En un paÃs como el nuestro, y más concretamente en un sector como el turÃstico en el que una amplia mayorÃa de los empresarios y responsables de la Administración no termina de ver las ventajas de una buena polÃtica de comunicación y cree que cuanto más calle, mejor para su negocio, siento que este tipo de mensajes se estrella contra una pared de oÃdos sordos. Pero por mà que no quede.
Antes de relatar los detalles del último ejemplo de cómo una equivocada polÃtica de comunicación puede generar tal desconfianza que provoque justamente los efectos contrarios a los pretendidos, vaya por delante que no creo en las casualidades. Y ahora les cuento: hasta hace unos años (el 20 de junio de 2006 fue la última), Aena emitÃa antes de cada temporada una nota de prensa con los datos de incrementos (en aquella época siempre eran incrementos) de slots solicitados por las compañÃas aéreas, en base a las peticiones enviadas por éstas al propio ente público, vÃa Eurocontrol.
Para el siguiente verano, el de 2007, y eso que ahà la tendencia aún era positiva, dejó de enviar esas cifras. Desde entonces, año tras año, he intentado conseguirlas y siempre me he encontrado con la misma respuesta: desde su gabinete de prensa alegan que las compañÃas ya no les facilitan esos datos y, por tanto, no pueden emitir el consabido comunicado. ¿Cómo puede ser que no se los den si es precisamente a Aena a la que tienen que proporcionárselos? La alternativa es siempre la misma: contactar, una por una, con las compañÃas para ver si quieren dártelos. Simplemente inviable.
Y claro, como una no cree en las casualidades, como ya he dicho antes, no puedo evitar pensar que ese oscurantismo informativo ha venido a coincidir con los números rojos de una entidad acostumbrada a continuos incrementos… hasta 2008. Desde entonces se han repetido las cifras negativas con caÃdas en el número de operaciones entre 2008 y 2010 del -3,3%, -10,4% y -2,3%, respectivamente. Y nosotros sin datos de slots.
Porque admito que en huelgas y casos de fuerza mayor como las inclemencias meteorológicas, Aena te derive a las propias aerolÃneas para que ejerzan de portavoces de sus cancelaciones y retrasos (y eso que reconozco que siempre pienso “qué le costará asomarse a una pantalla del aeropuerto y ver cuántas incidencias hay. En vez de eso tengo que llamar a todas las compañÃas que operan ahà para que cada una me cuente las alteraciones en su programación"). Pero en este caso sabemos con seguridad que el ente público dispone de esos datos y ni siquiera tiene que puntualizar a qué compañÃa corresponde cada slot, sino sólo incidir en los permisos solicitados por aeropuerto.
Asà que yo me pregunto si volverán esos dÃas de transparencia informativa. A lo mejor, con un poco de suerte, cuando regresemos a la senda alcista. Y esto es sólo un ejemplo.