Reflexiones de una novata!

Responsable de equipo, el primer punto del plan de marketing.

A lo largo de los últimos años he formado parte de varios equipos profesionales, en ambientes de trabajo  distintos y con distintos valores, objetivos y operativas. Así mismo, he tenido la oportunidad de observar la figura de una cierta cantidad de jefes y líderes. Tengo que decir que, para mi suerte, he encontrado a muchos inspiradores. Aunque también es cierto que, otros no lo fueron tanto...

A pesar de que no soy ninguna experta en gestión de personal, lo que sí tengo muy claro es que un plan de marketing siempre debe comenzar dentro. No en vano, un empleado satisfecho es mucho más productivo, más fiel y aporta mucho más valor a la empresa que uno frustrado y enfadado.

Cada persona es un mundo, y las necesidades, aspiraciones y formas de entender la vida de cada uno son absolutamente distintas. Por eso, no es posible definir la figura de un líder en base a una serie inamovible e inequívoca de cualidades... No obstante, la cuestión es que, aquellos de quienes mantengo la imagen de líder, sí comparten una serie de cualidades y actitudes muy similares entre sí.

Por otra parte, también es cierto que cualquier profesional, sea o no responsable de un equipo, cada día se ve sometido a una cantidad mayor de exigencias. Tanto en el desarrollo de nuevas habilidades, como en la gestión de una lista casi interminable de responsabilidades por asumir. No obstante, la lista que propongo es bien sencilla.

Personalmente, considero que el líder impecable debe:

Conocer

Conocer al equipo en conjunto, y a sí mismo, tanto como a cada uno de los individuos que lo componen, y ser capaz de identificar la forma de trabajar de cada uno de ellos. Así como, lo que aportan al grupo, cuáles son sus debilidades y sus puntos fuertes.

Conocer cada uno de los aspectos del trabajo, al que su equipo se enfrenta diariamente. No sólo para ser capaz de apoyarlos y guiarlos, sino para reconocer aquellas cuestiones en las que se pueden cometer errores, anticipándose a ello, resolviéndolo y proponiendo nuevas fórmulas de trabajo que mejoren el desempeño del conjunto.

Reconocer

Reconocer y potenciar las habilidades en las que cada uno de los miembros del equipo destaca, y utilizarlas para mejorar y fortalecer al equipo como conjunto.

Reconocer las propias debilidades y estar dispuesto a apoyarse en las capacidades del resto de miembros del equipo para aprender y mejorar.

Comunicar

Comunicar los objetivos al equipo, y ser capaz de mantener un canal mediante el que cada individuo transmita sus propios objetivos y percepciones, porque para comunicar también hay que escuchar.

Considero fundamental crear un clima propicio para que la comunicación “no oficial” no se descontrole, y exista una confianza suficiente como para que todos los miembros del equipo puedan plantear sus opiniones y dudas respecto a las “las reglas” o decisiones asumidas por la jerarquía.

Defender las decisiones con rotundidad conlleva a la pérdida de interés de los componentes del equipo, y en la mayor parte de ocasiones fomenta la comunicación interna “extraoficial”, en la que se pueden formar bulos, malentendidos, generando desconfianza y frustración.

El respeto ante las decisiones y las personas que las toman se fomenta con mucha más rotundidad por medio de una comunicación efectiva y fluida en todos los sentidos, que mediante el secretismo y la comunicación de un sólo sentido.

Por otra parte, la oportunidad de ofrecer y valorar distintas perspectivas, permite cuestionarse razonamientos aparentemente válidos, que serán más ricos y acertados gracias a la diversidad.

Sea como sea, la aptitud de fomentar comunicación vertical y horizontal, transmite la idea de que las opiniones y aportaciones individuales se valoran, reforzando la seguridad y sentimiento de compromiso de cada uno de los miembros del equipo.

Aprender y mejorar

Asumir una actitud de mejora constante, desear aprender y seguir formándose, creciendo y siendo curioso, se ocupe la posición o el rango que se ocupe. No sólo es beneficioso para el líder, y en consecuencia para el grupo, sino que además es un ejemplo a seguir.

Inculcar esa actitud al resto del equipo, implicando a cada uno de los miembros en oportunidades para aprender o desarrollar nuevas habilidades,

Apoyar e impulsar

Apoyar en el desarrollo personal e impulsar al equipo como conjunto, así como a cada uno de los individuos a crecer y desarrollarse.

Una de las responsabilidades más importantes del líder es la de fomentar el crecimiento de aquellos que están bajo su mando. No es de recibo pensar que siempre ocuparán la misma posición. Es más, resulta dañino para la organización asumir ese tipo de actitudes.

Discutir sobre el futuro, y animarles a llevar a cabo sus aspiraciones, guiarles e informarles, dentro de sus posibilidades, sobre las opciones que pueden escoger para seguir ese plan de desarrollo personal.

En mi opinión, es muy relevante ser conscientes que con el crecimiento de cada uno de los componentes del equipo, crece también el conjunto.

Por otra parte, es preferible animar y fomentar el deseo de quién busque una oportunidad para seguir creciendo, aunque suponga abandonar el grupo. Antes que, que mantener una dinámica monótona, porque nos resulta cómoda, forzando a las personas a seguir en él y obviando sus oportunidades de crecimiento. Ya que, esto genera un ambiente de frustración, que es peligrosamente contagioso de cara al resto del equipo.

Crecer y cambiar es natural, el grupo debe readaptarse con cada cambio, pero también es natural asumir que con cada cambio llegan nuevas opciones y perspectivas de mejorar.

Es cierto que si lo pensamos detenidamente son muchas más las cualidades necesarias, ¿cuáles son las cualidades que tú consideras fundamentales en un líder?

Inma Quirante