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Manuel  Romero Ligero

DINAMIZA ASESORES

Manuel  Romero Ligero

La gastronomía es un recurso extraordinario que puede y debe utilizarse a nivel turístico por la mayoría de los destinos turísticos españoles. Un país como el nuestro,  con una extraordinaria riqueza pesquera y agroalimentaria,  con numerosas denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, con unos paisajes espectaculares, una gastronomía con identidad propia, tradiciones, fiestas y eventos por doquier, cocineros de primer nivel y un largo etcétera de recursos,  no sólo debe poner a disposición del turismo estos factores, sino que debe intentar sacarles todo el jugo, siempre desde una perspectiva turística de desarrollo sostenible.

Resulta increíble comprobar cómo formando estos recursos parte de nuestra cultura, habiendo convivido con ellos en la mesa o en la  barra, como es el caso de algo tan español y singular como son las tapas o los  pinchos, hayamos tardado tanto en decidir en poner en valor turístico la gastronomía. Nunca es tarde y además la dicha es sabrosa.

Tras haber trabajado en el desarrollo de productos turísticos gastronómicos en varias Comunidades Autónomas y en diversas comarcas y municipios, en unos casos con el propósito de atraer un mayor número de turistas con una motivación gastronómica y, en otros, con la intención de mejorar la experiencia gastronómica, os damos algunas claves que desde nuestro punto de vista  son fundamentales en el desarrollo del producto turístico gastronómico.

1. Desarrollar el producto desde el origen hasta la mesa,  implicando a representantes del sector primario (productores, …) , secundario (industrias visitables, bodegas, …) y terciario (restaurantes, bares, comercios, alojamientos especializados, …). De esta forma el producto turístico será capaz de satisfacer al turista más exigente, aquél que viene con una motivación de descubrir toda la cultura gastonómica de nuestro territorio, más allá de simplemente satisfacer sus necesidades básicas de alimentación.

2. Fomentar la colaboración público-privada entre todas las instituciones y agentes implicados en el producto (Instituciones Públicas, Consejos Reguladores, Asociaciones, …)

3. Propiciar la cooperación y el trabajo en red de todos los agentes del territorio. No cabe otra opción. Todos a una para posicionar el destino en el mapa turístico.

4. Apostar por los productos locales, con una filosofía slow food o Km 0. Si no apoyamos nuestros productos locales y nuestros vinos, nadie lo hará por nosotros. Hemos de creer en nuestras propias posibilidades. Y además el turista valora lo característico de cada lugar.

5. Potenciar nuestra gastronomía, la que nos confiere identidad y singularidad, buscando si es preciso en el baúl de los recuerdos.

6. Fomentar la innovación en todos los agentes para no convertirnos en un poco más de lo mismo.

7. Generar nuevas actividades y experiencias relacionadas con la gastronomía. Paseos gastronómicos, visitas a productores, compras en el mercado, talleres de cocina, degustaciones y catas de productos locales, y asi hasta mil propuestas singulares.

8. Organizar eventos y actividades singulares que contribuyan a atraer turistas al territorio. Pero no sólo se trata de organizar eventos, sino más bien de aprovechar éstos para posicionar una oferta permanente.

Crear un buen producto está en nuestra mano. No sólo se trata de crear una marca y promocionarla. Corremos el riesgo de generar unas expectativas en el cliente que no se verán satisfechas.  El turismo gastronómico nos ayuda a poner en valor los recursos, a favorecer el comercio de los productos locales, generando una economía complementaria y a potenciar  nuestra cultura y el territorio, pero lo más interesante es que, además,  es capaz de atraer a un turista que permanece más tiempo en el destino, motivado por las múltiples actividades que realiza en él y que gasta hasta un 30% más que un turista convencional.

Tags: turismo, enoturismo, gastronomia, dinamiza
Licencia: Reconocimiento
Añadir comentario 7 comentarios
Eduardo Serrano Martínez
#1 7812074 dice:

¡¡Qué grandes verdades Manolo!!

;)

Eduardo

Escrito el 7 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año
Manuel  Romero Ligero

Gracias monstruo!! (de las galletas)

Escrito el 7 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año
Jose Antonio Varas Perez
#3 Sity dice:

Enhorabuena por el post Manuel!!

Sin duda comparto todo lo que comentas, tenemos ante nosotros la oportunidad de crear un potente y completo producto turístico gastronómico, a partir de los excelentes y muchas veces inigualables recursos gastronómicos que tenemos a lo largo y ancho de nuestro país y que tanto nos pueden aportar para impulsar el ansiado desarrollo económico.

Es hora de pasar a la acción y ponernos en marcha cuanto antes, y que no se queden simplemente en buenas intenciones muchas de las brillantes ideas que circulan por ahí...

Gracias por compartir tanto conocimiento y experiencia!

