Â
Se habla mucho de innovación, parece que, o se innova o estamos perdiendo competitividad o vigencia en nuestro mercado.
Es decir aunque la innovación no va necesariamente ligada a un mercado saturado parece evidente que es justamente, en este tipo de situaciones, donde aflora con mayor fuerza esa cultura de la innovación.
En turismo y especialmente en determinados destinos turÃsticos es fácil encontrarnos con mercados hoteleros saturados, es decir un mercado cuya demanda se encuentra completamente abastecida por esa clase de servicios en destino.
¿Cómo puede entonces una Pyme hotelera competir en ese escenario saturado y además dominado por las cadenas hoteleras?
¿Puede ayudarnos la innovación a salir paulatinamente de esa debacle de precios que muchos asumen como obligada y prioritaria estrategia?
¿Podemos cambiar el guión, preservar nuestra imagen y nuestra identidad ante la ferocidad de los competidores?
Creo que solo hay un modo de replantearnos esta situación tan desfavorable, especialmente para aquellos que no gozan del liderato en el destino turÃstico.
Si tu cliente se va por un poco de precio porque la dinámica es competir en precio habrá que dar un salto cualitativo que muestre nuestras fortalezas a nuestros clientes. No se trata de competir con todos sino de buscar en nuestro mercado qué le falta a nuestro cliente, cómo podemos vincularlos mejor a nosotros, desde la primera toma de contacto hasta la finalización del proceso.
Lo que no podemos hacer es entrar en todo tipo de juegos, como si alguna voz divina tuviera todas las respuestas y nosotros no fuéramos capaces de encontrar nuestro camino.
Hay que saber delimitar las lÃneas entre lo que podemos y no debemos hacer bajo ningún concepto.
Se trata de plantear un modelo de negocio insobornable ante ese guión dantesco, unas premisas enmarcadas en un plan de acción definido y concreto, herradas a fuego, un modo de entender a nuestro cliente desde nuestra propia reflexión interna, dirigiéndonos a él con una apuesta diferencial que pueda percibir como valor.
Para ello:
1.- debemos conocer el mercado y sus hábitos o fórmulas competitivas
2.- mantener una actitud abierta al cambio y al error como fuente de ensayo y conocimiento
3.- conocer realmente a nuestro cliente más allá de la estadÃstica, conocer sus gustos, sus necesidades, establecer un nexo emocional que lo vincule a nuestra marca
4.- hacerlo fácil, parte de una cultura con latido en la organización
5.- estar alerta y en permanente búsqueda de soluciones ante las probables incógnitas que debamos resolver
6.- disfrutar de nuestro enfoque, de lo que somos y hacemos por y para nuestros clientes.
¿ No crees que es hora no solo de plantearlo sino de hacerlo ?
Aunque la mayorÃa opinará lo contrario, considero que es precisamente la PYME la que mejor puede competir en un mercado saturado, si sabe poner al frente de su establecimiento al DIRECTOR adecuado.
Que la mayorÃa piense lo contrario, no significa que por ser mayorÃa tengan razón, como demuestra que la mayorÃa que compiten en precio y en un enfoque a la plena ocupación cada dÃa tengan mas problemas, y que un gran número de las grandes cadenas estén en una situación financiera desesperada.
Los problemas de gran número de empresas turÃsticas, se deriva de que la mayorÃa están equivocados, haciendo lo único que, según ellos, se puede hacer en las actuales circunstancias, bajar precios, echar personal y esperar a que pase el temporal, cuando lo que necesitan realmente es definir sus objetivos y diseñar una estrategia que les permita alcanzarlos.
Hola Miguel Angel, ¿ todo bien? eso espero.
No creo que la Pyme por ser Pyme pueda competir mejor en un mercado saturado aunque estoy completamente de acuerdo que lo que distingue a un buen negocio es una buena gestión.
Y eso, desde luego, no se consigue con bajar precios sistemáticamente. Personalmente, ni siquiera lo considero una estrategia.
Lo cierto es que hay que re-segmentarse para adaptarte a ese mercado saturado ofreciendo como digo una auténtica apuesta de valor al cliente.
Un saludo