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Daniel Suarez Ayala

Hotel Next Generation

Blog personal para escribir y opinar sobre todo aquello que gira alrededor de mi pasión profesional: la industria hotelera moderna. Un blog donde regularmente comparto todos aquellos aspectos que considero interesantes para un rentable desarrollo de nuestro negocio, el sector de los hoteles y el turismo en general.

Daniel Suarez Ayala
Publicado por HotelworldConsulting el 16 de Septiembre de 2011 y actualizado el 6 de Julio de 2012

Es un ¨salto¨. Y hay que saber abordarlo en su preparación y en su aterrizaje. Me refiero a lo que supone para un Director de Hotel el llegar a una nueva unidad hotelera, con un nuevo equipo gestor bajo su responsabilidad. La mayoría de directivos con algunos años de experiencia en nuestro sector hotelero, al menos una vez nos hemos enfrentado al excitante desafío que siempre -en menor o mayor medida-, supone dirigir un nuevo grupo de personas en un hotel. Nueva etapa, nuevo escenario, nuevos profesionales a los cuales por supuesto hay que conocer y saber optimizar en su rendimiento como equipo. Y es para este contexto específico que hoy quiero escribir las siguientes reflexiones. Contexto además para el cual, por supuesto, nadie tiene ni el manual perfecto ni la fórmula mágica que garantice de antemano el éxito! Pero sí algunas recetas recopiladas con los años y las diferentes experiencias (siempre enriquecedoras, tanto las positivas como las ¨menos negativas¨…). 

Porque bajo mi personal punto de vista, ¿qué deberíamos tener en cuenta a la hora de dirigir un nuevo equipo hotelero? –entre otros numerosos factores que seguro omitiré en este post-.

La oportunidad del momento. El crear de entrada unas condiciones lo más flexibles y adecuadas posibles, de cara a que esos nuevos integrantes de tu equipo (comenzando por jefes de departamentos y continuando por otros mandos intermedios y sus respectivos trabajadores de base), pues puedan desarrollar todo su potencial sin excesivas ¨ataduras¨. Que no significa descontrol ni falta de supervisión por parte del director, pero sí cierta cintura y capacidad de regatear en corto ante la nueva etapa de gestión.

Por supuesto que todo Director llega a su nueva misión con unas ideas y una línea de trabajo propia! (no estoy abogando por renunciar a las mismas, ni mucho menos…). Aunque sí defiendo el hacer un esfuerzo oportuno que permita a tu equipo desarrollar y aportar soluciones de la mejor manera posible. Escucha, valora, observa, examina. Toma en consideración lo que las personas y profesionales que ya llevan un tiempo en ese lugar recomiendan. Ya que de esa perspectiva, unido a los valores y a la visión que el recién llegado aporta, seguro podrá salir una composición triunfante y rentable para la unidad hotelera.

Establece y acuerda cuanto antes los niveles de autoridad. ¿De cuánta autonomía de decisión gozaba tu equipo en la etapa anterior? ¿Qué nivel de fiscalización e intervención requiere actualmente la operación del hotel y sus procesos más críticos? ¿Eres de esos directores que necesitan estar al tanto de todos los detalles? Todo esto debe hablarse transparentemente con el equipo. Creando así relaciones de confianza recíproca. Sobre todo para poder trabajar todos bajo el mismo techo y con unas reglas de juego entendidas y asimiladas.

Establecer niveles de análisis. Definir bien la importancia de que siempre se puede discutir, de que siempre se evalúa, se intercambian criterios, se revisa; pero que una vez decididas las cosas, estas deben ejecutarse con rigor y fidelidad respecto a lo decidido!! Establecer por tanto una coherencia interna de acción, enfocada a que la eficiencia operativa y la productividad se conviertan en las divisas máximas del equipo.

