Opiniones sobre lo nuestro

"FAT TAX" AL ACECHO...

Si la idea de un economista de Qantas sigue adelante, podría ser que en un futuro los pasajeros a la hora de facturar tuviéramos que pasar por otra dura misión: la de pasar por la báscula antes de embarcar!!!

Y es que parece que las aerolíneas ya no saben cómo ir rentabilizando sus cada vez mayores costos. Se comenta que desde el año 2000 parte del incremento de los mismos ha sido debido al aumento de equipaje de los pasajeros (cosa que no termino de entender… ¡Si cada vez nos limitan más y controlamos mucho lo que llevamos!), lo que incide directamente en el combustible consumido por el avión.
Hay incluso números que justifican cuántos barriles adicionales corresponden a un incremento de peso de la carga completa de un avión respecto a una media calculada, y cuando se ponen en la tarea de sumar, de multiplicar y de echar números respecto al coste anual de una ruta completa, se ve que les estalla en la cara a los grandes gurús de las economías de las aerolíneas.

Con este motivo (¿o deberíamos decir, “con esta excusa”?) son ya varias las compañías que llevan un tiempo dando vueltas al tema de calcular un sobrecosto por “peso” de pasajero.
Claro, que como en todo, estoy convencida que ni se les ha pasado por la cabeza ofrecer un descuento análogo a aquellas personas delgadas, que van por debajo de la media de peso que quieren calcular. O los niños, porque con esto de que para volar desde bien pequeños ya cuentan como mayores, sin duda tendrían que contemplar que no llegan al peso medio de un adulto.

Aunque de momento esto está en el ámbito de la “rumorología” y ninguna compañía se ha pronunciado al respecto (pero ya sabemos lo de que cuando el río suena, agua lleva…), sí que es cierto que algunas aerolíneas como KLM o Air France están considerando seriamente la propuesta de hacer pagar a los pasajeros de un volumen considerable un 75% del precio del billete de un segundo asiento.

Algunos argumentarían que, igual que en el párrafo anterior, a los extremadamente delgados habría que ofrecerles un descuento, pero aquí yo ya no veo tanto la equidad, ya que, si bien es cierto que una persona obesa ocupa parte del asiento contiguo, con las consabidas molestias que muchos habremos experimentado en alguna ocasión, intuyo que esta medida es para que el de al lado NO SE OCUPE (sería un escándalo en caso contrario!).
Pero el caso contrario, el de una persona muy delgada, no creo que lo apliquen puesto que implicaría sentar a dos personas superdelgadas en un mismo asiento, y esto ya se va de todo sentido.

Y ya puestos, si entramos en estos temas, se me ocurre que también deberían hacer descuentos a los muy altos por tener que sufrir un espacio reducido. ¡Pero, eso sí, por favor, que no los repercutan sobre los bajitos, que tenemos la suerte al menos en esto, de poder jugar mejor con las piernas en los largos vuelos!

Vamos, que la cosa puede ser complicada… ¿Habría que calcular el peso del pasajero? ¿O el volumen? ¿O una relación peso/volumen en cuanto al espacio de un asiento?

Lo que está claro es que si sale adelante, la polémica estará servida.

¿Qué os parece a vosotros? Porque tengo la impresión que habrá que irse haciendo a la idea….