PASIÓN POR EL TURISMO

"Si España quiere más turistas chinos tiene que dar más servicios en chino", asegura en declaraciones a los periodistas el ministro de Turismo de China y que recoge, en su edición de hoy, Hosteltur.com. Recuerdo una conversación mantenida con un importante turoperador del país asiático en la World Travel Market de Londres, a la que ya me he referido más de una vez en mis aportaciones periodísticas. En ella me reconocía, con humilde elegancia china, que España despertaba una enorme expectativa en los viajeros de su país, lo que había venido generando durante años un notable  interés por incorporar destinos españoles en sus paquetes turísticos. Ahora bien, acto seguido, mi interlocutor expresaba que el concepto que del Chino se tiene en España, hablando fundamentalmente de los servicios turísticos, no corresponde con la realidad y que ello, a veces, produce fricciones y desencantos, lo cual en nada beneficia a la buena imagen turística de nuestro país. Me argumentaba que la mayor parte de los turistas chinos son de clase media, urbanos, originarios de Pekín, Shanghai, Guangzhou... y que para ellos viajar a Europa representa un símbolo de su recién adquirido estatus económico. Además, y este era el fuerte de este turoperador, cabe considerar a los grupos "business", de incentivos o de funcionarios del estado que aprovechan sus viajes de trabajo para conocer la cultura y tradiciones de los países que visitan y que se convierten, al regresar a su país, en una improvisada herramienta de promoción de esos lugares.

No recuerdo ya desde cuando se viene hablando, en los circuitos profesionales del turismo de nuestro país, de la conveniencia de poner la mirada en China y diseñar estrategias pensando en hacer de España un país verdaderamente accesible para los intereses turísticos de este mercado emisor. Cada vez que se renueva el ejecutivo y se nombra un portador de la cartera turística se incorpora a sus mensajes publicitarios el compromiso de reforzar los lazos de amistad con este país para mejorar el rendimiento de las operaciones del sector turístico. Pues bien, como bien acaba de manifestar el ministro  Shao Qiwei, en su visita a nuestro país, "el volumen de intercambio de turistas (entre España y China) no es mucho", pese a que los Gobiernos de ambos países gozan de "muy buena colaboración y cooperación". Habrá que dar algún paso definitivo para formalizar este noviazgo o de lo contrario puede que nos terminen levantando la pareja, o llegar a suceder como en aquel chiste de los gatos novatos e inexpertos que salieron por primera vez a ligar con gatitas y dando vueltas y más vueltas a una farola, perseguidos por un perro, uno de ellos, exhausto y desconcertado exclamó "oye, jodemos un par de vueltas más y nos vamos".

Es momento de pasar a la acción y que las palabras y compromisos políticos terminen traduciéndose en hechos y, con ello,  en un incremento decidido del número de turistas y del volumen de las operaciones comerciales con el país más poblado de la tierra. De momento, también en lo que a la política turística de España con China se refiere, "mucho lirili y poco lerele".