Retroalimentación y resultados iniciales. No menos importante para el director, cuando se trabaja con un nuevo equipo en un hotel, es valorar, calibrar y repasar los primeros resultados. ¿Cómo han salido las cosas y los primeros objetivos? ¿Por qué puede no haberse obtenido el desenlace esperado? Medir y calcular de qué somos capaces. A la vez que ganar consciencia de qué puede ser que esté más allá de nuestras actuales capacidades profesionales como equipo; todo eso es algo que considero igualmente fundamental.

Y no porque las cosas no vayan todo lo bien al comienzo que uno esperaría, quiere decir que el equipo no pueda mejorar en su conocimiento mutuo y en sus prestaciones colectivas. Paciencia. Dar determinadas opciones a que ciertos mecanismos internos se acoplen. Pensar en que el beneficio no siempre llega de inmediato; y en que lo que sembremos al comienzo, si lo seguimos regando inteligentemente, tarde o temprano dará sus frutos.

¿Que tu empresa, su situación, la presión desmesurada por resultados inmediatos, sus diferentes cálculos internos, etc., tengan igualmente o no ese margen…? Puede ser que no. De ahí que a veces igualmente haya que coger las cosas por donde vengan, con quienes vengan, y desgraciadamente dando a la improvisación un grado de participación que rara vez es deseable o fecundo. Pero sabiendo que ese nunca puede ser el fin último.

Identifica por ti mismo y aprovecha fortalezas. Siempre nos suelen dar un ¨informe de situación¨, una serie de alertas o sugerencias sobre el equipo que nos espera en el hotel; (informe bien por parte del director saliente, o bien a través de la propia cadena operadora o propiedad del inmueble). Y seguro que con la mejor intención del mundo se nos intenta poner en antecedentes. Pero tengamos en cuenta que aquí hablamos del arte sublime de dirigir seres humanos! Y por tanto, como ya arriba enunciaba, no hay manual infalible ni experiencia o etapa igual a la anterior…

Ante todo ello, lo que recomiendo es identificar por uno mismo. Puede haber fortalezas en tu equipo que no hayan sido identificadas antes... Puede haber personas que aprovechen la nueva etapa para igualmente reciclarse y tomar la misma con renovadas energías e ilusiones…

Prueba. Tantea. Busca en qué proyectos dentro del hotel también pudiera adaptarse la persona en cuestión, acorde a sus cualidades técnicas y personales. Pregúntale qué le gustaría hacer a cada miembro clave de tu equipo (en aras de enfocar, si eso fuera posible, esas preferencias con los objetivos a medio plazo del establecimiento y sus clientes). Y planifica siempre con ese extra de frescura que da el estar recién aterrizado en la operación de tu nuevo hotel.

Luego, en línea con lo que ya dije arriba, como nuevo director podrás tener, o no, el tiempo necesario para desarrollar toda la estrategia visualizada. Pero eso ya es harina de otro costal! (y lo dejaré para el siguiente post en el cual aborde este tipo de cuestiones…).

Buen fín de semana y saludos cordiales le deseo a toda la comunidad Hosteltur,

DSA

Daniel Suárez Ayala

Post originalmente publicado en BlogTRW

 

Tags: industria hotelera, negocio hotelero, Consultor hotelero, consultoría
Licencia: Reconocimiento
Añadir comentario 19 comentarios
Francisco Rodriguez
#1 paco_rs dice:

Querido Daniel: me acabas de recordar dos lelgadas mías a dos hoteles diferentes. Vaya un susto que se lleva uno cuando ve a su equipo espectante. Para escribir una enciclopedia daría esta temática.
Me ha gustado. Un abrazo

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Gracias Paco, me alegra que te hayan gustado las líneas...
Efectivamente, para todos los que vivimos la hotelería moderna con pasión e intensidad profesional, esta temática da para muchas reflexiones interesantes.
Ya seguiremos intercambiando al respecto de este y otros temas, amigo mío ;-)
Un abrazo,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Javier S.T.
#3 JavierST dice:

Felicidades por el post Daniel, sin duda el director de un hotel debe tener una sensación de incertidumbre bastante importante cuando llega a un nuevo hotel para dirigirlo.

