Quizás ahora más que nunca es imposible pensar en mejorar nuestras expectativas de ingresos si no tomamos conciencia de la importancia de asumir inversiones en nuestro producto que nos permita mejorarlo de cara a nuestros clientes.
Algunos hoteleros se quejan de sus cifras de negocio pero mantienen sus hoteles enclavados en un mismo tiempo pero con una realidad diferente, sin esa perspectiva realista de afrontar el reto continuo de mejorar su producto.
Tomar conciencia de esa obligación es tan importante como el deber de mantener sueldos y salarios, ajustar partidas o eliminar todo aquello que resulta superfluo para nuestras previsiones.
Escudarnos en los tiempos que corren como pretexto para no acicalar una fachada, cambiar un mobiliario anticuado o no adecentar unos baños no es solo un craso error sino una evidente falta de claridad en las ideas, en lo básico para sostener lo esencial de un proyecto que debe aspirar a algo más que a una maltrecha supervivencia.
De hecho, ni siquiera ésta puede aspirar a recorrer los meses con paso firme ya que ese enfoque anacrónico la debilitará en su recorrido cayendo a buen seguro a los pies de cualquier andén.
Son muchas las pymes hoteleras que cierran pero también muchas las visiones centradas en una economía restringida, excesivamente austera que deja sin soplo, no ya la actividad reciente pero sí los cimientos de un futuro mejor.
Sin visión no hay futuro pero aún menos un presente dinamizador y creativo que tienda a diferenciarnos de nuestros competidores.
Es cierto que corren malos tiempos pero no por ello debemos bajar la guardia ante nuestras necesidades más urgentes o frente a aquellos aspectos o áreas del negocio que podamos mejorar con inyecciones moderadas de capital.
Fortalecer nuestras instalaciones no es una pérdida y confundir coste con inversión suele ser un argumento pobre para aquellos que solo piensan en un beneficio inmediato como si el cliente de hoy fuera alguien al que puedas darle gato por liebre, como si su experiencia fuese torpe y caduca, sin previas actualizaciones.
La austeridad es necesaria pero no debe convertirse en la espada de Damocles de ningún proyecto.
El ejercicio y el rigor entre nuestros ingresos y gastos debe mantener la influencia de nuestros intereses más elevados siguiendo un patrón coherente en su administración y vigilancia.
Si nuestro RevPar baja y nuestros precios se tambalean no podemos esgrimir esa espada en todas direcciones.
No hay fórmula mágica que resuelva nuestras indecisiones ni camino fácil para una actividad, la turística o la propia gestión hotelera, pero si deseamos apostar por un proyecto hotelero debemos hacerlo asumiendo no solo los riesgos del escenario sino las posibilidades de crecimiento y enfatizar en cada área de nuestro producto con la exigible moderación, sin pecar de altruistas, excesivo optimismo o falsa proyección.
No en vano, y mucho menos en este sector, nadie compra productos o servicios sino el valor de la experiencia, el encaje de bolillos de unos sentidos que marcarán la prescripción.
Y eso, entre otras muchas cosas, sin equilibrio no se sostiene; es más, diríase que es una mala función.
Y tú, ¿ qué haces para mejorar tu hotel ?
Juan Antonio, excelente planteamiento de una necesidad poco asumida por muchos hoteleros, sean pequeñas o grandes empresas.
Dado el modelo de gestión y organizativo que existe en la mayoría de los hoteles españoles, hay un gran número de mejoras, posibles de realizar, sin coste alguno, mejoras que se derivan del área del control de la calidad del producto y la organización de los medios de producción.
Mejoras de las que pueden desprenderse, según el tamaño de los establecimientos, importantes niveles de ahorro, que no tiene que confundirse con una austeridad mal entendida, y con los que pueden iniciarse la puesta al día de las instalaciones y con ellas de la oferta que se hace a los clientes, dentro de un proyecto integral, de actualización de la oferta, en el que queden claramente marcadas las prioridades, con una planificación que poniendo en marcha en primer lugar, aquellas mejoras que ofrezcan mejor retorno de la inversión, permitan que se pueda acelerar al máximo el proceso de puesta al día del establecimiento.
Muy buen post y una vez más coincido con Campo Seoane.. lamentablemente pocas propiedades deciden apostar hasta el final por los nuevos proyectos
Un abrazo
#1 Gracias por tu comentario Miguel. Ejemplo: hotel 50 habitaciones/ Servicios: alojamiento y desayuno./ Objetivo del propietario, presupuesto de ventas en 500.000€./ Algunas opiniones clientes: señal wifi en algunas plantas deficiente, moqueta sucia, desayuno pobre, TV antiguas, habitaciones necesitan pintarse.
