Emocional(mente)Inteligente

El turismo, industria por excelencia , donde el factor humano, es esencial, deberá incluir, y confío en que lo veremos, la educación emocional como base estructural de su contenido formativo y curricular. Desde mi punto de vista, la dimensión humana, en el sector, en relación al cuidado de valores, habilidades socioemocionales, el fomento de las relaciones interpersonales y la calidad de éstas, el autoconocimiento como herramienta para desenvolverse mejor con y entre los demás,…se ha infravalorado.

El educar para crear un clima de cordialidad, de apego seguro con la organización, para favorecer el desarrollo integral del trabajador, fomentando  y enfocándose en sus potencialidades, desde un convencimiento auténtico y sincero, de la importancia de todo ello, no es habitual, donde tuviera que serlo.

El incluir ya también, formación en relación a técnicas de meditación, de reducción del estrés, de fomentar también el equilibrio mental, de fomentar un estilo directivo asertivo pero desde la empatía, el respeto, la comunicación,…no desde el miedo, la coerción, el control, enfado sistemático, negativismo, el excesivo nerviosismo,… u otros comportamientos y estilos comunicativos no tan efectivos.

Las organizaciones emocionalmente inteligentes, reconocen que se puede educar para la cordialidad, la empatía, la escucha verdadera, la sociabilidad, la alegría y motivación, la armonía, para evitar “secuestros” emocionales y discusiones sin salida,… para mejorar la comunicación, ambiente, y calidad de vida laboral, en general.

Siempre me gusta ofrecer alguna herramienta , para que se pueda poner en práctica lo que vengo a exponeros , desde mis reflexiones. Hay muchas maneras de empezar este camino de la educación emocional, desde empezar a estar más atento, a como se desarrollan las interacciones entre compañeros/as, a ser mas conscientes de uno mismo, su comportamiento, sentimientos,…

Una herramienta, para promover la educación emocional, sería el “buzón de los conflictos”, donde se anotan y depositan alguna situación de conflicto menor, como discusión, o similar, tanto a nivel horizontal o vertical, en la organización. Después se comenta, pero no desde la particularidad o detalle de las personas, a título individual, sino que se pretende reflejar que todos/as, llegamos a tener este tipo de situaciones, y podemos aprender a manejarlas de la manera mas efectiva posible.

El abanico en toda esta área de la educación emocional es amplio, y deberíamos empezar a pensar ya, en “abrazar” de alguna forma, el concepto para incorporarlo en el sector y en sus empresas. Cada vez mas, deberemos crear organizaciones mas resilientes , que sean incubadoras de comportamientos mas positivos y efectivos.

No quiero despedirme sin ofreceros otra idea, por donde empezar, a caminar, en este sentido. Probad a decir a varios compañeros/as de un departamento, que escriban lo que les gusta mas de otro, que busquen lo mas positivo que tiene la  otra persona. Después deben comunicarse entre ellos/as, este pequeño informe de halagos. ¿Cuál creeis que será el resultado y el impacto entre ellos/as?. Tal vez , con anterioridad, nadie les había dicho y remarcado, lo bueno que había en ellos/as.