Un saludo.

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Javier, gracias por tu comentario y felicitaciones.
Aunque quizás yo no utilizaría precisamente la palabra ¨incertidumbre¨ (que pudiera sonar a dudas, a inseguridad o a vacilación en el momento de afrontarse la nueva etapa en el nuevo hotel...).
Porque esos estados de ánimo -con posible duda, titubeo o irresolución-, esos evidentemente coincidimos en que serían malos compañeros de viaje a la hora de aterrizar como responsable en una nueva unidad hotelera :-(
Estoy seguro además que tú no lo piensas de esa manera tampoco Javier. Sino que más bien estás aludiendo a ese momento previo o inicial como un momento con ciertas interrogantes por responderse! (lógico sentimiento humano... el cual debemos afrontar con serenidad y seguridad). O momento con ciertas incógnitas por lo que ese nuevo Director encontrará en un terreno lleno de variables humanas nuevas! Pero variables que se supone no deben ser tan nuevas en el aspecto técnico y operacional!!! (si hablamos de un directivo que sabe lo que se trae entre manos, claro está).
En todo caso: quizás ese momento previo e inicial pudiera ser el momento ¨del excitante desafío¨, como más o menos lo intenté denominar arriba en el post Javier ;-)
Un saludo cordial,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Innovahotel Gestión de proyectos SL
#5 Innovahotel dice:

Me gustaría lanzaros la siguiente pregunta como directores y conocedores del sector.
Cual es el motivo de esta epidemia que existe de que a los pocos meses incluso semanas de inaugurar un nuevo hotel se despide al director, porque estos ultimos años lo he visto en cantidad de ocasiones.
Saludos.
Emilio

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Juan Antonio  Mota Navarro
#6 Hotel_up dice:

Creo Daniel que, en ese momento inicial de entrada, es importante saber quién es cada quién. Escuchar, analizar,entender y entrar en un diálogo crítico progresivo nos ayudará a ese reconocimiento.
No todo el mundo afronta las nuevas incorporaciones directivas con "ilusión".
Como sabes hay quiénes prefieren no moverse del sitio, mantener una postura estancada, excesivamente relajada que no contribuye a la mejora general del sistema.
Sí, es un tema que da para mucho, pero conocer las bases motivacionales de esos grupos de trabajo, por área, por departamento nos ayudará a concretar próximas actuaciones, nos aportará claves y, sobre todo, referencias en las que apoyarnos desde una visión compartida.

En ese instante, lo importante no es el director que llega ni sus falibles fórmulas sino el entendimiento y el análisis que desarrolla en pro de asentar unas mínimas bases con un grupo de personas, atendiendo a sus necesidades y conjugándolas con esa visión personal que debe estar siempre abierta a la escucha activa y a generar un flujo interno de comunicación que unifique el ejercicio del liderazgo.

Como bien sabemos no hay receta mágica pero somos conscientes que nuestro mejor activo son ellos.

