La verdad es que al leer los reiterativos comunicados de prensa de acusación-desmentido que se lanzan unos contra otros con los medios de por medio, casi se te escapa una sonrisa si no fuera por los temas de vital importancia y trascendencia que tocan. Pero aún así no puedes evitar pensar por un momento que “son como niños”, aunque inmediatamente recuerdas que en ellos cuestionan aspectos clave como la seguridad aérea o los retrasos, el mal endémico de nuestra industria.
Así que vamos a desentrañar el choque de acusaciones con el que nos han bombardeado, literalmente, las últimas 48 horas para ver si podemos ver la luz entre tanto comunicado.
El anuncio de Aena de la adjudicación del control de 13 torres a Ferrovial y Saerco despertó a la Asociación Profesional de Controladores de Tráfico Aéreo (Aprocta) que, por boca de su presidente, Luis Gómez Lera, denunció que en poco más de 15 meses se han dictado 28 normas, leyes o reales decretos que han modificado completamente el marco normativo de la navegación aérea española “sin tener claras las implicaciones operativas que supondrían”. Unas implicaciones que se han traducido en más demoras (“España se ha convertido en dos años en el país con mayor índice de retrasos de toda Europa") e incidencias (con 47 cuasi-colisiones en 2010, según los datos de Eurocontrol aportados por la Asociación).
Ante estas acusaciones, y como no podía ser de otra forma, respuesta de Aena asegurando que el número de incidentes se ha reducido en un 20% en 2010 y que la puntualidad ha mejorado seis puntos este verano. El ente público afirma que los cambios normativos impulsados por el Ministerio de Fomento “se han realizado con el más escrupuloso respeto a la normativa nacional e internacional de seguridad”. Y lamenta que “de forma recurrente se produzcan declaraciones sin fundamento que cuestionan la seguridad aeronáutica en nuestro país, con el único objetivo de alimentar alarmas infundadas”.
La seguridad aérea también está presente en el nuevo frente abierto por el sindicato de controladores USCA, que asegura que la liberalización del servicio de control en las 13 torres, además de afectar a la seguridad, generará en 2012 entre 500 y 600 millones de pérdidas a las compañías aéreas y más de cinco millones de minutos de demora. Su representante, Francisco Gómez, ha recordado que, según Eurocontrol, entre el 75% y el 80% de los retrasos que se generan en España están relacionados con “la capacidad del espacio aéreo o con el personal de control, lo que significa que no hay suficientes controladores para abrir todos los sectores que el tráfico demanda”. Según los cálculos del sindicato, en todos los centros de control españoles falta personal y se necesitarían 200 profesionales más para ofertar la capacidad que el sistema demanda.
Sin embargo, el consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, se plantea presentar una nueva demanda porque “la bajísima calidad e ineficiencia de los servicios de control aéreo españoles añaden más minutos de vuelo y rodadura a las aeronaves, lo que está generando pérdidas a la compañía”. Según reconoce, la aerolínea acumula actualmente más de 18 millones de euros de desvío en concepto de combustible respecto a lo presupuestado (109 millones). Si bien no ha revelado qué porcentaje es achacable a los controladores, sí ha advertido que “está identificado”, y que “los gastos derivados del incremento de minutos de vuelo serán reclamados por vía judicial si es necesario”.
La reducción de separación de las aeronaves de ocho a cinco millas en los aeropuertos españoles, en vigor desde el pasado 22 de septiembre, y el llamado “servicio de dirección en la plataforma aeroportuaria” (SPD), aprobado el pasado viernes por real decreto, también han generado su controversia. El próximo día 17 entra en funcionamiento y los controladores no ven nada claro que deje de estar bajo su supervisión y se externalice este servicio de rodadura desde que el avión deja su posición de embarque hasta que llega a la pista de despegue. En su opinión este cambio sólo provocará más retrasos y, de nuevo, problemas de seguridad que les llevan a calificarlo como “una absoluta temeridad”.
Continuará… (me temo).
Buen post Vivi, aunque es de aquellos que habría que analizar por parte de ambas partes. Las compañías y los controladores siempre acusan a Aena de sus males, y por lo que se, no es tanto así, siempre.
Gracias por tu comentario, José Alberto. Estoy totalmente de acuerdo contigo: unos y otros se echan la culpa de todos sus males como si ninguno fuera responsable de nada. ¿Y quiénes lo acabamos sufriendo? ¡Los de siempre, los usuarios!