Posts 11600 posts Fotos 8851 fotos Camara 1531 videos Comment 86 podcasts Author 6419 usuarios Grupos 235 grupos Bulb 493 ideas
Rincón web de turiskopio
Natalia Zapatero

El Blog de lo Inturisante

Ideas y opiniones (discutibles) sobre la industria del turismo.

Natalia Zapatero

Algunas experiencias son irrepetibles, y eso es justo lo que busca el turismo, experiencias únicas y diferenciales. 

En 1974, cuando el Caudillo aún daba sus últimos coletazos al frente del gobierno, a mi padre le entró el gusanillo de vivir en el extranjero, de aprender sobre culturas diferentes a la nuestra y conocer de primera mano otras experiencias. Se puso en marcha enviando curriculums y en unos meses nuestra familia embarcó en un viaje que no tendría retorno y en el que mi padre dejaba atrás una cómoda vida como catedrádico en la Universidad de Connecticut, para partir hacia viejo continente, la Europa aún no Unida, segmentada en pequeños países, reinados y principados, fragmentada por múltiples fronteras, costumbres, monedas y lenguas en la que los países compartían una historia milenaria llena de barbarie militar en nombre de una corona u otra, en la que ambos lados luchaban “with God on his side” como nos cuenta Dylan en su mítica canción.

 

En nuestro caso en concreto nos esperaba España, con su cultura exótica, mezcla de costumbres árabes y romanas, un lugar de toreros y flamenco, de tapas y de paella, y también de mucho sol y de playa. Pero en aquellos tiempos no había “interne” ni redes sociales y una llamada telefónica intercontinental, sin Skype claro está, costaba un ojo de la cara. En EEUU no se retransmitían los famosos NODOS con sus noticias "objetivas" de lo que acontecía en España, de sus singularidades y peculiaridades regionales. Ahora que lo pienso aquello fue un salto al vacío, un viaje a lo desconocido mal informado porque en 1974 simplemente no había información sobre nuestro destino.

 

Así que con nuestras posesiones reducidas a unas pocas maletas cruzamos el charco, aterrizando en el aeropuerto “internacional” de Sondika. Nos bajamos del avión a pie porque no hacían falta fingers para los dos aviones que llegaban a la hora y nos fuimos caminando por la pista hasta la única terminal que había, mojándonos por el camino como era de esperar porque esto, señoras y señores, era Euskadi, la España verde del xiri-miri eterno y no la España árida andaluza que nos mostraban los de Hollywood en las películas de Ava Garner and company.

Aquel año fue mágico porque todo, hasta lo más cotidiano, era una nueva experiencia, algo exótico para una familia que llegaba de un primer mundo rico y “civilizado” tipo Bienvenido Mr. Marshall. Me podría tirar días contando anécdotas, pero con 10 os podréis hacer una idea de lo que hemos cambiado en cuatro décadas, y aunque algunas cosas os puedan parecer inverosímiles, todas son verdad porque las he vivido (y experimentado) yo mismo y/o mi familia:

 

- los pantalones cortos eran únicamente para los niños. Un hombre sólo mostraba la tibia y el peroné en el campo de fútbol.

- las flores eran para mujeres y “maricas”. Mi padre, algo hippie en su vestimenta, pasaba a menudo por lo segundo hasta que aparecíamos mi madre y yo.

- ¿has ido al trono alguna vez con un elefante, con sus 400 hojas (de cuchilla, asumo)? Aquello de limpiarse el culo con ese papel sí que era una demostración de hombría y no hacer guardias en la mili a 10 grados bajo cero en alguna montaña de Soria mientras se vigilaba la patria contra las invasiones de un supuesto enemigo. Al buscar información sobre este producto para redactar el post lo que más me ha impresionado es que en papel celofán que lo recubría ponía "patentado", como si a alguien le hubiera parecido una buena idea el copiar este método de auto-flagelación.

- ¿recuerdas aquellos baños sin trono con dos marcas en el suelo para esquiar sin nieve? Vete a Londres y enséñales una foto de este invento y verás cómo no acierta ninguno con el propósito de dicho artilugio. Eso sí, parece que en Japón aún se ven este tipo de aparatos aunque vienen con instrucciones, por si las moscas.

- la diversidad cultural estaba compuesta por hombres y mujeres, morenos y rubios, pero todos blancos y católicos. Los negros, asiáticos y latinos brillaban por su ausencia en una sociedad en la que apenas había ni inmigración ni presencia relevante de extranjeros. Sorprendentemente, hoy en día el 94% de la población española es católica romana, un ratio que supera al de sus vecinos del sur de Europa, Italia con un 90% y Portugal con un 85%, aunque supongo que el Vaticano nos gana por goleada.

- ¿existió la vida antes de McDonald´s? Pues si es así, España no existió hasta 1981 cuando se abrió la primera franquicia en Madrid.

- ¿cuánto se puede echar de menos la comida china? Muuucho, tanto que un grupo de extranjeros que vivíamos en Bilbao nos fuimos a la apertura del primer restaurante chino de Bizkaia a probar unos rollitos de primavera seguidos de pollo con almendras, pato pequinés y un cerdo agridulce solo para enterarnos de que no abría hasta la noche siguiente. Obviamente volvimos para degustar los sabores del lejano oriente con las ganas redobladas después de tener las tripas haciendo ruidos durante 24 horas.

