El emisor está gripado
Sigue el goteo de noticias en torno a los resultados -rematadamente malos- de la temporada turÃstica del emisor.
A los fiascos de El Corte Inglés Viajes, el anunciado ERE de Globalia, y la bajada general del sector, le toca ahora el mini seismo de Eroski, que se repliega sobre su retaguardia, el PaÃs Vasco.
Los medios especializados agitan el fantasma de los independientes y su valor añadido, pero la tozuda realidad, esto es, la atomización, la falta de masa crÃtica, la escasa y cicatera inversión inicial y la dificultad para conseguir crédito, van a imponer su ley de hierro en el mercado.
Tampoco las aprendices de brujas que vaticinan la desaparición del agente de viajes van a asistir al suceso, y sà probablemente a la desaparición de tanto consultor aficionado y cenizo, amigo de publicar estadÃsticas chapuceras y poco fiables, por no decir directamente inventadas.
Por cierto, Viajes Eroski facturó un 11,28% menos que el año pasado, 186,3 millones de euros y cerró 49 oficinas. En total hoy le quedan 161 agencias, casi todas en el PaÃs Vasco.
Lo que sà parece funéreamente cierto es que la realidad se impone, el desorbitado número de agencias que abrieron al calorcillo de la burbuja ladrillesca era un espejismo, que Internet revoluciona el sector, y que harÃan falta más proyectos serios, con músculo financiero y profesionales y menos chiringuitos de autoempleo con carteras de clientes de uno o dos dÃgitos, en un negocio que no necesita, -desgracidamente-, mucho capital para empezar, en el más lánguido de los casos un teléfono, un ordenador, una mesa y una silla, todo esto en casa, y una licencia prestada.
Para empezar a vegetar, nos referimos.