Saludos ;D

Escrito el 7 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año
Miguel Angel Campo Seoane

Enhorabuena Manuel, por un post en el que transmites una gran verdad, sin embargo, es precisamente en las zonas más turísticas de nuestro país, donde menos gratificante es la gastronomía a la que pueden tener acceso los turistas, no limitándose la posible decepción de los potenciales usuarios a la rutinaria oferta de la mayor parte de los buffets de hoteles de cualquier categoría, rutina de la que en algunos casos se libran los desayunos y los postres, para encontrar una oferta diaria con presentación de un exceso de productos, en cantidades excesivas, para la demanda existente por alta que esta pueda ser, y con muy escasa variación entre almuerzo y cena y de un día para otro, que hace prácticamente imposible poder disfrutar de la comida de un hotel en el que se este dos días en régimen de pensión completa o tres en el de media pensión.
Siendo el hotel el elemento que más vincula al cliente con el destino, los problemas de éste, siguen cuando el cliente quiere salir a comer fuera del hotel, y difícilmente encuentra un restaurante donde haya un menú con la calidad que se podría esperar en cualquier rincón de nuestra geografia, a un precio razonable, y donde en muchos de ellos, una sencilla comida a la carta puede llegar a costar más que la pensión completa en el hotel, si has llegado al mismo por medio de un tour operador.
Serán capaces hoteleros y profesionales de restaurante de corregir la deriva existente, para que como señalas en el post se pueda "Potenciar nuestra gastronomía, la que nos confiere identidad y singularidad, buscando si es preciso en el baúl de los recuerdos.", porque parece que las nuevas generaciones tienen pocos recuerdos de la excelente gastronomía que en no muy lejano pasado había en nuestro país, y en algunos casos de excelentes cocineros que hay en el mismo, al salir de sus establecimientos, no puedes estar muy seguro de si sales de un restaurante, o de un encuentro con los bandoleros del Tempranillo por algún lugar de Sierra Morena, dicho ésto, sin animo de que puedan sentirse heridos ni ofendidos muchos de los magníficos profesionales existentes en nuestro país, cuyo buen hacer queda desvirtuado por la falta de profesionalidad de una masa de mediocres revestidos de modernidad.

Escrito el 7 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año
Manuel  Romero Ligero

Muchas gracias José Antonio y muchas gracias Campo Seoane por vuestros comentarios, que siempre nos invitan a la reflexión.

Efectivamente, en las zonas de sol y playa, más masificadas y especialmente en los hoteles, la oferta de restauración dista mucho de nuestra verdadera oferta gastronómica. Precisamente hace unos días, en un destino de sol y playa, que organizó un congreso de turismo gastronómico, se indicaba qué poco hacían las cadenas hoteleras por promocionar los productos locales. Es cierto y además es una pena. Mi percepción es que no se complican la vida, van a lo sencillo, no existe apenas diferenciación, da igual dónde nos alojemos y lo que es más triste no existe una responsabilidad social, fomentando la integración de los hoteles en el entorno, favoreciendo la labor de los productores locales. Los turistas, desgraciadamente, no perciben los sabores y la riqueza del lugar, siempre encuentra un mismo buffet, que como mucho oferta una noche temática "española" o "del lugar" pero que dista mucho de exaltar nuestra verdadera riqueza gastronómica.

A esto habría que añadir que muchos establecimientos no se preocupan de que los turistas descubran el entorno que les rodea, visitando zonas productoras, bodegas, almazaras, queserías, ... perdiendo también una oportunidad de mostrar nuestros pueblos y nuestra cultura, porque el turismo gastronómico es mucho más que una buena comida.

Gracias de nuevo por vuestras aportaciones.

Escrito el 8 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año
Itziar Leguina Aranzamendi
#6 ilauoc10 dice:

Buenos días a todos:
Manuel, me ha encantado tu post, más que nada porque esa es precisamente la filosofía que yo quiero implantar en mi negocio y que, bueno, como consumidora final o turista siempre demando donde voy. También estoy de acuerdo con Miguel Angel en que es muy difícil para los hoteles, poder ofrecer esa variedad gastronómica de calidad y de la zona...
Por otro lado, sé de sitios modestos de alojamiento que precisamente están diseñando ese tipo de sinergias con los focos culturales de su entorno más cercano con unos resultados muy positivos para sus negocios y para el entorno. Pienso que precisamente el relanzamiento del negocio turístico va a ir por ahí y que las ideas originales y la creatividad van a surgir de los pequeños negocios para extrapolarse al resto de la sociedad.
Que tengais buen día!

Escrito el 8 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año
Miguel Angel Campo Seoane

Itziar, no creo que sea muy difícil para los hoteles, ofrecer una variedad gastronómica de calidad y de la zona, lo que es difícil es hacerles pensar.
Si al Jefe de Cocina le pagan un buen sueldo, sin condicionarle un mínimo los objetivos que debe lograr, no creo que se moleste mucho en pensar, ante la hoja de papel en blanco en la que pudiera tener que escribir los integrantes del menú del día, aunque fuese para un buffet.
Para que pensar, si le van a pagar lo mismo, por llenar los buffets de comida.
Que mas le da, que esa comida sacada en cantidades nada acordes con la demanda de la misma, se vaya secando en las bandejas gastronorm, a lo largo del horario de servicio.
Si en la mayoría de los casos su Director sabe de eso menos que él, y por tanto no va a poder darle otra directriz, que la de que no se pase del coste por cliente que tengan presupuestado, porque molestarse en pensar.

Escrito el 8 de Junio de 2012, hace alrededor de 1 año