Conclusión 1: no todas las medidas correctoras representan un coste, algunas de ellas representan un coste asumible pero todas ellas son mínimos exigibles.
Conclusión 2: el hotel no está capacitado para conseguir ese objetivo sin antes actuar sobre esos mínimos exigibles que, la mayor parte de los hoteles de su entorno ofrecen a sus clientes.
Como bien dices " que queden marcadas claramente las prioridades".
Un saludo.
#2 Gracias por pasar por mi blog y dejar tu opinión al igual que en esta comunidad. Muchas veces, estos propietarios no se fijan objetivos a medio y largo plazo. Solo están interesados en "hacer caja" con lo que tienen a corto plazo menoscabando la propia experiencia de sus clientes y, desde luego, asentando las bases de su extinción empresarial.
Un abrazo
Me gustaría añadir que un gran problema es RRHH, me explico:
Este departamento ( o en caso de ser hotel pequeño es la persona encargada) debe motivar al empleado, muchas veces no es lo que te paguen sino el cómo te traten, que te sientas una pieza fundamental del proceso de venta sea cual sea tu puesto.
He tenido el privilegio de trabajar en un hotel de 5 estrellas en Madrid que para nada fue lo que me esperaba: sueldo mínimo y mis tareas no correspondían a mi contrato y un trato por parte de RRHH que era un poco denigrante (filosofía de: como estás a mi cargo haces lo que te diga y como te diga)
Y por otra parte me encuentro trabajando en un hotel de la costa blanca española de 4 estrellas y a parte de que mis funciones siempre se corresponden con mi contrato me siento parte de la plantilla, se molestan en darme cursos para formarme, un sueldo digno respecto a mi titulación, y entre los compañeros no hay un "afán" de hundir los unos a los otros.
Resultado: si veo una debilidad en el hotel gustosamente lo comunico al departamento correspondiente para que pueda mejorar. Y todo ello por amor al arte! Lo que conlleva que el personal de atención directa al público esté más contenta y de un mejor servicio llevando al hotel a una mejor posición con respecto a la satisfacción del cliente; así el cliente repite o recomienda y el hotel no cierra.
Así de simple y fácil. Y mi pregunta, ¿si es tan fácil porqué no se aplica?
Un saludo y gracias por vuestros comentarios a todos aquellos que sois expertos, nos aportais mucho a los novatos-turísticos :)
Beatriz preguntas ¿Si es tan fácil porqué no se aplica?.
Y tu pregunta tiene una respuesta muy fácil, porque si se aplicase lo que el sentido común demanda, en muchos hoteles sobrarían los responsables de RRHH o directores, que en lugar de responder a sus responsabilidades en el organigrama de la empresa, solo se preocupan de demostrar lo importantes que se consideran a si mismos.
El problema es que mientras los empresarios consideren que en lugar de un buen director, lo que necesitan es una persona que aunque no sepa gestionar un hotel, esté todo el día vigilando sin saber que vigila, e incordiando y desorganizando al personal, la hostelería seguirá caminando hacia su propia autodestrucción, y no por culpa de los profesionales del sector, sino de los que ocupan puestos de responsabilidad para los que no están cualificados, incluidos algunos empresarios, que por mucho dinero que puedan tener, si se empeñan en mantener decisiones equivocadas, solo conseguirán perderlo.
Parece sencillo pero no lo es tanto. Hay propietarios que cegados por sus intereses a corto plazo ni siquiera oyen esas voces como la tuya, Beatriz.
Algunos como bien dice Campo Seoane se limitan a poner un "vigilante" con escasa formación no solo ya para gestionar sino para liderar equipos humanos.
Y eso genera frustración y cierta impotencia para el equipo en general.
La cultura de valores debe inspirarse y forma parte del eje conductor de cualquier estrategia. Las empresas son personas y dos siempre suma más que uno.
Un saludo
Buenas tardes ¡ Buen post,Juan.
Uno de los errores en los que se suele caer ;(
Solo si nos paramos a pensar un rato,vemos que lo que planteas tiene su sentido : todas las instalaciones,infraestructuras,etc. con el uso y el paso del tiempo tienen unas depreciaciones,desgastes,deterioros .... por lo que la inversión inicial solo es el principio.