Sureños saludos
Juan Antonio Mota

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Emilio, siempre es una interesante pregunta la que planteas arriba en el comentario #5... Pregunta que de antemano te digo puede tener, por supuesto!, muchas respuestas y de variada naturaleza.
Pero amén de lo que puedan opinar o aportar otros colegas hoteleros de la comunidad -con la misma o con más experiencias que yo en estas lides-, aquí va también mi intento de respuesta (partiendo de las premisas que nos planteas, o sea, inauguración de nueva unidad hotelera y relevo de su principal directivo a las primeras de cambio).
Opción 1) Era un Director de pre-apertura. Algunas empresas o compañías hoteleras tienen personas especializadas en esa primordial y crítica fase. Generalmente llegan con el establecimiento todavía en obras, supervisan la finalización de las mismas desde un punto de vista operativo, ponen en marcha los procesos, organizan al equipo en sus funciones internas fundamentales; entre otras muchas tareas. Y tras todo ello cogen carretera hacia otras misiones.
Opción 2) El director ¨se fundió¨ poco tiempo tras la inauguración. Quizás hizo relativamente bien su tarea hasta un cierto momento; pero luego la presión y la tensión vivida durante el proceso de apertura (que muchas veces suele ser todo menos idílico...), le pasó factura y lo derribó. Y la cadena o empresa decide sustituirlo con alguien fresco, que en cierta manera encuentra ya todo más o menos andando -pero sin haber pasado por la ¨quema¨ que para muchas personas supone abrir un hotel-.
Opción 3) El director no era válido (para ese hotel en concreto, o más bien para ejercer ese importante puesto en sentido general...). Y muchas veces, en un proceso como abrir un hotel, pues esas carencias profesionales quedan al descubierto mucho más rápido que si es un director mediocre que llega a un hotel que funciona todo adecuadamente; en el cual quizás si su nivel superior no es tampoco muy brillante, pues tarda más en ser relevado de su cargo al frente de la unidad hotelera... (Generalmente cuando los estropicios causados ya sobrepasan el límite de la sostenibilidad.)
Opción 4) El Director puede haber realizado sus tareas de forma adecuada. Pero otros factores dentro de la empresa ¨no cuadran¨. Quizás concibieron mal el producto hotelero recién inaugurado... Quizás la empresa gestora, para firmar el contrato de management, le ¨prometió¨ a la propiedad del activo alojativo unos objetivos de negocio que luego en la realidad (a las primeras de cambio), se vislumbran como inalcanzables... Y se lo achacan al Director como máximo responsable del hotel, y este paga los platos rotos. Se le despide o se le manda a otra unidad, y así se gana tiempo y margen de maniobra.
Opción 5) El Director abre el hotel, lo pone en marcha con solvencia, y pasados los primeros meses se da cuenta más o menos rápido que ¨esta no es la moto que le vendieron¨; o que los planes que había con la unidad hotelera una vez en marcha pues comienzan a desvanecerse. Decide por tanto buscarse otras alternativas, y ante la << opinión pública >> los acontecimientos quedan como un despido! -aunque haya sido el propio Director quien haya precipitado y anunciado a la compañía su salida-. Tengamos en cuenta que a muchas empresas (no creo que esto sea solamente en las hoteleras), no les gusta nada que sus directivos sean ¨dueños de su destino¨. Y que en un momento dado puedan permitirse el LUJO de decidir por ellos mismos su salida o cambio de aires! Y menos lo asimilan algunas empresas en épocas de crisis, durante las cuales se supone que el trabajador (por mucho gerente que sea), tiene que tragar más y ser más sumiso -aún ante los posibles disparates-.
Insisto: aquí hay 5 opciones, entre muchas otras ¨n¨ opciones posibles Emilio...
Sencillamente he dejado correr la pluma y me he puesto a escribir las posibilidades que primero me venían a la mente -como posible respuesta a la pregunta concreta que tú planteabas arriba-.
Un saludo cordial a tod@s y buen fin de semana,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Gracias por tu comentario arriba, Juan Antonio. Entiendo que tus muy acertadas reflexiones no entran en contradicción con los aspectos principales que en el post quise abordar... Y está claro que como dices, el tema da para mucho. Tratar de abarcarlo todo nos llevaría a una << Enciclopedia de la Dirección Hotelera moderna >>. Algo que en todo caso se podría ir compilando a través de todas las líneas que a diario en esta comunidad leemos ;-)
Gracias una vez más por el complemento de tu aporte Juan Antonio.
Saludos desde Las Palmas,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Innovahotel Gestión de proyectos SL
#9 Innovahotel dice:

Muy buena respuesta Daniel pero me gustaría hacer la siguiente reflexión a todas tus opciones:

Opción 1) Realmente el director sabe que es un contrato de pre-apertura?

