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La propuesta del gobierno de convertir los parques nacionales en parques temáticos donde navegar, practicar vuelo sin motor o excursiones en 4X4 es contemplada por los ecologistas como una propuesta trampa que acabaría con la conservación de la naturaleza, verdadera razón de ser de los Parques Nacionales, y abriría la puerta a la explotación privada de los mismos.

En las mentes calenturientas de algunos de nuestros próceres flota el recuerdo de cuando estuvieron de luna de miel en algún parque nacional africano y recorrieron sus inmensas llanuras en todo terreno observando los animales.

“Esto no sería aplicable porque esto no es Sudáfrica, aquí los parques son muy pequeños”, explica un técnico que pone como ejemplo las Tablas de Daimiel (Ciudad Real).

Los conservacionistas creen además que se trata de meter por la puerta falsa la privatización y la explotación a manos privadas de los Parques, puesto que en el documento también se contempla la posibilidad de que se impulse la “colaboración público-privada” con la incorporación a los parques de recursos financieros de la iniciativa privada y el sector empresarial.

La derecha tiene indisolublemente unido el concepto naturaleza con el todo terreno. Como una obsesión grabada en el código genético. Yo me lo haría mirar...