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Rincón web de InmaQuirante
Inma Quirante

Reflexiones de una novata!

Una de las cosas buenas de empezar en algo, es todo lo que te queda por aprender!

Inma Quirante

-          “La ilusión del principiante”.

Empezar con un nuevo proyecto significa soñar. Dejarse llevar y pensar en las grandes cosas que lograremos hacer.

Todos hemos soñado alguna vez con alcanzar grandes metas, con lograr arrancarles halagos y sonrisas a aquellas personas que admiramos.

El gran sueño de una persona, que comienza un nuevo proyecto es ver la satisfacción y la felicidad, que el fruto de su trabajo y su esfuerzo, provoca aquellos que se benefician de él.

Cuando comenzamos a caminar con una meta y  ponemos en marcha un nuevo proyecto, por muy sensatos y fríos que seamos, por muchos cálculos que hagamos sobre los esfuerzos y dificultades, a los que deberemos enfrentarnos; todas las complicaciones, que deberemos salvar; las complejas decisiones, a las que posiblemente debamos hacer frente… Tendemos a pensar en positivo.

Al comenzar con algo nuevo y poner en marcha esa ilusión, aunque nos recorra el miedo, pensamos que saldrá bien. Por eso empezamos, por eso lo ponemos en marcha. Es ese “gusanillo” el que hace pelear, cuando aparecen las primeras dificultades.

No obstante, en momentos tan complejos como los actuales. Quien más y quien menos, pierde el norte, y con ello visión y su razón de ser. Se deja guiar por lo que considera más beneficioso, o percibe como “única alternativa posible” y dejan de luchar.

Un emprendedor, no puede dejarse llevar por la ilusión y despegar los pies del suelo. El impulso inicial es la ilusión,  pero es necesario mantener la ilusión en su lugar.  Sin embargo, tampoco pueden permitirse guardarla tan bien, que luego sea imposible encontrarla cuando hace falta. Cuando todo se complica (porque se complicará), es necesario rescatarla de su lugar y despegar unos milímetros del suelo, con el objetivo de coger fuerzas y seguir adelante.

 

-          Crisis, ciclos y qué los provoca.

En momentos como estos, se resta valor a la ilusión, a la creatividad, a la empatía... Toman fuerza otras cualidades como la frialdad y el realismo, el sentido crítico, la capacidad de mantenerse distante e insensible a la hora de decidir.  Sin embargo, nunca recordamos que todo está sometido a etapas cíclicas.

¿Nunca nos hemos planteado por qué la economía, igual que la historia, la política, etc... Sufren cambios “cíclicos”, igual que la biología y las ciencias naturales?

Mi forma de verlo es que, todas las ciencias sociales sufren la influencia invariable del ser humano en su desarrollo. Afirmamos que no tenemos el poder de modificar, sino solo influir levemente, en lo que a ciencias naturales se refiere. Después,  ignoramos que en cuanto a ciencias sociales, nuestra influencia también es limitada. Ya que, éstas vienen también gravemente influenciadas por una variable incontrolable e inconstante: nosotros mismos.    

Al comenzar a jugar en un terreno nuevo, empezamos cargando nuestros esfuerzos en un sentido, el que creemos correcto. Cuando vemos que funciona y obtenemos resultados positivos, seguimos cargando peso en ese mismo sentido. En la mayoría de ocasiones, sin tener en cuenta que puede que dejen de funcionar llegados a un punto determinado. Cuando deja de funcionar, afirmamos que se trata de un ciclo, y que debemos aplicar nuestros esfuerzos por contrarestarlo. En ese momento, aplicamos medidas para “cargar peso” en el sentido contrario. Si no responde como pensábamos que lo haría, afirmamos que es necesario seguir cargando más peso, esforzándonos más. Que no hemos hecho lo suficiente. Normalmente, no admitimos que a veces caminamos a ciegas. Somos incapaces de utilizar los polos positivo y negativo de forma alterna y combinada, para evitar los ciclos y las crisis.

 

-          Dadas las circunstancias: Ministerio de Turismo ¿sí o no?

En este momento, creo que soy incapaz de valorar si realmente la solución al problema sería un Ministerio de Turismo. Puede que el problema en sí, no sea el título que se le ponga a ese organismo central y firme, aunque representativo, que tanta falta hace.

