Vengo a verter una reflexión sobre el modelo actual de formación del sector, en principio, debería ser, en su ideal, reflejo también, del cambio de modelo que queremos ver en el sector empresarial. Aquí la primera observación a considerar, ¿es así?. Claramente, la respuesta es,…no, francamente, creo que los estudios de este sector, han caido en ciertos vicios, que los han alejado, en cierta manera de la realidad.
Quizás, por el excesivo enfoque hacia lo técnico, junto con cierta “puestitis” imperante, otra de "acomoditis",...en verdad, los profesionales actuales de este sector, salen con la idea de llegar a tal o cual puesto, y no precísamente, a través de una orientación sincera al cliente, o a través de la conexión emocional con clientes y empleados, o con desmedida actitud de servicio.
En verdad, en las empresas del sector, en muchos casos, este no ha sido el perfil que querían, sinó que ha venido teniendo mas éxito, el perfil directivo mas clásico, con cierta base operativa, y buen nivel de idiomas. Estamos hablando de un buen organizador(números incluidos), que conoce el trabajo a realizar, y puede comunicarse con clientes y empleados.
Si lo pensamos bien, y a largo plazo, esto conlleva una estandarización de un modelo curricular y profesional, que no pone el empeño necesario tampoco, en la vertiente de los valores, en los intangibles, en las personas,…todo ello tan central en un sector, que ahora se arrepiente de ello.
También esa estandarización del modelo, ese perfil que se creía era la llave del éxito y de la rentabilidad para el negocio, lo ha llevado a sufrir de falta de diferenciación, de poca innovación, de falta de visión,de exceso de acomodamiento, e incluso de cierta apatía,…¿Os suenan estos síntomas?. Claro, es por otro lado, fiel reflejo también de males, que adolece el sector actualmente.
Habrá que mirar un poco alrededor, no perderse mas, y volver la mirada hacia las personas, se ha olvidado en cierta manera, que este, es un sector de relaciones humanas, no de recursos humanos( que mal suenan estas palabras), y en última instancia también, de relaciones afectivas. Si no tienes afecto sincero por tu cliente o empleado, tendrás que ajustar a la larga tu enfoque hacia el sector.
Personalmente, es triste, y espero no ser el caso único, si tuviera que volver a cursar la mayoría de mis estudios, en busca del maná del valor añadido, la mayoría no los repetiría. Y es más soy bastante escéptico frente a muchas de las actuales ofertas formativas existentes, en el sector, tanto empresarial, en general, como turístico.
En mi experiencia, en casi tres años de diplomatura en Turismo, pasando por ciclos formativos, escuela de hostelería y masters, no me acuerdo que me machacaran en el conocimiento de las personas, de su psicología, en saber de inteligencia emocional, en adquirir cierto pensamiento propio, en fomentar la innovación y la creatividad, el emprendurismo también…Vamos que no me prepararon para llegado el día, supiera vislumbrar los signos de mi propio estancamiento, ni el de mi entorno (Gracias a dios, en mi caso, he llegado a vislumbrar esas señales, y a saber olfatearlas).
El problema, a mi modo de ver, tiene varios frentes importantes donde trabajar, tanto en el área de contenidos y de pedagogía, en la de selección y formación del profesorado, en la motivación de éste, en los modelos organizativos de los centros, en las relaciones entre centro-profesores-alumnos, en la integración de los centros con el entorno,…si me pongo a pensarlo bien, son muchas cuestiones, que esperanza tengo, en que alguien esté pensando en ello.
No creo que ninguna empresa rechazara tener a futuros empleados que supieran, llegado el momento, detectar indicios de ese estancamiento (y que tampoco quieran regocijarse, viviendo a la sombra y cobijo de éllos), y es mas, estos serán los que demandarán, a partir de ahora, para no ver como el sector se ahoga poco a poco, en su conformismo, acomodo, en esa corriente hacia el abismo, hacia donde él mismo ha remado y dirigido su nave.
Por el bien del sector, también, cambiemos el modelo de su formación que hemos idealizado hasta ahora. Empecemos el debate necesario para su reconversión.