A veces, tienes una de esas tardes horribles donde la pantalla de tu PC desaparece ante tus ojos y una cuadrÃcula de avisos te indica que algo se ha infectado, que algo anda mal.
En realidad ni siquiera te fÃas del mensaje, si es un malware falso o no y te preguntas si alguién andará al otro lado con "el timo de la estampita".
Tienes trabajo y ya eres consciente de que perderás algunas horas intentando arreglarlo porque sabes que tienes unos conocimientos muy limitados: no soy informático.
Asà que experimentas y pones lo poco que sabes al servicio de recuperar cuánto antes la conexión, tu trabajo.
Tus archivos han desaparecido y tu escritorio se muestra esquivo: es un pozo negro que te traga en su oscuridad.
Poco a poco tanteas hasta que una pequeña puerta de esperanza se abre ante tus ojos, sigues el camino que te marca alguien que ya tuvo tu experiencia, te das de alta en un foro, combates la adversidad.
Mi amigo, el informático está lejos. Tampoco quiero molestarle, quiero darme una oportunidad, al menos hasta mañana.
Siguiendo el curso de los consejos consigues dar con la tecla adecuada. No eres informático pero te sientes orgulloso de haber resuelto la situación.
Tu pantalla vuelve a tener luz, tus carpetas y archivos se regeneran. Es como si de repente le hubieras dado una bofetada al tiempo aunque en realidad has perdido unas horas.....
¿Perdido?.- me pregunto.
No soy informático pero he aprendido un poco más.
SÃ, es verdad, también he tenido suerte porque algunos de estos inconvenientes no se resuelven ni con la mayor paciencia pero ¿acaso la suerte no necesita primero de la creencia?.
En esta ocasión he evitado llevar mi PC a un técnico informático, ahorrarme "algunos eurillos" y reactivar mi trabajo pero lo mejor es que siento ganas de contarlo " cariño, he resuelto un gran problema".
¿ O no lo era tanto ?Â
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