Personalmente, considero que la austeridad en el gobierno, dada la situación actual, no sólo es necesaria, sino vital. Quizá, el problema de fondo sea bien distinto. Es posible que, la sensación que nos ha llevado hasta aquí sea un sentimiento de abandono.

Considero que, tenemos la percepción de que, al menos hasta hoy, casi toda materia considerada con seriedad por nuestros gobernantes, ha obtenido una representación de peso, mediante la creación de un Ministerio exclusivamente dedicado a esa materia.

Sin embargo, a pesar de que, considero que las cifras hablan por sí solas. Y  si de aportación al PIB se tratara, Turismo no sólo debería de tener un Ministerio, sino que éste debía de ser uno con gran peso y poder decisorio, en cuanto a la política económica del país.  No obstante, me reafirmo en la idea de que la austeridad es vital en este momento.

Nos acercamos a las elecciones, y puesto que hay un candidato con bastantes posibilidades de ponerse muy por encima del resto. Y  éste ha denegado de lleno la idea de designar una cartera exclusiva de Turismo a ningún Ministro. Hay un sentimiento de derrota y conformismo en algunos. Que piensan si al menos, se nos proporcionara un Organismo fuerte, con una capacidad más independiente de decisión en materia de turismo…

En mi humilde opinión, es posible que el problema no sea si “Ministerio de turismo sí o no”. Hasta hoy, como he dicho, cualquier materia con peso y personas que apoyaran “la causa”, acababa por ganar fuerza y representatividad en el gobierno. Creo que, hemos llegado al punto en que, plantearnos si no nos equivocábamos de modelo.

Es posible que, los Ministerios deban quedar reducidos a una corta lista de materias. Tan pocas, que posiblemente fuesen generalistas hasta el exceso, cuyo poder decisorio se reduzca y dependa de organismos mucho más especializados y centrados en las materias concretas de que se ocupan. Es posible que, hayamos soñado demasiado a lo grande hasta ahora, dejando de preocuparnos por los detalles más pequeños y fundamentales.

 

-          La importancia del responsable, por encima del nombre de su cargo.  

Considero que, en cualquiera de los casos (Ministerio de Turismo sí o no) no es fundamental, alcanzar la ansiada representatividad, mediante el organismo más alto al que un sector puede aspirar. Sí lo es quién ocupe la silla.

Si la persona que asuma la responsabilidad, no conoce el sector de primera mano, hay poco o nada que hacer.

Personalmente, me parece mucho más importante (aun dependiendo de un Ministerio de Economía), que el organismo que se ocupe directamente de regular y decidir en materia de Turismo, tenga un conocimiento exhaustivo y de primera mano sobre las características tan peculiares que afectan al sector.

 

-          El peso del sector turístico y sus peculiaridades intrínsecas.

El turismo, no solo aporta una gran porción a la tarta del PIB anual en España. No se trata sólo de que, en nuestro país muchas personas y regiones dependen directa y casi exclusivamente, de este sector para sobrevivir y prosperar. No se trata solamente de que, el crecimiento de este país ha dependido y depende del Turismo, mucho más que otros países con el mismo nivel de desarrollo económico que España.

Se trata de que los trabajadores del sector turístico, cumplen unos horarios tremendamente complejos, que afectan a sus vidas, salud, relaciones sociales, etc. De que, los sueldos de muchos de ellos, y sus condiciones laborales, no les permiten llegar a fin de mes.

Se trata de que, siempre se aceptó lo sacrificado de trabajar en este sector, aunque otros lugares ofrecen mayor calidad de vida y más respeto, por las condiciones de trabajo.

Se trata de que, muchas personas muy preparadas estén huyendo del país, por la razón antes mencionada.

 Se trata de que, no se respeta al sector,  y el personal que asume responsabilidades en éste, proviene en gran parte, de otros campos de formación. Así mismo, muchas personas cuya formación está basada en turismo, deben recurrir a otros campos, por la poca protección y garantías que se ofrecen a este respecto.

En definitiva, se trata de que, se logre lo que se logre con iniciativas como ésta. Lo más importante, es demostrar que hay un sector muy fuerte, firme, muy preparado, con personas que no se conforman, se callan y asienten.

Se trata de reclamar que, se ponga el nombre que se ponga, al organismo que nos rija. Ha de reconocerse al sector turístico, la importancia que desde hace años se ha ganado por derecho.

