El otro dia fui a comer a un gastrobar de un cierto prestigio en la zona y que cuenta con un chef galardonado por varios premios... quizas mis expectativas fueran muy altas o quizas yo soy muy minuciosa cuando entro en un restaurante, ya que es mi sector... pero lo cierto es que sali con la sensacion de duda sobre si volveria...
Esta claro que para que un cliente se vaya 100% satisfecho son muchos los detalles a seguir, y por supuesto, no es tarea facil y yo lucho por conseguir ese exito en mi establecimienton con cada cliente. Pero a veces, esta fuera de mi alcance personal, bien por una mala planificacion, bien por imprevistos... lo importante es aprender de los errores, intentar mejorar... aunque a veces uno mismo no se da cuenta y por ello, invito a mis clientes que me digan lo que si y lo que no les ha gustado de su experiencia en El GastroBar del 7.
He aqui el analisis de mi experiencia gastronomica como cliente:
-Local limpio, agradable y bien decorado
-Bienvenida inmediata
-Servicio de primera bebida rapido
-Mal asesoramiento para explicar el menu, que repercutio en la no satisfaccion total de la comida. En este caso, queriamos pintxos a compartir para experimentar los sabores de varios productos, pero nos comentaron que eran muy pequeños para compartirlos y que mejor uno por persona. Tal fue el empeño del camarero que asi hicimos. Resulto que eran lo suficiente grandes para partirlo en dos, habia mucha comida y dejamos parte de los que no nos gustaban
-Uno de los pintxos que pedimos y que ademas estaba anunciado en la pizarra de promocion, se nos informo mas tarde que no habia
-Solo habia un camarero para todas mesas, por lo que fuimos ignorados varias veces cuando queriamos otra bebida o cuando quisimos cancelar algun pintxo final por la cantidad de comida que habia
-En general, la presentacion y calidad de los platos era buena
-El servicio de nuevo, al estar solo una persona, tardo tanto en terminar de servirnos, que dedicidimos pedir la cuenta sin tomar cafe ni postre
-Por ultimo, y algo que odio y que se hace en muchos establecimientos, poner pan en las comidas SIN pedirlo el cliente, SIN haberlo comido y cobrarlo Â
Conclusion: 4 caritas sonrientes y 5 caritas tristes... pero al igual que me gusta que las den a mi, yo siempre creo en las segundas oportunidades.
¿Y te expresaste en este sentido al equipo y propietarios?
Lo digo porque en este bendito paÃs, y me incluyo, tenemos la costumbre de no quejarnos y ni tan siquiera, expresar nuestra opinión, con lo que nada cambia.
El hecho de cobrar el pan al cliente cuando ni lo ha pedido, ni lo ha comido y probablemente ni aparece en la carta tarificado como un servicio (precepto inexcusable según la ley, para luego cobrarlo), es una de esas costumbres que todo el mundo da por bueno, por el desconocimiento de la ley, y por nuestra falta en el ejercicio de nuestros derechos.
;)
Es importante que el cliente se exprese. Pero es igual de importante que el restaurante muestre su expreso interés en conocer la opinión del cliente. No poner un medio adecuado para expresarse puede implicar desinterés, y por supuesto en el cliente, en el caso de Tamara, la opción de hacerlo en redes sociales u otros medios donde el último que se entera es el que deberÃa estar más interesado.
Sinceramente creo, que en este caso, se dieron cuenta que no nos fuimos contentos por el servicio recibido. Aunque este es otro tema a debatir.. no dejar propina, ni siquiera los 20cts restantes, es una muestra de ello. Tampoco hubo un interes por su parte de preguntarnos... y como bien dices Daniel, esto es importante. Por mi parte, al igual que a mi tambien me gusta que me digan mis errores, un e-mail se ha mandado al restaurante.
Bueno, lo de la propina no tengo yo tan claro que sea el mensaje.
En este paÃs no hay mucha costumbre de propina, y ahora con la crisis menos.
