La pasada semana asistà al Foro de Accesibilidad y Turismo que organizaba AndalucÃa Lab en Marbella, concretamente a las primeras mesas que se organizaron antes de mediodÃa.
Sólo quiero destacar en este post dos puntos que me llamaron la atención de lo que se sacó a debate en aquellas mesas redondas:
Somos negocio - dijo Mª Ãngeles Cózar, presidenta de CANF-COCEMFE AndalucÃa, tras listar una serie de grandes números relacionados con la cantidad de personas que forman los colectivos a los que representan. De una manera frÃa, que no incorrecta, es cierto que es un número de potenciales clientes tan amplio que serÃa ilógico no tenerlos en cuenta en nuestra estrategia de diseño de producto. Los groupones y grupalias hacen negocio planteándonos serios y dañinos descuentos en estos productos, y muchas empresas entran en este juego, a cambio de ofrecernos un número de potenciales clientes elevado.
Si en lugar de hacer esto, aumentáramos la calidad del producto añadiéndole el valor de la accesiblidad para todos, no tenemos que bajar la calidad del producto, y nuestro mercado crecerá, incorporándose un importante número de potenciales clientes. Y sÃ, también nuestra estrategia de márketing se verá beneficiada por este hecho.
Todo el mundo ha sido (o va a ser) discapacitado en algún momento - dijo Ventura Pazos, presidente del Consejo Territorial de la ONCE. Desde el punto de vista más práctico posible, es cierto como él dijo, que muchos de nosotros en ciertos momentos de nuestra vida tenemos alguna discapacidad, quizás porque nos hemos roto algún hueso, tenido un accidente de coche o moto, o similar. Pero aún más. ¿Acaso no disminuyen nuestras capacidades conforme avanza nuestra edad? ¿Acaso somos con 1 año tan capaces como lo somos con 25? ¿O con 82? ¿Puede utilizar una habitación de la misma forma una persona de metro cincuenta que otra de dos metros diez? ¿O una de 50 kilos igual que otra de 160?
Como decÃa, desde el punto de vista más práctico posible, hay muchos puntos de mejora en nuestro producto que sencillamente añaden calidad por no estar ceñidos a un público perfecto según ciertos estándares.
Y esto se complementa muy bien con una aportación de Mónica Gimeno, de Confortel, quién decÃa que las adaptaciones de sus hoteles, el salto de calidad que daban a sus habitaciones, venÃa dado por el "mero" hecho de escuchar a sus clientes y ver qué es lo que realmente ellos necesitaban. Puntos que en muchos de los casos ni siquiera se preguntan ni se comentan porque pensamos que asà debe ser, como es el caso del ancho de las puertas, las distancias en las habitaciones, o incluso la posición y centralización de los apliques para encender y apagar la luz. Esto último de hecho surgió en un tweet del hotelfacts que inició en su momento Fabián.
Muchos de esos inconvenientes son detectados con personas con discapacidad, porque tienen que luchar con ello dÃa a dÃa. Pero resolverlos en muchos casos es aumentar la calidad del producto en beneficio de todos.