Se trata de que, éste es el sector, hoy por hoy e históricamente, más capaz de absorber parados en España.

Se trata de que, es necesario que se ponga al timón de ese barco (tenga el nombre que tenga), a profesionales que provengan y conozcan el sector a fondo, y no a políticos de carrera (con todos mis respetos por su dedicación).

Considero que, si no ha de ser Ministerio el nombre que se ponga al organismo, al menos, sería necesario revisar sus poderes y peso decisorio en materia económica. Otorgar poder y cargos a profesionales, que provengan directamente del sector. Darle el respeto, recociendo el poder que el turismo tiene en España.

 

-          Soñar con cambiar las cosas.

En mi opinión, deberíamos de plantearnos un cambio general en nuestro sistema de gobierno.

Considero que, los asesores de nuestros políticos y gobernantes tienen demasiado poco peso en las decisiones que finalmente se asumen. Un político no tiene por qué ser experto en el campo del que se ocupa de gobernar, para eso dispone de asesores. Creo que este grave error nos ha llevado al lugar en el que estamos. En mi opinión este sistema no tiene sentido. Las propuestas y estrategias, deberían de ser elaboradas por personas que vivan día a día la problemática del sector, para aplicar con verdadera eficacia los medios y herramientas de que se disponen a la hora de gobernar. Por eso, creo que es sería tan importante que el responsable del Ministerio u Organismo de Turismo (el que quiera que sea), pertenezca al sector.

Aunque, como siempre digo, ¡qué sé yo! Sólo soy una novata que acaba de aterrizar, y que tiene la cabeza llena de ilusiones y ganas de cambiar las cosas… Pero que no sabe por dónde empezar.

 

Tags: Ministerio de Turismo
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Añadir comentario 8 comentarios
Miguel Angel Campo Seoane

Inma, contra lo que es normal en mi, ya que a veces me enrollo mucho, voy a comentar con muy pocas palabras al ultimo párrafo, porque para no saber por donde empezar, lo estas haciendo muy bien, sigue pensando y razonando, y sobre todo no pierdas la ilusión.

Escrito el 15 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Inma Quirante

Muchas gracias por este apoyo constante, Miguel Ángel! Gracias.

Escrito el 15 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Mª Luisa Fanjul Fernández
#3 malufanjul dice:

Inma, fantástica reflexión. Yo siempre he tenido la impresión de que en este país todo el mundo puede dedicarse al turismo, lo que deja bastante mal posicionados a todos aquellos que con muchísima ilusión terminan su diplomatura ahora grado en turismo. De hecho siempre animo a mis alumnos a que reivindiquen su lugar. Pues lo mismo ocurre en política. Gestionamos turismo pero con economistas, historiadores, abogados, etc. ¿y los que de verdad se han formado para trabajar en este sector?. Un saludo, y al igual que te dice Miguel Ängel, y el sabe mucho de todo estos, no pierdas la ilusión !!!

Escrito el 15 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Javier S.T.
#4 JavierST dice:

He leido el comentario de malufanjul y no estoy de acuerdo en lo que expresa...El turismo es una profesión que se fundamenta en el trato con personas, no es una profesión técnica que requiera de conocimientos teóricos concretos y muy especializados, se trata de una actividad en la que es muy importante el caracter de cada uno así como valores como pueden ser la empatía, la improvisación, la resolución y el carísma, facilidad para "calar" a la gente y conocer sus necesidades o gustos para sorprenderlos u ofrecerles algo que desean incluso sin saberlo, esas son caracteriticas que deben tener desde un guia, un restaurador un botones o un director de hotel. Yo conozco a gente que ha estudiado turismo en escuelas privadas y no saben gestionar un cliente conflictivo provocando una situación aún más delicada de lo que ya es de por si. Conozco a gente que ha estudiado turismo y tiene cierta experiencia en dicho sector y con un hotel con ocupación del 20% deja esperando en recepción a una pareja que se ha metido 6 horas de viaje durante 30 minutos solo por un problema referido a la reserva...No, el turismo no requiere de un conocimiento teórico técnico muy profundo como si pueden requerir otras actividades, el turismo requiere fundamentalmente determinadas habilidad personales que tienen que ver más con el caracter de uno que con su formación, cierto es que se necesita cierta base y formación pero en los cimientos se encuentran otra serie de factores, más si cabe en un sector que es vocacional lo que implica que haya que tener ciertas características personales para poder ejercerla bien.

