerola en el que se argumenta este punto.