Opción 2) ¨Se fundió¨ o lo fundieron?

Opción 3) Quien contrato al director? antes no deberían despedir a la persona de recursos humanos?

Opción 4) Si la empresa de management no alcanza los objetivos, no sería más correcto prescindir de ella también?

PD: Comentario dedicado a los directores de hotel que se dejaron la piel y pusieron todo su empeño en sacar adelante proyectos hoteleros en muchos casos mal planificados desde un principio, personas valientes capaces de arriesgar un puesto de trabajo fijo y apostar por nuevos horizontes y que ahora están en la cola del paro.

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

jajajajajaj, muy buena la dinámica del análisis Emilio. Preguntamos y planteamos opciones; obtenemos nuevas preguntas; y luego intentamos ubicar nuevas respuestas. Y seguro nos irá saliendo así una reflexión la mar de completa sobre el asunto en cuestión. Me gusta ;-)
Eso sí, en este caso no voy a responder tus nuevas reflexiones Emilio. Voy a esperar para ver si quizás alguien más se suma al tema...
El debate está abierto. Y toca no pocos puntos de rabiosa actualidad y fundamental importancia para nuestro sector hotelero -digamos nacional-.
Un cordial saludo,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Eduardo Serrano Martínez
#11 7812074 dice:

¡¡¡Dani, a ver si utilizas una tipografía más grande leñe!!!

;)

Eduardo

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Sugerencia anotada Eduardo ;-)
Un abrazo,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Miguel Angel Campo Seoane

Cada situación requiere una respuesta y perfil de director diferente, en la experiencia vivida durante cuatro décadas, es decir con situaciones muy diferenciadas en la situación del turismo en este país, he visto todas las situaciones que se plantean en el post y comentarios, y encuentro muy acertados los planteamientos que en el post hace Daniel, y los que se hacen en algunos de los comentarios.
No obstante, solo puedo juzgar con verdadero conocimiento las experiencias personales, en las que hacerme cargo de un establecimiento hotelero, ha tenido origen en un trabajo de consultoría, en el que la propiedad me ha encargado de responsabilizarme del proyecto de gestión que les había propuesto en mi informe, esta situación se ha dado en dos casos, mi primer trabajo como director , en el que me hago cargo del establecimiento en fase de construcción y el último, en algunos casos he accedido al cargo como consecuencia de una oferta que me hace la propiedad del establecimiento, ante la situación de éxito del establecimiento que estoy dirigiendo en ese momento, en otros casos el acceso a la dirección de un establecimiento tiene su origen en una selección de personal.
En la mayoría de casos en establecimientos operativos durante muchos años, con plantillas con derechos que consideran adquiridos, y que a mi juicio, no son más que abusos de derecho, susceptibles de corrección.
Cuando la formación de la plantilla ha dependido de mi propia decisión, no he tenido problemas, porque los contratos se han realizado según mi criterio, con mínima interferencia por parte de la propiedad, ya que así ha sido condicionado para aceptar el trabajo, en los casos en que me tenía que hacer cargo de un hotel en activo, con plantillas consolidadas en el establecimiento, he tenido como norma básica, para aceptar el puesto de director, recabar de la empresa un estado de situación e información de los objetivos que esperan pueda cubrir a corto y medio plazo, aceptando si pensaba que podría cubrirlos, y no aceptando el cargo cuando las expectativas de la empresa eran, a mi juicio, inviables, en todos los casos he podido superar las expectativas de la empresa, no admitiendo interferencias en mis decisiones de gestión mientras estuviese cumpliendo con los objetivos a los que me había comprometido, dando un preaviso razonable al presentar mi dimisión en aquella empresa que pretendía interferir en la gestión, o cambiar de forma negativa las condiciones pactadas.
Ha sido norma de conducta no realizar cambio alguno en lo que encontraba en la empresa, sin antes haber analizado con los responsables de cada departamento las razones para hacer las cosas de la forma en las que las estaban haciendo, y analizar con los mismos, si podíamos hacerlas de otra forma al plantear los objetivos empresariales con los que me había comprometido, conduciéndolos de forma sutil, sugiriendo cambios en la dirección en la que pretendía implantarlos, para que pudiesen verlos como decisiones de ellos, que eran aceptadas por el nuevo director, más que como imposiciones de éste, sin perjuicio de que una vez vista la necesidad de realizar el cambio, imponerlo, si no encontraba camino para que las sugerencias fuesen aceptadas por el grupo, en una defensa de mantener situaciones previas no compatibles con la necesidad de mejoras de la explotación.
En cuanto a la pregunta de Emilio en el comentario #5, pienso que la principal causa de los despidos a pocos meses de la contratación, cuando no en el propio periodo de prueba, es debido a la precariedad en la que se celebra la contratación, con muy escasa capacidad del contratado para pactar las condiciones de contratación, en algún caso cuando me han ofrecido un puesto como Director, y pretendían que firmase un contrato con un determinado periodo de prueba, he tenido que decir a quien pretendía contratarme, que pactadas las condiciones económicas y temporales del contrato, yo no necesitaba contrato, y quien estaba en periodo de prueba era la empresa, ya que yo la dejaría tan pronto como pretendiese interferir en mi gestión o cambiar cualquiera de las condiciones pactadas.
Se que no ha sido lo normal en las relaciones empresa y director, pero me las he podido permitir, al sentirme capacitado para poder salir adelante, si no lograba una dirección, dedicándome a la formación o la consultoría.