No se entienda este comentario como un desprecio a los estudiantes de turismo, por favor, espero que se entienda lo que quiero decir y es que es una profesión donde tiene si cabe más valor la personalidad de uno que la carrera o rama de estudio de la que proviene.

Escrito el 16 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Mª Luisa Fanjul Fernández
#5 malufanjul dice:

Hola Javi, por alusiones, como dicen el los debates más televisivos, me toca intervenir, jajajaja.
Estoy de acuerdo y no estoy de acuerdo, me explico. Si tu exposición fuera 100 % cierta, entiendo que los estudios en turismo no tendrían ningún fundamento y podrían pasar a ser una especialidad de cualquier carrera universitaria. Por ejemplo Derecho con especialidad en legislación turística, Marketing y Comunicación con especialidad en turismo, etc.
Yo si creo que el turismo en su conjunto, (hoteles, agencias de viajes, restauración, etc. ) necesitan de conocimientos teórico específicos que abordamos en el grado en turismo. (Otro capítulo podrían ser los planes de estudio, tema del que se podría discutir horas y horas).
Si es cierto que al ser en su mayoría empresas de servicios requieren de una atención al cliente basada en altos estándares de calidad, pero en este caso hablamos de cualidades personales, que una persona puede tener o no, y este es un problema que no depende de lo que hayas estudiado, sino de las habilidades sociales del estudiante, trabajador, etc.
El intrusismo profesional es algo que existe a todos los niveles, pero creo que en el turismo es algo que se da con relativa frecuencia, yo misma vengo de la Carrera de Ciencias Políticas, y me he ido especializando por el camino, lo cual no es malo ni bueno, simplemente te invita a pensar qeu quizás los grados en turismo deberían reivindicar más su sitio dentro de un sector donde somos muchos los que nos lo encontramos por casualidad y acabamos "enamorados" de él.
Y pos supuesto que no se malinterpreta tu comentario, creo que has sabido expresar muy bien lo que querias decir sin despreciar a nadie. Saludos.

Escrito el 16 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Javier S.T.
#6 JavierST dice:

La diversidad de opiniones enriquece el debate y aporta mucho a uno, por lo tanto gracias. Veo que eres profesora en la Alfonso X, has debido dar clase a algún amigo mio jeje.

Se me ha pasado el último parrafo de tu artículo Inma, leyendo anteriormente veo que escribes esto: " Si la persona que asuma la responsabilidad, no conoce el sector de primera mano, hay poco o nada que hacer."

Pero luego mencionas lo siguiente: "Un político no tiene por qué ser experto en el campo del que se ocupa de gobernar".

Yo creo que ese es el error, si a un directivo de empresa se le piden conocimientos de economía, derecho e idiomas, ¿como no se le va a exigir un mínimo de conocimientos en estas materias a alguien encargado de dirigir un país o un sector importante de este?, la enorme cantidad de asesores en nómina del Estado no ponen de manifiesto otra cosa sino la mediocridad de nuestra clase política y su nula preparación para desempeñar adecuadamente las responsabilidad intrínsecas a sus puestos.

Un saludo.

