Que las empresas prestatarias de turismo rural están pasando un momento especialmente difícil nadie lo duda, la caída de la demanda nacional afecta a un sector muy dependiente del mercado interno. A este problema coyuntural se unen otros muchos estructurales como los bajos niveles de ocupación, la falta de profesionalidad, la atomización del sector, la escasa capacidad comercializadora del mismo, etc.
Una de las soluciones fundamentales para luchar contra tantas y tan complejas adversidades es tener un buen conocimiento del turismo rural en general y de los mercados en particular, o lo que es lo mismo, contar con instrumentos adecuados que generen lo que actualmente se denomina “inteligencia de mercado” o “inteligencia competitiva”.
En este sentido, hay que destacar que el turismo rural se está convirtiendo en un sector privilegiado con respecto a esta materia, ya que a la encuesta específica de oferta que el INE realiza desde hace más de una década, se han unido las encuestas a propietarios y turistas que el recién creado Observatorio de Turismo Rural está elaborando y que se traduce en informes periódicos sobre la demanda y los establecimientos turísticos.
Hay que felicitar a Escapada Rural, al CETT y a Net Quest, autores de esta feliz idea por tan brillante iniciativa, ahora sólo falta que gestores de establecimientos y destinos turísticos rurales utilicen adecuadamente esta herramienta, un instrumento excepcional para la toma de decisiones estratégicas y, por ende, para la mejora de la competitividad turística tanto de establecimientos, destinos turísticos rurales y productos específicos relacionados con los entornos rurales.