Si efectivamente recurriste al mail, me parece bien, al menos les has hecho saber lo que puede ser algo digno de consideración, no obstante, creo que (y soy el primero que me cuesta hacerlo), expresar tu disconformidad ipsofacto, suele tener un efecto positivo.
A toro pasado, la gente no se toma las cosas igual de en serio.
;)
Habrá que esperar y ver si responden a ese email. A mi, personalmente me da bastante verguenza quejarme en el momento, suelo, no volver más al lugar o simplemente no recomendarlo, pero entiendo que asà no se soluciona nada.
Con respecto al pan, estoy de acuerdo en que se pague si se pide.
En Portugal, es muy frecuente que ofrezcan unos mini entrantes y se cobren.
Comprendo tu desconcierto y desencanto, Tamara. Y, a diferencia de Estela, yo sà soy de las que se queja en el momento. Sin ir más lejos, en ésta pasada Semana Grande de Bilbao. Cena de amigas, restaurante de moda en el Casco Viejo. Platos que no se salen de lo común: dorada al horno, pimientos rellenos, rape en salsa y merluza en salsa verde. Los pimientos eran congelados y se habÃan quedado secos y duros. La dorada al horno se les habÃa pegado al fondo de la cazuela con lo que sólo se pudo comer la mitad de arriba. De las cuatro comensales, dos nos quejamos de que lo que tenÃamos en el plato no nos habÃa gustado y otras dos de que el pan que les habÃa tocado era del dÃa anterior o recalentado el que les habÃa sobrado de la mañana (ahora que está tan de moda ofrecer "pan caliente" al comensal...). Cuando al final pedimos la cuenta le referimos todas esas cosas al camarero ( por cierto, uno sólo también para ocho mesas más o menos...) y al principio nos dijo que, a pesar de las quejas, el veÃa que nos habÃamos comido todo ... y claro, le contestamos que tenÃamos hambre y que por eso nos lo habÃamos comido todo! Conclusión: no volveremos a este sitio, yo al menos de momento. Además, se quedaron sin que consumiéramos los cafés y copas que normalmente consumimos cuando vamos a cenar las amigas.
Soy de la opinión de que hay que quejarse y decir lo que no nos gusta( también lo que nos gusta, ojo!) para que el que ofrece el servicio o producto lo tenga en cuenta. También comparto tu opinión, Tamara, de dar segundas oportunidades, pero en el caso de este restaurante.... van a tardar en verme de nuevo!
Un saludo a todos!
Vaya, menuda experiencia! Ademas, cuanta mas oferta gastronomica se tenga en una ciudad, como es Vigo, mas dificil de dar esa segunda oportunidad! Saludos.
Es cierto que en España hay poca costumbre de la queja. También es cierto que, como comentó ilauoc10, cuando lo hacemos lo solemos hacer al camarero, que es al que menos le importa que las quejas lleguen a quien tienen que llegar.
Yo la verdad estoy "enseñándome" al estilo mexicano de llamar al gerente. Aquà hay dos posibilidades: que también al gerente le valga madres lo que le digas, con lo cual al menos tú has hecho lo que podÃas por mejorar su negocio; que sà le importe y de verdad tome las medidas que sean necesarias para solucionar su problema. Con este segundo punto es muy probable que vuelvas, porque el preocuparse por tu problema te hace ver que al menos no deberÃa ser algo permanente, y es posible que aquel lugar mejore y esté más acorde a tus gustos y necesidades.
Insisto en que aquà la mayor responsabilidad es del dueño o gerente del restaurante. Ni del cliente, ni por supuesto de los camareros.
Totalmente de acuerdo Daniel. En China, donde he trabajado como Restaurant Manager, era la funcion del gerente durante el tiempo de operacion, estar supervisando desde los platos y bebidas, como el servicio de los camareros, hablar con los clientes y por supuesto, gestionar cualquier queja. Una lastima que muchos restaurantes en España no tengan o no utillicen bien esta figura.