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Javier S.T.
#14 JavierST dice:

Hola Daniel, he usado la palabra "incertidumbre" como sinónimo de expectación ante lo desconocido, no como sinónimo de duda o miedo. Creo que si algo caracteriza a un nuevo puesto de trabajo, por muy segura que sea la persona es esa expectación ante lo que se va a encontrar que muchas veces difiere de lo que le han contado como bien dices en tu post, a traves de informes o informaciones directas de su antecesor.

Por lo tanto no es que sea algo malo, simplemente es algo que es propio de la naturaleza económica y empresarial.
Por cierto, yo tampoco entiendo la excesiva rotación del puesto de director de hotel, he visto como muchas veces acreditados profesionales que llevan ejerciendo en la misma empresa mucho tiempo ese cargo, en muchas ocasiones no tienen estancias de más de año y medio en muchos de los hoteles que han dirigido dentro de la compañía que aún confía en ellos, yo creo que menos de 2 años es un tiempo bastante pequeño como para poder realizar cambios profundos a nivel operativo y recoger la cosecha sembrada.

Por último creo que la incertidumbre, en el ámbito de la empresa, es uno de los factores más importantes que condicionan a los profesionales y al entorno.

Un saludo!

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Muchísimas gracias por tu comentario Miguel Ángel. Como siempre, es un enorme placer para mí el leerte! Con tanta experiencia acumulada por tu parte, con tantas situaciones manejadas en nuestro sector a lo largo de tantos años; y por ende, con tanta vivencia tuya de la cual sacar nosotros -los un poco más jóvenes que venimos detrás...-, ricas lecturas y aprendizajes.
Para no variar además, me podría quedar con mucho de lo que arriba comentas Campo-Seoane. Pero en este caso, y dado el contexto de lo hablado (y dada la cuestión que arriba formulaba Emilio acerca de los directores despedidos por sus compañías al poco tiempo de abrir el hotel), permíteme por favor quedarme con lo siguiente: << ... quien estaba en periodo de prueba era la empresa!!!!!! >> jajajajajaja.
La ¨botaste por el center field¨ una vez más Miguel Ángel jajajajaja.
Un abrazo estimado profesor, y nos mantenemos en contacto ;-)
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Ahora me ha quedado más claro el significado que le diste a la palabra incertidumbre, Javier. Gracias por tu matización, y por las adicionales reflexiones que realizas al respecto de todo este tema ;-)
A raíz de lo que inquirió Emilio arriba en su comentario #5, y a raíz de lo que tú ahora también aludes sobre la rotación en la dirección de un hotel (y el potencial periodo necesario y/o conveniente de permanencia en el mismo...), sin duda me asaltan las ganas de escribir un nuevo post que gire en torno a todo este asunto.
Inicialmente el post original de arriba lo había enfocado a lo que significa la llegada de un nuevo Director de Hotel a un nueva unidad hotelera con un nuevo equipo de gestión bajo su responsabilidad. Pero no cabe duda que estas otras reflexiones y vertientes son, como mínimo, igual de interesantes.
