De vergüenza ajena. Reconozco que no sigo mucho la información política más allá de la inevitable, como dice una amiga mía, para no enervarme. También que era la primera vez que asistía a la reunión de una Comisión en el Congreso, en este caso la de Industria, Energía y Turismo, de la que hemos dado buena cuenta en HOSTELTUR noticias de turismo en ‘Las reservas de los turistas españoles caen un 20%’ y ‘El ministro Soria expondrá el Plan Integral de Turismo en el Congreso’.
Pero lo que ayer vi me dejó impresionada, y no positivamente, porque me recordó más a un patio de colegio que a una reunión de nuestros representantes rindiendo cuentas de lo hecho hasta ahora, proponiendo alternativas y aceptándolas o no dependiendo de su valor y funcionalidad.
Nada más lejos de la realidad. Lo que allí vi ayer fue a un grupo de políticos que ni siquiera escuchaban con total atención la intervención del ministro que ellos mismos habían solicitado, hablando algunos entre ellos o entrando y saliendo de la sala.
Tras los 45 minutos de exposición de José Manuel Soria sobre ámbitos tan diversos como las eléctricas, industria, automoción, sector naval, pymes, telecomunicaciones y por fin turismo, les llega el turno a los portavoces de los distintos grupos de la oposición y qué es lo primero que hacen: quejarse por el maremagnum de temas tratados en tan poco tiempo, lo que les impide profundizar en cada uno de ellos. Aunque en un principio estoy totalmente de acuerdo, cuál es mi sorpresa cuando el presidente de la mesa replica que así lo habían solicitado ellos mismos, por lo que no entiende las protestas. Yo tampoco.
Los tiempos de los que dispone cada uno de los portavoces son limitadísimos, tres minutos, que por supuesto todos sobrepasan. Pero lo que más me llama la atención es que, salvo honrosas excepciones (UpyD, el Grupo Parlamentario Catalán o la portavoz del BNG), el resto, sobre todo los de los grupos mayoritarios, malgastan su reducido tiempo de intervención en ataques y reproches al más puro estilo del “y tú más”, que me retrotrae una vez más al típico patio de colegio.
Que si Soria quiso ser presidente de Canarias y como no pudo, ahora maltrata al Archipiélago; que si discute con todo el mundo; o los errores de legislaturas anteriores recordando incluso la ecotasa de Baleares, centran un debate nada enriquecedor. Debate que, por otra parte, tampoco escuchan todos los asistentes porque vuelven a hablar entre ellos o a salir y entrar de la sala en un flujo constante.
Resumiendo: tres horas y media y lo único que saqué en claro fue el compromiso del ministro de Industria, Energía y Turismo de comparecer ante el pleno del Congreso para explicar las actuaciones del Plan Integral de Turismo, a petición de los portavoces de la oposición. Podían haber empezado por ahí y así no hubiéramos perdido la tarde.
Rsumiendo,VIVI, tres horas y media de oir hablar de "su libro" a quienes el resto de "escritores" ni escucharon. Más de lo mismo pero no desesperemos.
Pienso que a base de insistir,de resultar cansina la ciudadanía,llegará un día en que estos "egoncios" caigan en su error y,si quieren vivir como políticos y no de la política,se esfuercen en ello
Ojalá, Paz, pero yo no tengo muchas esperanzas, la verdad, aunque ojalá esté equivocada... Además, el pensamiento positivo siempre tiene que estar presente, sobre todo un viernes, así que buen fin de semana y muchas gracias por tu comentario!