Dreamberry, consultoría y comunicación de viajes

Los países tienden a quitarse la máscara -y los tópicos-, cuando afloran sus tensiones subterráneas. India se ha tenido como país pacífico, espiritual, cercano a la mística de la eterna caravana de la reencarnación.

Nada más alejado de la realidad. No hay más que leer su historia o asomarse a Vanarasi, la ciudad santa, donde se respira miedo y violencia entre las comunidades indús y musulmanas en cualquiera de sus húmedas esquinas.

Y las últimas violaciones, de mujeres indias en Delhi o de una extranjera cerca de Agra ha expuesto el fenómeno con inmediatas consecuencias.

Según publica Hosteltur, el representante de las Cámaras de Comercio indias, ASSOCHAM, D.S Rawat ha afirmado que el turismo procedente del extranjero ha bajado un 25% en este primer trimestre de 2013 respecto al año anterior. Por lo tanto el objetivo indio de aumentar el turismo un 12% más en este año se da prácticamente por descartado.

El Ministerio de Asuntos Exteriores español se pronuncia al respecto:

"Se recomienda a los viajeros, en especial a las mujeres, que extremen las precauciones en su viaje por India, en particular debido al reciente incremento de los delitos de agresión sexual en el país, no solo a mujeres indias, sino también a extranjeras".