Es una de las cosas bonitas de la hotelería: un mundo sin fin y lleno de apasionantes recovecos... jajajajaja.
Un saludo cordial,
DSA

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Javier S.T.
#17 JavierST dice:

Pues ni que decir tiene que contarás una vez más con un ávido lector, ya que es un tema que me interesa bastante y que no he logrado entender muchas veces.

Un saludo!

Escrito el 16 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Roberto Gutierrez Kelly

Soy otro veterano, muy veterano, retirado. He sido privilegiado al poder trabajar en magníficos establecimientos y Empresas, como "directivo obrero", que no estrella del self-marketing", y no lo menciono con desdén, cada uno tiene su proceder y función.
Es encomiable tu intención, la labor divulgativa de este blog y la buena voluntad, pero, desdichadamente, desde hace muchooooooooos años, salvo que uno sea considerado como un divo (que sin magnífico equipo nunca se es nada), no existe el director de hotel como ejecutivo, si como nominal, y menos aún de ese estereotipo del que se supone que debe "ejecutar" con su profesionalidad y mejor criterio posible.
Eso de aportar ideas, y crear o coordinar un equipo consolidado o por configurar, y las otras mil cosas que se hacían, están acotadas por los procedimientos de protocolo establecidos en cada Empresa, la iniciativa es casi castigada.
Hace muchos años que los directores de hotel son meros administradores de "fincas", cuyas iniciativas están limitadas hasta para comprar un bolígrafo.
¡¡¡Ah!!!! me olvidaba comentar otra impresión mía, todo esto se inició desde que los hoteleros (dueños de hoteles o cadenas), se dedicaron más a las cuestiones inmobiliarias que a la propia industria.
Salud y mucho ánimo
Roberto Gutierrez Kelly

Escrito el 21 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años
Daniel Suarez Ayala

Muchas gracias por tu comentario Roberto. Sin duda tocas puntos clave y fundamentales en lo relativo al ¨margen de maniobra¨ que en nuestra actual industria hotelera le queda al Director de Hotel a nivel establecimiento. Y sí, coincido contigo ampliamente en que la figura del Director de Hotel está por desgracia infravalorada y denostada en muchos sentidos; y a la vez ha cambiado también mucho con el tiempo y con las nuevas dinámicas que rodean el mundo de los negocios en general... Yo de más jovencito, cuando todavía mi tío vivía! (un Director de Hotel probablemente de los de tu época, Roberto), pues la verdad que retenía muchas de las historias que me contaba. Y cuando ahora las recuerdo y las comparo con el contexto actual, evidentemente los contrastes son enormes y marcados.
A ver si un día de estos me siento un rato y comienzo a recopilar algunas reflexiones al respecto. Ya que estoy seguro que pudieran salir uno o varios artículos interesantes sobre el rol del Director, sus posibilidades de actuación hoy en día, y como todo ello influye en el actual devenir de nuestra industria sin chimeneas.
Saludos cordiales,
DSA

Escrito el 22 de Septiembre de 2011, hace más de 2 años