Tienes que contar con la 'rotación' de las inversiónes : me explico,sabes que cada cierto tiempo tendrás que pintar,cambiar,arreglar,sustituir,etc.
¿ Por qué no te realizas un plan de inversiones desde el 1er momento que abres tus puertas ?
A parte de las inversiones de 1ª necesidad (imprescindibles),luego tendrás que contar con las que en un 1er momento te parecerán superfluas como son las relativas a decoración y esos temas (para algunos,menos imprescindibles)
Seguimos ... si quieres fidelizar y seguir sorprendiendo a tus clientes,tendrás que cambiar/mejorar,no ? NO le puedes ofrecer siempre lo mismo ..... tenemos una base,pero hay que seguir trabajando sobre ella .... seguimos invirtiendo en 'bienvenidas' ,regalos,etc.
No te quieres quedar atrás,verdad ? .... buscamos nuevos nichos de mercado,accedemos a 'marcas de calidad' .... implica nuevas inversiones en requisitos que te van a exigir.
Como véis,solo os he puesto unos pequeños ejemplos de lo que puede ser el día a día de unos pequeños establecimientos de 'turismo rural' .... pero son la 'base' de la 'supervivencia'
Me parece genial. Viniendo de tí no esperaba otra cosa. Tú eres de aquellos que tienen la visión necesaria y suficiente para apostar por ese modelo, esa dedicación permanente al negocio. ¡ No te imagino de otro modo¡
Pero luego hay otros, quizás con más recursos económicos, con menos inventiva pero más reacios al movimiento, a adaptarse a los cambios tecnológicos y a las exigencias actuales de la distribución turística. Esos que aún pretenden "vivir de las rentas" y se dan golpes en el pecho de empresarios de ejemplo por mantener una escasa plantilla a fuerza de golpes y desatinos.
En fin, amigo, con ganas de "desvirtualizarte".
Gracias por tu comentario.
Igualmente Juan ¡
Os digo una cosa ..... veo ahora empresas turísticas que estaban ancladas, que presionados por los 'nuevos' ;) están intentando espabilar y cambiar el modo de hacer las cosas
Me alegro ¡ - gana el cliente,que se le dan más y mejores servicios - gana el destino,que tiene mejor oferta
No hay mal que por bien no venga .... en estos tiempos duros
Estaba esperando que se caldera un poco el ambiente, para ver si aportaba algo o no, porque vosotros ya lo hacéis muy bien, cuando me he desayunado esta noticia que ha provocado esta reflexión, que inmediatamente he colgado en mis perfiles.
"Me encanta esta nueva visión de la hotelería, en lugar de profundizar en el rol del Director de Hotel como gestor integral (por cierto, el mejor ejemplo que ha existido nunca de "Facilities Manager") y de la organización hotelera en estos cometidos, así como en las tecnologías que pueden ayudarnos a enfrentarnos a nuestro día a día, el ITH, fomenta la externalización de servicios y que los Directores de Hotel, hagan de Directores Comerciales, y así sucesivamente. Yo propongo que al ITH se le retiren las ayudas, porque total, para llegar a esta conclusión, no hacen falta institutos que investiguen nada http://bit.ly/Z5JuPF".
Pues eso, que de aquellas lluvias llegaron estos lodos y que como comenta Miguel Ángel en su excelente post de hace un rato, la visión netamente patrimonialista e inmobiliaria de algunos, sobre este sector, nos lleva a lo que nos lleva.
Menos mal, que al final todo pone las cosas en sus sitio y más de uno de los iluminados que entraron en la hotelería a especular, se están dado cuenta que el cuento de la gallina de oro, ha durado lo que ha durado.
;)
Eduardo
Es cierto Eduardo, los que se confundieron creyendo que podrían trasladar la especulación inmobiliaria a una empresa de servicios, se equivocaron, lo que no me apena por ellos, se han ganado a pulso lo que hoy tienen, lo que verdaderamente me duele, es el número de empresas que van arrastrando en su caída, y los miles y miles de trabajadores, que al final son los más perjudicados y los que terminan pagando los platos rotos, de tanto arribista como ha llegado al mundo del turismo, sin tener idea de donde se metía.
Y estoy de acuerdo contigo, para externalizar servicios y seguir aumentando la desprofesionalización del sector, no necesitamos institutos que se dediquen a la investigación, para estrellarnos, podríamos valernos solos, sin necesidad de ayudas externas.