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España es un paÃs eminentemente de servicios. El turismo es la industria con mayor poder. Todos, seamos profesionales del sector o no, hemos trabajado alguna vez de camarero, recepcionista, guÃa turÃstico...
Los que hemos tenido formación, hemos salido al mundo laboral a ciegas. Nos hemos dado cuenta que, todo lo que hemos aprendido en la facultad nos sirve de poco para hacer nuestro trabajo. La experiencia nos moldea y nos adaptamos según lo que tengamos a hacer en nuestro puesto.
Los que no, lo han tenido más difÃcil para desempeñar su puesto de trabajo. De todas maneras, los que tengan determinación, pueden llegar a ocupar puestos de trabajo con cierta responsabilidad.
Tanto uno como otros, llegado un momento, pueden encontrar que, por mucho que hayan aprendido de sus experiencias, hay algo que les falta. Por mucho que se esfuercen en alguna tarea, no consiguen los resultados esperados; por mucho que cambien la estrategia de la empresa, no se entiende por qué no hay cambios visibles; por mucho que le expliquen sus asesores, no comprenden lo que se les está diciendo; por mucha información que se tenga, no se sabe interpretar.
Por todo ello considero que la formación continua para los empleados es esencial. Los camareros no sólo deberÃan saber servir una copa, también tendrán que tener conocimientos de idiomas, de atención al cliente... Un jefe de departamento tendrÃa que tener dotes de liderazgo y conocimientos informáticos... Un director de un establecimiento ideal tiene que tener una estrategia definida, saberla llevar a cabo y poder analizar si todo lo hecho está dando los frutos deseados.
Las empresas no deberÃan pensar en la formación para sus empleados como un gasto, sino como una inversión. Aparte de que el empleado rendirá mejor en su trabajo, también podremos fidelizarlo porque se sentirá más valorado. Y en la industria turÃstica con más razón: actualmente es la única que está teniendo resultados positivos en nuestro paÃs.
Tienes mucha razón, Maritza, la formación es fundamental y deberÃa cuidarse siempre a lo largo de toda la vida, tanto por la empresa, como por parte del propio trabajador, que deberÃa mantener el interés por seguir ampliando sus conocimientos. Al in y al cabo, nunca dejamos de aprender.
Cuando tratemos de formación, deberÃamos unirla a otra palabra clave en cuanto se relacione con la formación, APRENDIZAJE, de nada sirve la primera, si de ella no se aprende, durante muchos años, se han gastado grandes cifras en formación por parte de las empresas, organizaciones empresariales y sindicatos, en muchos casos sin prácticos resultados de aprendizaje, porque no se da la circunstancia que pueda hacer que la formación que se ofrece a los trabajadores de base, sea útil a los mismos, al no ver muchos de ellos en la hostelerÃa un proyecto de vida, y la que se ofrece a aquellos con estudios superiores, al no ir acompañada de mejoras de organización y gestión en muchas de las empresas, termina desmotivando y alejando de la profesión a muchos trabajadores con alto potencial para las mismas.
No serÃa mal camino, que antes que a las bases, se ofreciese la formación, si quisiesen aprender a muchos empresarios, directivos, jefes de departamento y mandos intermedios, que luego pudiesen seguir formando a quienes pasan a depender de ellos.
Porque como bien se ha señalado, la formación debe continuar a lo largo de la vida de todos, y el problema como bien puede verse, aparece, cuando quienes mandan, creen que ya lo tienen todo aprendido.