La devaluación interna o bajada generalizada de salarios parece ser la estrategia emprendida por el Gobierno de Mariano Rajoy -empeñado en las recetas de austeridad- para que el paÃs recupere competitividad.
Antaño se recurrÃa a devaluar la peseta (de 1959 a 1992 hubo siete devaluaciones) pero aquellos tiempos quedan lejos ya, a raÃz de la implantación en España del marco alemán en 2001 (perdón, querÃa decir el euro). Ahora bien, ¿cuáles son las consecuencias de esta devaluación interna para la industria turÃstica?
Ya el pasado 20 de marzo, el sindicato UGT advirtió que los trabajadores españoles vieron reducido su poder adquisitivo en un 6,5% en 2012 por el efecto combinado de una reducción de los costes salariales del 3,6% respecto a 2011 y de una tasa interanual del IPC del 2,9% al cierre del año.
No olvidemos que el mercado laboral también se rige por las leyes de la oferta y la demanda. Y según las previsiones oficiales del Gobierno, la tasa de paro escalará al 27,1% al cierre de 2013. Ver La economÃa española caerá un 1,3% este año.
Es decir, la devaluación interna se estarÃa consiguiendo en buena parte gracias al incremento de la bolsa de parados, lo que abarata la contratación al haber más demandantes de empleo. Recordemos la maldita cifra: seis millones de parados, según la Encuesta de Población Activa.
"Década perdida"
El pasado enero, durante una conferencia, Josep Piqué, presidente de Vueling y del CÃrculo de EconomÃa, habló sobre "economÃa y empresas en un ciclo de incertidumbre".
Según explicó Piqué, la recuperación de la economÃa española no se prevé hasta el año 2016 debido a los desequilibrios acumulados antes y durante la crisis, que aún deben digerirse, "por lo que estaremos hablando de una década perdida desde el punto de vista del crecimiento, con graves consecuencias sociales como el elevado número de parados".
Aunque según añadió, España ya está recuperando competitividad gracias en parte a una "devaluación interna" vÃa ajuste salarial y por otro lado se han suavizado las tensiones en los mercados financieros, lo que ha relajado la prima de riesgo.
Además, remarcó Josep Piqué, "la palanca para salir de la crisis vendrá del exterior, de las exportaciones y del turismo".
Proceso doloroso
Más allá de los conceptos técnicos, una devaluación interna en cualquier paÃs es un proceso doloroso. La sufren millones de personas, incluidos funcionarios y empleados públicos que en otras épocas de crisis no se vieron afectados por los recortes.
Y todo ello afecta al nivel de confianza en el futuro, a las expectativas, a los sueños, a las pautas de consumo... Según una reciente encuesta, los españoles ven la recuperación económica para 2015 o más allá y por otra parte la crisis económica está modificando el comportamiento del turista español: Viajes más cortos por España sin paquete y en coche.
SÃ, la palanca para salir de la crisis vendrá de las exportaciones de productos y del turismo. Es decir, del sector exterior dado que Una Coca-Cola vendida en España a un turista extranjero también es una exportación.
De hecho, la Cuenta Satélite del Turismo confirma que crece la aportación del turismo a la economÃa española.
Recapitulemos en dos puntos:
1) La demanda nacional seguirá débil hasta 2015 o más allá, debido entre otros factores a la devaluación interna. Pero ojo, no olvidemos que los turistas españoles que salieron al extranjero en 2012 gastaron 11.906 millones de euros en sus viajes, según la balanza de pagos. Y dentro de España, 43 millones de viajeros españoles consumieron 102 millones de pernoctaciones de hotel en 2012, según el INE. Será necesario cambiar el enfoque de las campañas de promoción, especializarse, ofrecer productos novedosos o incentivos, etc. Pero nunca ignorar el mercado nacional, lo que serÃa un grave error.
2) Aquellas empresas turÃsticas que quieran contrarrestar la caÃda del turismo nacional poniendo más énfasis en los mercados extranjeros tendrán que apuntar bien a qué paÃs y cómo dirigen sus esfuerzos. Por ejemplo, las ventas de última hora será cruciales en Reino Unido este verano por la incertidumbre económica; el mercado emisor alemán muestra más robustez; mientras que Rusia es la gran esperanza para muchos destinos y empresas.