Escrito el 16 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Inma Quirante

Bueno Javier, primero gracias por aportar un punto de vista distinto, siempre es interesante y produce nuevas ideas. Sin embargo, no puedo estar más de acuerdo con Mª Luisa.
Según tu enfoque, el turismo podría quedar relegado a una especialización técnica, a la que se pudiera acceder desde otros estudios...
De hecho, debo decir que en parte ya es así. No el grado, obviamente. Pero sí los máster, que colocan en la misma posición a quien estudió turismo y siguió especializándose en el mismo sentido, que a diplomados/licenciados de otras ramas, cuyo máster acredita como expertos en turismo. Me pregunto ¿llegan los conocimientos en ambos casos a ser igual de profundos y extensos en la rama..? Sí que hay temáticas y materias muy específicas y necesarias de conocer para quien se dedica al turismo.
No obstante, no quiero desmerecer el esfuerzo ni los conocimientos o habilidades de nadie. Está claro que la capacidad de empatizar y comunicarse son cualidades básicas de este sector (un poco de psicología nunca viene mal, en ningún puesto). Con esas cualidades y determinados conocimientos sobre turismo, hay quienes están más preparados para llegar más lejos, de lo que lo estarán otros mucho más expertos en materia turística.
Con respecto al tema de los políticos y su especialización, quiero hacer una puntualización. En el artículo tal vez, no se comprende del todo mi intención.
En mi opinión, a un jefe/responsable, sea cual sea su área de responsabilidad, no se le puede exigir que sea experto y profuso conocedor de todas y cada una de las tareas y sus pequeños detalles, con las que cumplen sus subordinados. Debe conocerlas sí. Debe ser capaz de realizarlas, obviamente sí. No obstante, quien las realiza día a día, tendrá mucha más pericia que él.
Así mismo, considero que la cualificación y pericia de un político, es algo distinta que la de conocer en profundidad la diversidad de materias, de las que tal vez un día deba responsabilizarse. No nos olvidemos que los políticos, son parte de un partido y sus carreras y conocimientos, en pocos casos están ligadas a materias diferentes que el derecho y las Cc. sociales, en general. Su responsabilidad es saber construir un puente entre las necesidades reales, que la materia de la que se responsabilizan plantea, y su integración a la legislación, así como los límites legales a las que dichas necesidades están sometidas. Deben ser capaces de priorizar necesidades y plantear las fórmulas más justas y beneficiosas para la mayoría. No son responsables de conocer en detalle y de forma profunda cada materia, siquiera de la que a día de hoy es su responsabilidad, porque sus puestos son cambiantes. De ahí que, señale la importancia que debería de tener un puesto más estable, que el de los propios políticos. De ahí la importancia de darles mucho más poder de propuesta e incluso, en parte decisorio a los expertos que actúan como consejeros. Ellos sí son responsables de plantear al político las necesidades reales y consecuencias de la aplicación de determinadas legislaciones.

(Ya me he vuelto a enrollar, no tengo remedio, lo siento!)

Escrito el 16 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año
Javier S.T.
#8 JavierST dice:

Sigo sin estar de acuerdo, creo que los estudiantes de turismo son los primeros en reconocer la generalidad de sus estudios, que tocan un poco de todo y mucho de nada, algo de idiomas, algo de economía, algo de derecho...Para al final tener conocimientos básicos de muchas cosas pero poco profundos de algo.

Te voy a poner un ejemplo, si un chic@ decide estudiar una carrera de 5 años en dirección hotelera y ve que compite en dicho puesto con un graduado en turismo ¿quien es ahí el supuesto "intruso"?, si un hotel busca un relaciones publicas quien es el "intruso" el candidato que tiene una licenciatura en RR.PP o el graduado en turismo?, si en cambio busca un director financiero ¿quien es el intruso, un candidato licenciado en economicas o un candidato licenciado en turismo?

Tu misma has colgado aquí varios interesantísimos post relativos a la segmentación y especialización en un determinado nicho de mercado o la importancia de la fidelización del cliente, todos sabemos la importancia de ambas cosas en cualquier industria, ahora bien, yo no se cuantas asignaturas de marketing, investigación de mercados o dirección comercial hay en turismo, si se que en carreras del ámbito empresarial las asignaturas que tocan estas materias son como mínimo 5 o 6.

Sigo pensando que las actividades que se basan en el trato y servicio al público requieren más de determinados conocimientos psicológicos o conductas que de conocimientos meramente técnicos.

No me refiero solo al turismo, me refiero también a actividades como las relaciones públicas, actividades comerciales,etc,etc...

Respecto a los políticos...Yo siempre he defendido que un ministro de economia sea una persona con un cv excelente en esa materia, que un ministro de fomento sea por lo menos alguien que ha estudiado una ingenieria tecnica o superior de caminos, y que un ministro del exterior sea alguien que domina varias lenguas y tenga una gran capacidad de negociación y de relaciones públicas. Creo que puestos tan importantes deberían estar reservados para grandes profesionales y no para gente a la que no se le conoce experiencia laboral alguna rozando ya los 50 años, claro que así no me extraña que necesiten asesores hasta para ir al baño y que no sepan gestionar situaciones críticas donde la toma de decisiones erronea puede ser la causa de tirar a un pais entero por el retrete.

Son formas de ver las cosas, en eso supongo que nunca nos pondremos de acuerdo.

Un cordial saludo.

Escrito el 17 de Noviembre de 2011, hace alrededor de 1 año