- en 1974 un tal Seve obtenía el título de jugador profesional de golf, pero en España el mundo del deporte se resumía en una palabra: fútbol. Nadie se podía imaginar un Pau, un Nadal o un Alonso en la puntera del deporte mundial sin pegarle una patada al balón.

- entrar en un bar puede ser todo un dilema: ¿qué cerveza pedir? Una Heineken, una Mahou, una Guiness o una Bud, pero en 1974 los bares de Bilbao te lo ponían fácil, una sola marca salvo en algunos garitos “especiales” frecuentados por guiris, artistas y enemigos comunistas. No recuerdo la marca porque por aquel entonces yo, que ahora tengo 23 añitos escasos, no llegaba a los 18 necesarios para beber alcohol. Eso sí, para los que dudábais de nuestro ingeniol, se dice que la cerveza más antigua de Europa se ha descubierto en Cataluña.

- y por último, cuando mi madre fue a la carnicería para comprar unas pechugas de pollo, limpitas y troceadas, le dieron un pollo entero, con plumas, pico, patas y entrañas (no piaba de milagro). Volvió a casa y se puso a llorar.

España sigue siendo uno de los principales destinos turísticos del mundo. Tiene historia, arquitectura, cultura, comida y bebida, naturaleza y los omnipresentes sol y playa. Pero aquella experiencia que vivió mi familia - el exotismo de una sociedad que había permanecido encapsulada bajo un régimen dictatorial - se ha perdido para siempre. Hoy en día nos diferenciamos mucho menos de los franceses, alemanes, británicos y americanos. Vestimos parecido (los hombres pueden lucir piernas y flores al mismo tiempo y aún así ser machos ibéricos); tenemos todo tipo de oferta gastronómica incluyendo MacDos hasta en Bilbao donde el comer “bien” es una religión; hay mucho esquí, pero ahora sólo en las pistas deportivas diseñadas para ello; y en cualquier supermercado hay un montón de marcas de cerveza que harían feliz a cualquier alemán que se encuentre en nuestro país durante el Oktoberfest.

Por lo tanto ya no es tan cierta la frase “Spain is different” porque desde que hemos iniciado este proceso de transformación y apertura hemos perdido ese “je ne sais quoi” que nos hacía diferentes de nuestros vecinos que están al otro lado de los Pirineos. Pero no se trata de mirar al pasado y anhelar todo lo que este exotismo aportaba al viajero porque una dictadura es como su propio nombre indica, muy “dura” para los que no piensan como Charles Chaplin. Hoy las mujeres pueden abrir una cuenta corriente y casarse sin el consentimiento de un hombre y algo así de sencillo era una novela de ficción en aquellos tiempos. Si un turista quiere ver una cultura realmente diferente tiene que ir a un país en vías de desarrollo, al igual que lo era la España del ´74. Así de sencillo.

 

Me despido dejándoos con la canción de American Pie, que cuando sonaba en la radio tenía las palabras “And the three men I admire the most, the father, son, and the holy ghost” censuradas con un “piiiiiiii”.

Dedicado a todos los amigos que conocimos en aquel ´74, con especial cariño a los Ryan, MacDonnell y los Mansell.

Un post escrito por the J

Tags: españa, euskadi, historia, cultura, experiencias
Licencia: Reconocimiento
Añadir comentario 5 comentarios
Lola Buendía
#1 Lola dice:

Me ha encantado el post, Natalia. Siempre me parecen fascinantes las historias de quienes emigran a otros países o, como en este caso, de quienes vienen de vuelta.

Me queda una duda ¿quién es "the J"? Porque al leer el post pensaba que hablabas de tí misma, pero ahora no me queda claro. Y hay una cosa que me desconcierta: por ahí arriba el autor dice que actualmente tiene 23 años, pero por los hechos históricos que cuenta y por esa mención al ´74... no me cuadra. ¿Se trata de un artículo antiguo? ¡Cuántos misterios! ;)

Escrito el 14 de Marzo de 2012, hace alrededor de 1 año
Daniel Téllez

Yo entendí que lo de los 23 años son más bien en espíritu... xD ;-)

Escrito el 14 de Marzo de 2012, hace alrededor de 1 año
Lola Buendía
#3 Lola dice:

Pues debe ser eso, sí. ;)

Escrito el 14 de Marzo de 2012, hace alrededor de 1 año
Natalia Zapatero
#4 turiskopio dice:

Jaja, si, es de espíritu, "The J" es mi socio emigrante. Si os fijáis algunos de nuestros artículos los firma él, pero al llevar mi foto lleva a confusión, y no hay quien le haga poner la suya :) . Un abrazo y me alegro de que os haya gustado.

Escrito el 14 de Marzo de 2012, hace alrededor de 1 año
Lola Buendía
#5 Lola dice:

Ah! Ahora ya me cuadra todo. Gracias por la explicación. Estupendo el post, díselo a "the J" de mi parte! ;) Saludos!

Escrito el 14 de Marzo de 2012, hace alrededor de 1 año